Alucinación

23. Contratiempos

Lleva una hora inconsciente debido a la fiebre alta y ni Melis ni Luk responden el maldito teléfono y llamé hasta al hospital y andan en el salón de operaciones así que he hecho la misma operación que Melis me indicó la vez pasada.

-Ashly- suelto el aire que he contenido por tanto tiempo de lo preocupada que he estado.

-¿Cómo estás?- se sienta recostandose al espaldar de la cama y arquea una ceja divertido.

-¿Qué? ¿Estabas preocupada?- le doy un manotazo en un hombro, ni estando en estas condiciones deja de ser un idiota. Pienso que no me va a responder pero cuando menos lo espero lo hace- Desgraciadamente respiro pero físicamente mejor.

<< No tienes que quedarte yo me las puedo arreglar solo>>

-Obviamente si fuera por mí... ni siquiera estuviera aquí, pero Melis me mataría si te dejara así- él frunce el seño.

-Entonces me estas diciendo que te montaste en ese auto conmigo... ¿solo por Melis?- mantiene sus ojos en los míos buscando algún rastro de mentira y eso me pone de los nervios.

-Exacto, además por cuidarme en...- cuando me doy cuenta en el tema que me estoy adentrando paro ya que tengo algunas lagunas de lo que ocurrió esa noche.

-¿Barcelona?- termina por mí y suelta una risilla divertido y al ver que yo asiento prosigue- Muy curioso ese día estabas muy... divertida- se acerca a mi rostro ¿Qué es esta tensión? Todo en él me grita peligro y problemas y sin embargo es como un imán.

-La verdad no recuerdo mucho sobre esa noche- trato de mostrar seguridad y le quito importancia- y entonces... ¿tú siempre has vivido aquí?- hago un intento absurdo de cambiar la conversación y el sé da cuenta porque de inmediato enarca una ceja y cuando pienso que se va a burlar responde:

-Viví en un tiempo en Las Vegas- me sorprende.

-¿Las Vegas?- asiente.

-Mi madre nació allá lo que cuando se casó con mi papá se mudaron para acá.

-Pero... yo soy de Las Vegas- frunce el ceño.

-Bueno Las Vegas es muy grande.

-Sí, seguro- siendo una familia tan influyente me da intriga que nunca halla oído hablar de ellos ya que en mi casa se organizaban grandes eventos sociales los cuales odiaba.

                                     🥁
Eric

No me canso de observarla se ha quedado dormida en el mueble junto a la cama y he tenido que cargarla para dejarla en la cama para que esté más cómoda.

Me estoy viendo en la necesidad de alejarla no puedo dejar que se pudra conmigo y lo peor es que me estoy acostumbrado a ella, a sus cuidados, a su comprensión, sus peleas y su terquedad la cual supera hasta la mía.

Siento vibrar mi teléfono y lo descuelgo.

- Eric- oigo la voz preocupada de Area- ¿estás bien?

-Sí, ni te preocupes- suelta un suspiro- ¿como están ellos?

- Yo estoy... en su casa casa después que te fueras entre Eduard y yo tuvimos que llevar a Ailin a su casa y tratar de calmarla y me pidió que me quedara con ella- mierda como me gustaría apoyarla.

-No te preocupes por mí, quédate con ellos, yo estoy bien- suelta una risilla.

-Ella está contigo ¿verdad?

-Si te refieres a Ashly sí, aquí está.

-Ella se preocupa mucho por ti y por lo que veo a ti te gusta.

-No digas idioteces, si eso hubiera ocurrido ya ella estuviera a kilómetros de mí eso no puede ocurrir.

-Pero cual es el problema si.....

No dejo que termine la frase y le cuelgo no estoy para sus cursilerias.

Voy entrando al cuarto y puedo oír su voz que al parecer está hablando con alguien, debe ser Melis porque le está dando explicaciones.

-Era Melis dice que si te sigues sintiendo mal que vallas para su casa ¿Estás mejor?

-Sí, disculpa las molestias.

-Sobre las fiebres... ¿sabes por qué son provocadas?

-Eso a ti no te importa.

Ashly

esto me pasa por andar de buena persona "ahí tienes Ashly coge amabilidad".

-Perfecto- no necesite más y recogí mi mochila y el se dio cuenta de lo que me dijo tarde y empezó a seguirme.

-Oye yo... yo... discúlpame soy un estúpido- cuando iba a girar el pomo de la puerta ocurrió algo demasiado extraño para ser verdad.

Me abrazó por atrás y se paró el tiempo sentí su aliento en mi nuca. Yo quedé estática.

-No te vallas- me susurró en el oído.

¿Alguien que me lleve al médico?

¿Alguien?

¿Nadie?

¿Nadie que pare el ataque cardíaco que está por darme?

En un impulso abrí la puerta y salí.

"Deja que te lleve" oí un eco pero salí disparada para que no me alcanzara.

Me muero antes de que alguien me haga sentir esto, no me lo permito. Cuando llegué abajo adivinen...

"Lloviendo"

Y. Ahora. Como. Me. Voy.

Eso me pasa por andar de Santa Teresa de Calcuta. Cuando salí de la academia ni siquiera pensé que no iba a tener en donde volver. Entonces me puse a evaluar mis posibilidades.

Melis y Luke… trabajando

Los hermanos Norton… ni siquiera tienen ánimos para hablar- no los podía molestar.

Entonces...

Llegó una señal divina: mi teléfono empezó a vibrar y vi en la pantalla un nombre inesperado "Alex" no dude en descolgar.

-Hola. ¿Qué tal?- me preguntó amable como siempre.

-No muy bien ¿estás ocupado? - me da tremenda vergüenza pedírselo pero "en fin" no tengo otra opción.

-Claro que no, si por eso te llamo para preguntarte si quieres tomar algo conmigo- perfecto.

-Ok, pero no estoy en mi casa.

-Sí. No te preocupes, tú solo mándame la ubicación.

No ha dejado de llover ni un poco ya le he enviado la ubicación a Alex. Menos mal que llamó o si no no se de que manera me las hubiera arreglado.



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En el texto hay: odioamor, bandas, romance

Editado: 22.03.2024

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