Aloha

1. NĀ KEʻA - CRUCES

- Deeanna -

Otro día lleno de los aturdidores sonidos de bocinas y motores de autos en Garment District, uno creería que es más tranquilo siendo el distrito de moda en Manhattan pero al parecer las empresas habían crecido mucho últimamente junto con el tráfico.

La oficina siempre iluminada con claridad y el ligero aroma a pino que la vaporera expulsaba le daba un toque relajante al estresante ambiente, hubo un tiempo en que agregaba música tenía preferencia por Lindssay Starling para que el fino sonido del violín me alejara un poco del trabajo pero llegó un punto en que solo se sumaba a las causas de jaqueca, intenté con música celta pero apenas y era escuchable con el bullicio del exterior a un volumen que no reventara mis tímpanos, ahora simplemente escucho la constante vocecilla en mi cabeza que me recuerda que no he dormido desde las tres de la mañana y el listado de cosas que hacer durante el resto del día.

Desde que éramos niñas mi hermana Blear y yo siempre soñamos en formar parte de la empresa cosmetológica de nuestros padres, de alguna forma fueron tan convincentes que nunca deseamos ser modelos de la marca, nuestro ideal era administrar todo. Si mi madre nos viera ahora, que al fin logramos la meta que nos propusimos desde los 5 años seguramente... Bueno no sé qué diría, en parte estaría orgullosa porque logramos ser lo que más deseábamos en la vida profesional y también estaría preocupada porque pasábamos 15 horas al día en la oficina, 5 pensando en el trabajo, 1 desplazándonos de un lado a otro y 3 fingiendo dormir; o al menos yo, a Blear el tiempo le ha sido más piadoso.

Nos volvimos parte de la empresa desde la secundaria, nuestros padres dijeron que para saber dirigir debíamos conocer desde los puntos más básicos, comenzamos como asistentes de las modelos, sin mentir ha sido de los trabajos más fastidiosos y duros que he tenido y eso que también fuimos cajeras a la hora del almuerzo en la cafetería. En el único lugar donde no pusimos un pie fue en los laboratorios, ni siquiera para pedir informes.

Ahora que estamos en la empresa mi padre administra todo con sus socios, mi hermana se encarga de la publicidad internacional y casi siempre está de viaje, ahora yo me encargo de las reuniones y verificar todo antes de que llegue a papá: reportes de laboratorios, imágenes tentativas de publicidad, los libros de contabilidad, ruedas de prensa, en fin.

Hoy era un día tranquilo, bueno más o menos, había una reunión de propuestas de temporada, la verificación de textura y efecto se los labiales, y revisar las notas de ventas del último mes antes del almuerzo con los socios; y aún así con todo eso es un día ligero.

Cuando salí de la reunión, Nadia de publicidad llamó alarmada porque no tenía la más mínima idea de cómo clasificar los labiales y se supone que eso lo arreglaremos en una hora, y si no está enterada y ocupa su mañana significa reorganizar todo el itinerario.

- No sé cuáles son aterciopelados y cuáles son gloss ¿Como se supone que ponga las texturas en los catálogos si no las tengo? - hacía pregunta tras pregunta sin darme oportunidad de responder a una antes de que lance otra.

- Nadia, cálmate - había días en que odiaba usar tacones a diario siento que no avanzo cuando más necesito llegar rápido a un lugar - verificaremos las texturas de cada uno y revisaremos que las fotos estén en orden y si no las tomamos de nuevo. Solo dime por favor que Anne te entrego el informe con el itinerario.

- ¿Qué informe? - ay por favor no - Linda no he visto el itinerario de esta semana en mi escritorio.

- El itinerario se supone que Anne debía dártelo el viernes por la tarde, o enviártelo por correo - por favor que haya recibido al menos el correo- ya sabes, el de la portada con hojas de otoño y un labial terracota.

Lo sé apenas está terminando primavera, pero la línea de verano está completa, solo falta el lanzamiento en 2 semanas, llevamos adelantado otoño casi en un 30% pero viene lo publicitariamente más complicado: sesiones de fotos, reuniones, edición del lanzamiento y más.

- Hojas, déjame revisar - por favor que lo tenga me ahorraría mucho, pero justo cuando dijo eso entró otra llamada, mi hermana.

- Nadia, en lo que buscas debo atender otra llamada te dejo en espera.

Casi lo grito mientras cambio la llamada, pero alguien dijo mi nombre en uno de los pasillos para recordarme una entrevista para mañana, cuando me di la vuelta de regreso al camino tope con alguien

- ¡Perdón! - dije mientras trataba de mantener el equilibrio para no caer cuando mi tobillo se dobló con el tacón, pero alguien evito que eso pasará

- Fíjate por dónde vas - levanté la vista a quien había sido tan gentil de evitar que cayera, pero rudo para decir eso y no me sorprendía quien era

- ¿Félix? Creí que seguías en D.C - para variar el no contesto a menos que su clásico golpe de garganta desinteresado se tome como una - Gracias

- Mira tú camino - dijo nada más, pero él también llevaba el teléfono en la mano.

- Igualmente, ambos íbamos distraídos - como era de esperarse cuando alguien enfrenta a este hombre recibe una de las miradas más frías que pueden existir, si las miradas mataran sería un número más de los muertos. - Tú sí que no cambias, supongo que te veré en la reunión del viernes.

No me contestó, no me miró solo asintió y siguió caminando viendo su teléfono. ¡Teléfono! Regresé la vista al celular y seguía en la llamada-

- ¿Nadia?

- Linda, ¿cuándo era la sesión de fotos? No pude publicitar algo que no tengo - dijo una sarcástica voz al otro lado de la línea - Hermana, sabes en cuánto subirá mi crédito por esta llamada

- ¡Blear! Lo siento, pero tú imitación de Nadia ha mejorado

- Te topaste con el señor Iceberg ¿Cierto?

- Lo escuchaste....

- Ya habías atendido la llamada, pero como siempre parecía un monólogo - dijo riéndose por lo bajo




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.