Alucinación

2

Y por fin llegué... es todo lo que me esperaba ya han pasado casi 4 meses desde que recibí la noticia de que mis padres me daban el permiso de venir. El único contratiempo es que me tengo que quedar con Melis y su esposo Lukas el cual ha tratado de hacerse el gracioso con sus bromas pesadas.

Ya hemos llegado, viven en un apartamento muy cómodo y la verdad agradezco que me hayan dado mi propio dormitorio es muy cómodo y tiene un pequeño balcón con vistas al mar, el cual es muy agradable, pero lo que más me impresionó fue el piano que había en una esquina de este, yo solo logré traer mi guitarra.

En el camino del aeropuerto a la casa además de que me di cuenta de lo bromista que era Lukas también pude ver lo callada que es Melis, entre ellos dos guardan una gran diferencia.

Siento unos pequeños toques en la puerta que me hacen apartarme de mis pensamientos.

-Adelante- digo y entra Melis con una sonrisa genuina.

-Solo quería saber si necesitabas algo.

-No. Muchas gracias ya con que me dejes quedarme aquí basta- respondo con honestidad.

-La verdad es que no es ninguna molestia. Y cuéntame ¿que te pareció habitación?

-Muy bien y.... gracias por el piano- agradezco con una sonrisa de las que no habitual mucho en mí.

-No es ninguna molestia. Tu mamá me dijo que te gustaba mucho.

Me encanta,paso horas y horas en mi cuarto, el piando se ha vuelto mi lugar seguro.

-Sí, mucho- le digo francamente.

-Ya hablé, con la directora de la escuela y me dijo que cuando quieras podías empezar pero no es necesario que comiences ahora si quieres

-No gracias, no es necesario. La verdad es que quisiera empezar mañana mismo, no me gusta atrazarme en mis estudios- la interrumpo al hablar.

-Pues como quieras mañana mismo te llevo al instituto para que recojas algunos libros y le preguntaré a la directora si puedes empezar mañana mismo.

-Te lo agradecería mucho.

(...)

-Y hemos llegado- me dice Melis con un brillo en sus ojos que no puedo describir.

Yo no lo veo como la gran cosa es un instituto como todas los otros y comparada con la mía....

Pero no me molesta, a mi nunca me han gustado las escuelas grandes soy un poco lenta para caminar. En mi antigua escuela tenía que caminar casi kilómetros para recibir una clase y que esta sea pequeña no está nada mal.

-Hola ¿cómo estás, Melis? Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que te ví- nos recibe una señora entusiasta que imagino que deba ser la directora, puede ser que esté alrededor de sus 50.

-Hola ¿cómo estás Teresa? Como siempre un gusto - le contesta Melis ante su amabilidad.

-Y cuéntame ¿como está mi sobrino? se ha vuelto un falso, yo creo que usted lo ha apartado de mí- le dice la señora con un tono de resentimiento en su voz.

Al decir esto le cambia el rostro a Melis y arquea una ceja.

-Y usted como siempre culpándome de la indiferencia de Lukas hacia usted- responde Melis en un tono... como se puede decir... un poco sarcástico.

-¡Ay hija! La verdad que tú no tienes sentido del humor.

-Bueno en fin...- dice Melis mirándome de soslayo- esta es mi prima Ashly Carpenster, estoy segura que de esta no va a tener ninguna queja como las tuvo de mí ¿verdad?-
Me sorprende escucharla decir eso, parece que la relación entre ellas no es muy buena.

-Hola, gracias por aceptarme, le prometo que no se va arrepentir- la saludo con cordialidad.

-No me tienes que agradecer a mí, agradecele a tus buenas notas querida. Y entonces dime ¿cuándo empiezas? porque el curso ya comenzó y los profesores por aquí son un poco estrictos respecto a ese tema.

-No se preocupe a eso yo vine para preguntarle si podía empezar hoy mismo.

-Valla ustedes se parecen en eso, así mismo fue con Melis cuando su madre la trajo ¿o no te acuerda?

-Como olvidarlo- le dice melis en tono sarcástico.

-Pues que no se diga más siganme por aquí.

En el camino Teresa me fue enseñando cada uno de los departamentos y que iba a ser privilegiada porque iba a caer en la clase con los mejores alumnos de la escuela y bla bla bla.

-Con permiso‐ al decir esto todos los chicos se quedan con la boca abierta, ya que la directora acaba de aparecer con una desconocida.

-Pase - dice un señor mayor.

-Parece que llegamos en buen momento, este es el señor Valles un excelentísimo profesor de literatura- me presenta la directora ante el profesor, el cual me escanea-Disculpe por la interrupción, solo quería traer a una nueva alumna.

- Chicos- se dirige a los alumnos- ella es su nueva compañera, acaba de llegar desde Estados Unidos, espero que sepan comportarse y enseñarle lo atentos que son los asturianos.

- Es muy dichosa ya que usted se ha tomado la molestia de traerla hasta aquí- le dice el profesor sonriendo con burla.

Y ahí es cuando siento la sangre en mis mejillas, a mí estas cosas siempre me han puesto nerviosa.

-Hola mucho gusto soy Ashly- me presento extendiendo mi mano

-Puede sentarse- me dice en un tono seco pero agradable, dándome un pequeño apretón de manos.

Toda el salón se quedó paralizado ¡que vergüenza! casi todos los lugares estaban ocupados y alguien parece que notó mi indecisión y le dio una patada exagerada por debajo de la mesa a la silla que tenía al lado que estaba desocupada y toda el aula nuevamente se quedó sin moverse parecía que habían visto al diablo.

Y yo como siempre haciéndome notar el primer día, hice todo lo contrario me senté en la mesa que quedaba delante de una chica pelinegra con reflejos rojos que me miraba con simpatía y entonces toda el aula me miró con desaprobación. "Bravo Ashly, primer premio"

(...)

Todo los turnos de clase siguieron sin incidentes a no ser por las raras miradas pero eso es normal el primer día... imagino.

Ya estamos en el recreo y yo voy caminando hacia la cafetería a ver si meriendo algo, y las personas no dejan las miradas raras, ya ni siquiera las disimulan.



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En el texto hay: odioamor, bandas, romance

Editado: 26.09.2024

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