CUARENTA Y CINCO

Aprovechando los efectos del calmante que le inyectó el doctor brow a adeline, davian por fin se relajó lentamente, ya no habían lágrimas ni desesperación por el terror de soltar a adeline y que se dañara, ahora por fin alzaba la vista sin lágrimas cayendo desde sus ojos, recién se vino a fijar cuantas personas habían como espectadores de la escena.

El chico entendía la presencia del doctor brow y el enfermero cedrick, porque eran los que estaban a cargo de ellos, incluso comprendía el porque estaban ahí su hermano owen y angelo, ambos sabían y reconocían que es lo que podía pasar entre él y adeline ¿Pero el resto? ¿Por qué habían tantas enfermeras y enfermeros? Todos ellos deberían estar preocupados por los locos, que curiosamente, también estaban ahí mirando todo, como si la crisis de adeline fuera el centro del universo y todos debieran saber al respecto ¿Acaso nadie hace su trabajo aquí?

¿No es obvio? Te están viendo a ti

Dijo la voz que ya era conocida en la mente de davian, la cual bajo todos los medios posibles, estaba siendo lo mayormente ignorada por el chico que cargaba con delicadeza el cuerpo de la rubia a través del camino que iban despejando el enfermero cedrick y angelo.

La última vez que la rubia salió inconsciente de su habitación fue porque le diste su merecido. Es lógico que todos piensen que casi la mataste otra vez

Decía claramente la voz en la cabeza de davian a pesar de estar siendo ignorada por el chico, ya que al parecer eso era más un incentivo que una acción para que se callara.

Deberias haberle dado un golpe en el segundo después de que te golpeo, con eso se le hubiera quitado todas las ganas de seguir con ese show tan barato que te montó esa zorra.

-Yo no soy como tú.- Murmuró davian para que solo el pueda escuchar lo que decía.

Claro que no, yo lo hubiera logrado controlar sin haber llamado tanto la atención, lo hubiera hecho de una manera eficiente. ¿Acaso tú madre provocó que fueran los vecinos o la policía a casa? Claro que no, porque yo la callaba antes de que montara el show.

-Golpearla hasta que se desmayara no es controlar la situación de una buena manera.- Explicó davian mientras seguía murmurando para no llamar la atención.

Se callaba y no hacia tanto escándalo, era una excelente manera que tu deberías haber aplicado en el momento en que esa zorra empezó a hacer su teatro barato.

El que davian creyera que nadie era capaz de notar cuando estaba teniendo esos "debates mentales", no implica que fuera cierto, y la muestra viviente de eso es su hermano owen bennett, quien notó cuando davian cerró fuertemente los ojos y dio una rápida sacudida de cabeza para luego seguir caminando como si nada. Cualquiera que no fuera owen podría haber notado esa acción pero nadie la podría haber interpretado como el mayor, ni siquiera el doctor brow se dio cuenta que las voces estaban atacando nuevamente la mente de davian, como si estuvieran esperando el momento en que adeline no estuviera para aparecer más fuertes que nunca en la pobre mente del chico.

Es porque eres un inútil. Siempre lo fuiste y siempre lo serás, jamás podrás controlar una situación como esta con eficacia.

-Adeline no es como mamá, y aunque lo fuera, esa no es una manera para controlar la situación.- Hablo davian mientras apretaba lentamente la mandíbula.

La rubia se calla de la misma manera que la zorra de tu madre, después de todo, ambas son unas zorras. Créeme hijo, lo sé por experiencia propia, la rubiecita se calla de la misma manera.

Así como llegó, se fue. La voz desapareció como si nada hubiera pasado, como si sus nervios no se quedaran alterados nuevamente. Owen hizo lo único que podía hacer en un momento como este al ver que davian estaba perdiendo la calma otra vez, se acercó lentamente y colocó una mano en su hombro mientras se acercaba hasta su oído para susurrarle: "Si no te concentras, adeline podía caerse. Concentrate en ella.davian, no en tu cabeza". Y eso fue lo que hizo davian, la voz se calló y le permitió volver a ver la realidad. Tenia a adeline entre sus brazos con su cuello lleno de marcas rojas y pequeños rastros de sangre solo debía concentrarse en eso, no importaba cuántos gritos diera la voz en su interior, por primera vez las bloqueo, no las escucho más a pesar de saber que estaban ahí, gritando fuertemente por su atención.

-Gracias...- Susurró davian casi inaudible solo para que su hermano owen fuera capaz de escucharlo. Volviendo a la verdadera realidad, se dedicó a caminar en silencio y con cuidado de no caer detrás del enfermero cedrick y angelo quienes iban guiando el camino en dirección hacia la famosa, y odiada por davian "la habitación blanca".

Adeline estaría segura ahí adentro, no habría nada con lo que se dañara y seguramente le pondrían algo en las manos. Davian sentía bastante desprecio por ese lugar, luego de dos o tres semanas encerrado ahí sin saber ni entender nada mientras pasaba por un proceso de desintoxicación, termino odiando el lugar pero sabía que era seguro, que no podría pasarle nada malo a adeline ahí dentro. Pasaron por varias puertas de seguridad, que solo podían ser abiertas por las tarjetas de identificación que tenían los doctores y algunos enfermeros, como el enfermero cedrick, además necesitaron de un ascensor para llegar al tercer piso, fue un camino bastante largo desde la habitación hasta el cuarto de locos pero por fin había acabado. Lo único que podía pensar davian mientras dejaba el delicado cuerpo de adeline sobre la cama, era donde por fin estaría segura y que el doctor brow la ayudaría, con eso ya podía estar más relajado, o por lo menos así fue hasta que owen y el enfermero cedrick lo sacaron de la habitación para dejar solo al doctor brow y adeline adentro.