Aluvión en Antofagasta 1991

Historias de Vida, Muerte y Milagros

VIDA Y MUERTE

Mucha gente murió por celebrar, ya que como nunca llovía para algunos fue una linda sorpresa, y salieron a sentir el agua en el cuerpo, lo que no se sabía es que horas después venían olas de lodo que ahogaron todo.

También hubo gente que murió en sus casas, sin poder salir siquiera, incluso el sector más acomodado sufrió, ya que en las casas habían piezas en los subterráneos, mi padre fue a despejar una donde una empleada fue avisada a tiempo por sus patrones, alcanzó a salir a salvo, pero se devolvió a buscar un chaleco y zapatos a su pieza, el barro entró hasta que no quedó ningún espacio, lograron rescatar su cadáver tres días después.

Igual supimos de una conocida de una vecina, ella nos contaba con lágrimas que era una mujer tan bella, siempre con sus joyas de oro, encontraron el cadáver de la señora en la reja del ferrocarril, la identificaron casi de inmediato por sus aros y una cadena de oro que el agua no le quitó. Casi todos los cuerpos encontrados, por la fuerza del agua, estaban desnudos.

Familias completas desaparecieron, y siempre quedó la duda de cuantos muertos fueron en realidad, poblaciones enteras quedaron arrasados, sin un vestigio que alguna vez hubo casas o personas, se dice que estos lugares fueron compactados y se construyó de nuevo encima, muchos de los que viven ahora en esos sectores reportan que han visto espíritus de personas corriendo o gritando, pero sólo son rumores.

Una de las tantas mujeres que esa noche trató de salvar a su familia fue Ana María, tenía un hijo de 8 años y una de 4, pero el lodo fue más fuerte, se los arrebató de las manos, lamentablemente los pequeños fueron encontrados muertos al otro día.

Hubo gente que relataba como habían cuerpos de adultos, y lo más doloroso de niños y bebés en los patios de alguna de las casas por donde pasó el torrente. En algunos lugares el barro llegaba hasta el metro o metro y medio, sobre todo en el centro de la ciudad.

Entre toda esa tragedia, hubo casos como el de Antonia, que estaba en casa de su madre en Villa El Salto, uno de los lugares donde más personas desaparecieron, con sus dos hijos, y una hermana pequeña, que lograron saltar de casa en casa, techo en techo, hasta que encontraron una Templo Evangélico, donde pudieron protegerse . Al otro día nada del lugar donde vivían quedaba.

Dos imágenes que ilustran el nivel hasta donde llegó el  lodo. La primera de Av. Salvador, la segunda es de Av. Cautín, al barro le faltaron 50 cms, para llegar al techo y literalmente enterró las casas.

 Cautín, al barro le faltaron 50 cms, para llegar al techo y literalmente enterró las casas

MILAGROS

MILAGROS

Otro caso fue el de Amalia, cuya casa fue de las primeras en ser arrastrada por el barro, corrió por los techos con su familia, hasta que quedó en una especie de isla, un paso en falso y se la llevaría el agua. En la oscuridad sentía los gritos y llanto de personas por todos lados, a la madrugada cuando ya todo se calmó, la llevaron al hospital, ya que en la huida parte de una pared le cayó en la pierna y estaba con heridas graves. Lamentablemente perdió a su madre, y supuestamente a todos sus hijos. Quedó en shock, no quería vivir, ya no hablaba, era prácticamente un zombie, hasta que prendieron una televisión en el cuarto que estaba en el hospital, vio el reportaje de una niña, quien fue arrastrada desde los cerros a la orilla del mar, toda la ciudad a lo ancho, estaba entre medio de unos escombros, cuando un hombre miró los movimientos que hizo, se acercó pensando que era un perrito, hasta que la niña se quejó, inmediatamente fue llevada al hospital. Era una de sus hijas de la mujer, pero nadie le creía, la sedaron pensando que en su pena se trastornó. Varios días le costó lograr que le creyeran, hasta que por fin ambas se pueden reencontrar, todos los demás miembros de su familia murieron.

Uno historia muy curiosa es la de una mujer que se escondió en una lavadora, en la que recorrió muchos kilómetros desde su casa, acabó con algunas heridas, y golpes, pero viva.

Una que nos contó un conocido era de un joven que hacía su servicio militar, ya había pasado una semana y estaban despejando el centro de la ciudad, tenía 18 años, quien se llevó el susto de su vida al tratar de romper el barro endurecido, encontró un closet grande, le costó toda la mañana lograr sacar lo suficiente para poder quitarle las puertas, cuando estaba abriendo una de ellas una mano huesuda lo tomó de la muñeca, era una mujer mayor que se había escondido allí cuando el agua la cercó en su pieza, por espacio ella guardaba comida y algo de agua en ese ropero, lo que le ayudó a sobrevivir esos días encerrada allí. El joven militar tuvo que ser llevado al hospital con un ataque de nervios. No era para menos.



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En el texto hay: destrucción, muerte, milagros

Editado: 06.01.2020

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