Epílogo

Tomaste la decisión más fácil para ser libre pero no te fuistes sola te llevastes contigo a cada una de las personas que en un momento te hicieron su títere, cada uno pagó su falta al terminar aquella noche.

Tú plan más perfecto no pudo estar,  no solo tu vas a descansar sino que ellos se van a ir contigo, sonries mientras los miras a todos comer cada uno con esas sonrisas falsas que adornan sus caras pero te sientes satisfecha al ver como devoran cada comida que esta sobre la mesa sin saber que al finalizar la noche ninguno quedará con vida.

Poco a poco las horas van pasando y el veneno va haciendo efecto, cada uno va cayendo sobre la mesa sin vida, sin la esperanza de ser salvados te piden que los ayudes pero solo pueden verte reír a carcajadas.

Por último sacas de aquél bolsillo el pequeño frasco que contiene una porción de aquel efectivo veneno, mientras lo bebes te sientes en paz aquella que no sentistes antes, mientras te desvaneces solo puedes sonreír esta vez la sonrisa no es fingida sino todo lo contrario es auténtica.