Almas rotas

VEINTINUEVE

-Dormiré en el sillón, ¿si? Y Tú usaras la camilla, así estarás mas cómoda.- Habló davian quien caminaba tranquilamente hasta la camilla de la pequeña rubia aún afirmándole la mano.

-¿No te molesta?...- Pregunto adeline sin soltar la mano entrelazada con la de davian.

-¿A que te refieres pequeña?- Preguntó davian extrañado por la pregunta de la pequeña rubia. Dejando a adeline frente a la camilla, la volteó con cuidado para luego hacer que este se sentara sobre el colchón de la camilla esperando que así estuviera más cómoda que quedándose de pie.

-Que te llamara con ese tono dulce...- Susurró adeline comenzando a jugar nerviosamente con sus manos.- El doctor owen me contó hace un tiempo que no estabas dejando que nadie te llamara con un tono dulce... Ademas... Ya sabemos qué pasa si te molesto.

-Pequeña...- Murmuro davian arrodillándose frente a ella para luego agarrar las manos de adeline cuidadosamente y así entrelazarla con las de el. -Tú no eres "Nadie", tú eres mi adeline...- Susurró davian volteando levemente la cara para poder mirarla a los ojos.

-Entonces... ¿Puedo seguir haciéndolo?...- Preguntó adeline esperanzada ante la pequeña explicación de davian .

-Adeline... ¿Recuerdas las 6 imposibilidades de las que me hablabas cuando éramos pequeños?...- Pregunta davian comenzando a acariciarle el dorso de la mano con el pulgar.

-De Alicia en el Pais de las Maravillas...- Murmuró adeline con una leve sonrisa al recordar ese momento hace años atrás.

-Mi primera imposibilidad de este día fue el poder verte...- Contó davian mirándola directamente a los ojos.- La segunda fue hablarte.- Dijo davian mirándola con una sonrisa.- La tercera era tocarte, aún que fuera solo tu mano...- Murmuró davian sin detener la caricia en su dorso.- La cuarta, que fueras capaz de mirarme sin el permanente miedo.- Susurró davian bajo la atenta mirada de la chica.- La quinta, ser capaz de abrazarte.- Dijo davian haciendo que la pequeña rubia se levantara de la camilla para que fuera capaz de sentarse a horcajadas sobre su regazo y así, comenzar a abrazarlo fuertemente por la cintura.

-Cual fue la sexta davian?...- Preguntó adeline mientras apoyaba la cabeza en el hombro de davian.

-Qué mi adeline fuera capaz de hablarme como solía hacerlo...- Susurró davian acariciando la espalda de la pequeña rubia sin dejar de abrazarla en ningún momento.

-¿Quieres saber cuál ha sido mi quinta imposibilidad desde hace años?...- Susurró adeline comenzando a acariciarle con cuidado la nuca al chico.

-Si, por favor...- Murmuró davian cerrando los ojos totalmente relajado por la acción de la pequeña rubia. Dejando las caricias por unos segundo adeline llevo ambas manos hasta las mejillas de davian para poder alzarle con cuidado la cara y que así, se pudieran ver directamente a los ojos por unos segundos. Quedando totalmente perdidos el uno por el otro, comenzaron a juntarse cada vez mas, hasta que con incentivo de adeline terminaron juntando completamente sus labios, comenzando así, un beso totalmente lento, sin tener ninguna clase de apuro ni barrera, ya que davian solo tardó un segundo en corresponder el beso de su chica dejándose guiar totalmente por esta mientras afirmaba con más fuerza la cintura de la chica sobre él, sintiendo que en cualquier momento podía desaparecer.

-Poder besarte...- Susurró adeline luego de haber tenido que alejarse unos centímetros en busca de aire.- Si tus imposibilidades se cumplieron, las mías también, ¿no es así?...- Murmuró adeline juntando su frente con la de davian.

-Una vez que se cumplen mis imposibilidades de un día ¿puedo pensar en nuevas?.- Murmuró davian con una sonrisa en sus labios, sin alejarse ni un solo centímetro de la pequeña rubia.

-Esas serían las imposibilidades de mañana davian.- Murmuro adeline mientras sonreía por el comentario de davian.

-¿Y si quiero decirte mis imposibilidades de mañana ahora?.- Susurró davian restregando levemente la nariz contra la pequeña nariz de adeline.

-No sé si funcione así. El papá de Alicia no dejó un manual tan explicativo sobre las imposibilidades.- Susurró adeline riendo levemente dejándose mimar por davian.- Y si mejor ¿solo me dices que quieres?

-Deseos... Si, deseo estar contigo como a los 5 años...- Susurró davian abrazándola con fuerza de la cintura.

-¿Ah?... ¿Como exactamente?.- Pregunto adeline extrañada ante la propuesta de davian.

-Tú y yo... Una cama y un cuento...- Respondió davian con una leve sonrisa sin querer alejarse ni un solo centímetro de su pequeña rubia.

-Mmm... Puedo ofrecerte una camilla.- Susurró adeline riendo levemente como si estuvieran ideando una maldad que podía ser castigada por sus padres.

-Con eso me conformo totalmente.- Susurró davian de igual manera dejando salir una risa muy bajita.

-Ya que yo tengo la camilla, tú contarás la historia.- Hablo adeline mientras le robaba un rápido besito de los labios a davian.

-Eso suena a un trato muy justo mi pequeña.- Aclaró davian mientras la miraba deslumbrado por la belleza de adeline.

-Lo es. Así que príncipe bennett ¿Me haría el honor de recostarse en esta cómoda camilla?.- Pregunto adeline aguantando la risa al estar fingiendo estar en la época que quería bennett.



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En el texto hay: hospital, romance, tristeza dolor

Editado: 02.09.2025

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