Dos Días Después
Dos días, ya habían pasado dos días y aún no tenía ni idea de que se supone que hay que hacer para agradarle a toda una familia.
Venían caminando devuelta de la oficina del doctor brow, luego de ir por sus medicamentos mañaneros, hoy era un día como cualquier otro, debían seguir sus rutinas: medicamentos, comer, terapia, medicamentos, comer, medicamentos y dormir. Ayer se suponía que era el día de "no rutinas" para hacer lo que quisieran en las horas que supuestamente tenían terapia, pero davian estaba tan metido en sus ideas para agradarle a la familia de adeline, que al final ambos se quedaron en la habitación hablando de los tres chicos todo el día. Por lo que adeline le comentó en este tiempo, la más fácil era ivelle pero ya la perdió cuando pasó lo del arranque de ira, lo mismo pasó con el mayor, a pesar de que adeline le dijera que su hermano kian en realidad era todo un amor de persona, ya lo perdió por ese "accidente", ¿y el pequeño? Adeline dijo que no tuviera esperanzas, que él lo detesta desde que supo de su existencia, ya que él conocía toda la historia. Caminaban tranquilamente, tomados de las manos por todo el pasillo de cristales mientras miraban a los tranquilos animales que habitaban en el bonito jardín, esperando llegar al final de este para encontrarse con angelo, que estaría esperando los para el desayuno de ese día. En eso se encontraban cuando una chica, sujetada en un abrazo por una de las enfermeras, pasaba llorando por su lado, un llanto bajo pero audible que sinceramente era dificil de descifrar, parecía de tristeza pero también habían risas de por medio.
¿Quien imaginaba que ella desataría la desgracia? Se veía tan indefensa al estar sujetada por la enfermera, que nadie pensaría mal de ella.
-No quiero pensar en ella, no es ella.- Se dijo a sí misma adeline mirando atentamente a la chica que pasaba a su lado.
¿La conoces?.- Cuestionó davian al sentir como adeline se detenía en su posición quedando totalmente tensa mientras se apegaba más al costado del chico, como si se estuviera resguardando de alguna bestia que venía por ella.
-Puede ser...- Susurró adeline casi inaudible mientras ocultaba totalmente la cara en el pecho de davian.- No es ella, ella ya no está, se fue. Ella dijo que no se acercaría a mí otra vez si mantenía la boca cerrada. No puede ser ella.- Murmuraba adeline mientras llevaba sus manos a su cabeza intentando calmarse.
-¿Que es lo que pasa pequeña?...- Preguntó davian abrazando a adeline, ya preocupandose por la reacción de la pequeña rubia.
-Llevo demasiado tiempo aquí... He visto demasiadas personas salir y entrar en este lugar... Me se la mayoría de las enfermedades que padecen los pacientes...- Murmuró adeline sin ser capaz de mirar al chico tratando de distraer sus pensamientos con otras cosas.
-Cariño... Me estás preocupando mucho, y sabes que eso no es bueno ni para ti, ni para mi.- Aseguró davian tratando de despegarse unos centímetros de adeline esperando poder verla a la cara.- Hablame mi pequeña rubia... por favor...- Hablo davian ya preocupado por adeline.
-No pasa nada...- Susurró adeline dejando salir unas leves lágrimas de sus ojos. ¿Como pasamos de estar felizmente caminando los dos solos, a tener abrazada a adeline como si se fuera a caer en cualquier momento?. Davian no tenía ni idea pero asi estaban ahora. Puede ser que como están locos, pasan cosas locas.
-Quiero saber quién es ella.- Hablo davian manteniendo a adeline entre sus brazos.
-Ni siquiera le has visto la cara, mucho menos notado su presencia pero estuvo rondando a nuestro alrededor desde que llegaste aquí. Jamás estuvo demasiado cerca, pero siempre estuvo...-Susurró adeline entrando notablemente en un estado shock.- ¿Recuerdas a la chica que me empujó escaleras abajo porque tú eras de ella?... Cuando estábamos en la escuela.- Pregunto adeline mordiendose levemente el labio inferior por los nervios. Es un recuerdo tan antiguo, que a davian de verdad le costó recordarlo. Suponiendo que la historia del porqué se puso así tenía que ver con esa chica, solo pensó que era alguna loca obsesionada con él otra vez, así que mucho esfuerzo en recordar eso no puso.
-Mmm... Recuerdo a alguien que te empujó y que yo la bañé en pintura por ser tan idiota de dañar al único ser intocable de la escuela.- Aseguró davian mientras acomodaba a adeline entre sus brazos para poder afirmarlo bien al sentir que temblaba.
-Ya no quiero ir por angelo... Vamos a nuestra habitación ¿si?...- Susurró adeline y ocultando la cara en el cuello de davian.
-Para allá iremos, pero comienza a contarme que sucede pequeña... por favor...- Hablo davian ya rogando mientras comenzaba a caminar hacia las habitaciones con la pequeña rubia entre sus brazos, colgada como Koala, intentando pasar por los lugares en los que ya sabía que no habían tantas personas para que asi no vieran a adeline en un estado tan vulnerable.
-Se llamaba Andrea...- Murmuró adeline al rato después de que el chico comenzó a caminar.- Ella llegó aquí el año pasado.- Hablo adeline dejando salir un leve suspiro. Los recuerdos llegaron como un balde de agua fría cuando la vio llorando entre los brazos de la enfermera, igual el peor día de su vida. Sabia la historia del porque llegó aquí, la encontraba totalmente loca y desquiciada, pero la entendía, adeline era igual que ella en cierto sentido, ya que también estaba aquí por davian bennett.