Almas rotas

CINCUENTA Y DOS

Una vez terminada la "charla" el doctor lucca brow le aseguro a adeline que davian estaba bien y que entraría a estar con ella en un rato, que primero debía descansar después de haber hablado un tema tan delicado, así que se dispuso a dejar a adeline con un calmante que se le era administrado por la aguja que tenía en el antebrazo. El objetivo del medicamento no era dormirlo, sino, solo relajarlo para que su mente pudiera descansar. Saliendo de la habitación, evara no necesito ni una sola palabra del doctor lucca brow para descifrar que algo MUY delicado había pasado con solo con ver la expresión con la que salió el doctor brow de ese lugar, así que sin esperar que el doctor brow hablara, sacó su celular para comenzar a marcar el número de su pareja kian, bajo la atenta mirada del doctor a cargo de la pequeña rubia, quien entendió a la perfección a quien estaba llamando.

LLAMADA:

-Ya voy para la clínica.- Dijo el chico alto al otro lado de la llamada sin siquiera saludar a su pareja.

-Kian... No te enojes, por favor...- Susurró muy apenada evara esperándose lo peor del chico que venía conduciendo. A pesar de que morgan kian jamás se había molestado con evara, ella se imaginaba que sería totalmente normal, y comprensible, que el chico se enojara por haberle ocultado el mal estado de adeline, aunque fuera tan solo por un par de horas.

-Bebé... Jamás me enojaría contigo, sé que lo sabes bien.- Respondio el mayor de los morgan's, dejando salir un notable suspiro que tranquilizó a su novia evara, al saber que tan solo con ese acto, kian dejaba "salir" toda la molestia de su organismo.

-¿Cuanto te falta?.- Pregunto evara la novia de kian mientras caminaba con el celular en la oreja.

-Unos minutos, ya casi llego al aparcamiento. Te fui a buscar a la oficina como no estabas, analice que solo podrías estar aquí mi amor.- Dijo con una leve sonrisa kian el hermano mayor de adeline, ya que conocía lo suficiente a su amada como para saber que jamás se iba de la oficina sabiendo que lo iba a ir a buscar con isael, a menos que fuera un caso de suma urgencias, en lo cual solo estaba categorizado el hecho de algún llamado de la clínica por ivalle o adeline.

-Estamos en las habitaciones blancas, te esperamos aquí cariño...- Dijo evara la novia de kian finalizando la llamada al escuchar como es que el motor del automóvil dejaba de sonar por el celular, lo que le daba la clara indicación de qué morgan kian ya había llegado a la clínica.

FIN DE LA LLAMADA.

-Primero queremos estar con ella, después iremos a tu oficina doctor brow. ¿Entendido?.- Aclaro evara mientras guardaba el celular en su bolsillo nuevamente.- ivalle, cariño viene isael podrías quedar con él? Por favor.- Pregunto evara recibiendo un asentimiento por parte de la chica, se dispuso a tratar de resolver el grave problema, con nombre y patas, sin ser muy notorio, así que miro sutilmente al doctor brow y luego a davian, tratando de darle a entender que era mucho mejor que el chico no estuviera ahí presente cuando llegara kian el hermano mayor de adeline. Entendiendo, y comprendiendo totalmente la situación, el doctor brow se acercó sin llamar la atención hasta donde estaba el enfermero cedrick, para poder susurrarle que sacara a davian del área de las habitaciones, con sutileza pero con rapidez.

-No me voy a mover de aquí. - Aseguró davian viendo claramente la intención del chico sonriente cuando se le estaba acercando lentamente.

-Davian por favor...- Medio rogó el enfermero cedrick al escuchar la voz segura de davian. Todos los ahí presentes, a excepción de davian y angelo sabían a la perfección que si llegaba kian al lugar y lo veía ahí podría pasar cualquier cosa, y no precisamente positivas como fue en el caso de evara. El hermano mayor de los Morgan's conservaba cierto rechazo por el chico que casi mató a su hermana menor, pero ¿pueden culparlo por eso? Morgan kian ha dado todo de si para poder mantener a adeline en un lugar seguro y ahora, de la nada, apareció un chico que venía a interrumpir la seguridad que le estaba dando la clínica. Kian el hermano mayor de adeline había transformado su casa, literalmente, en una casa de seguridad para mantener a su familia tranquila, no había quien se acercara a esa casa sin ser registrado por las cámaras, y una vez cerca de las puertas o ventanas, era imposible entrar ahí si no eres miembro de la familia o de los empleados, y si lo intentabas, se hacía rápidamente un llamado de emergencia hacia a las autoridades además de enviar un mensaje al celular personal del mayor de los chicos. Y eso, en realidad, no es nada, kian ha tomado clases de defensa desde que tiene uso de razón, y desde sus diecisiete años lo ha intensificado todo solo con un objetivo: Poder proteger a su familia si es que llega el caso. Entonces ¿Podria reaccionar mal al ver a davian ahí? Porque si, ¿Podria liarse a golpes con davian y dejarlo peor de lo que él dejó a su hermana? Obviamente, ¿Eso estaría bien? Claro que no, es por eso que necesitan sacar a davian de ese lugar, el dilema está en el cómo conseguirlo sin una guerra campal contra el menor.

-Davian...- Comenzó el enfermero cedrick guardando silencio cuando vio a evara acercarse a davian lentamente.

-¿Quieres ver a adeline otra vez? ¿O prefieres estar aquí y gastar tus energías en vano para solo conseguir no verla nunca más?.- Cuestionó evara mirándo seriamente a davian.- Debes irte de aquí davian. Luego volverás. Pierde la batalla pero no la guerra davian.

-Nos costó hacer que kian se alejara de ti cuando pasó lo de tu locura.- Hablo por primera vez ivalle, mirando sin expresión aparente a favian.- Largate de aquí si no quieres dañar a adeline. Harás que se divida en dos si pasa algo malo entre tú y kian, no es justo que lo hagas alejarse de su familia por una rabieta infantil al no poder alejarte un rato.



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En el texto hay: hospital, romance, tristeza dolor

Editado: 18.09.2025

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