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Capítulo XXII — Cirugía

 

Esa sensación de temor que nos transmite la calma de Clara, es inexplicable. —¿Qué hacían?— Pregunta.

¿Cómo decirle que nos estábamos riendo de ella o de lo que causa? No sería justo, pues hace hasta lo impensable por mantenernos bien y a salvo. Cuando me asusto, está allí, para demostrarme que sí da miedo, pero que toca hacerlo igual. La delicadeza y paciencia que me tiene. Es una excelente persona, no solo por su profesión, sino también por lo que hace, ya que no es fácil . Valoro lo que hace por mí, prácticamente me mantiene viva...

—En tratamiento, pensandote... Casi le arrancan el brazo...— Habla Tyler con nerviosismo. —Te he dicho que te ves radiante la tarde de hoy...

—¿Ah, sí?— No suena muy convencida.

—Bueno, estábamos entreteniendonos un poco, es agobiante estar aquí...— Suena a disculpa, pero no lo es.

—Me alegra que se diviertan sin necesidad de correr por todo lados... Justo antes de tú cirugía Tyler...— Él hacer una señal con la mano para que pare. Lo miro confundida y carraspea.— Ehhh... Debo irme...— Clara huyó, pensé que los mayores eran serios.

—¿Cirugía?— Logro vocalizar con esfuerzo.

—Si... ¿No te lo conté?— Niego y hay un silencio.— Algo no está donde se supone y... Me aguantaras por un tiempo extra...

Me mantengo seria y arqueo una ceja. No puedo creer que no hay sido capaz de contarme, se supone que tenemos confianza... O eso creía.— ¿No encontraste, no sé... Un momento más oportuno?— Se encoje de hombros y sonríe.— ¿Cuándo es?... Tú cirugía...

—Jueves, siete de la mañana... Anestesia general, nada de qué preocuparse... Quita esa cara...

—Es la única que tengo, lo siento...— Estoy molesta y no lo puedo ocultar.

—¿Porqué tan arisca?— Decido ignorarlo. —Quería evitar esto, pero... No quería preocuparte, ya tienes suficiente con...

—¿Qué paso con esa amistad que se estaba fundamentando?— Le Interrumpo.— No es justo que cargues con más problemas innecesarios... Con mis problemas...— Me pongo en pie, dispuesta a salir. Pero sigo en tratamiento.

—No saldrás hasta que me escuches...— Lo fulminó con la mirada.— Es incómodo decirte "Hey, me amputaran la pierna"— Quedo en shock, no sé que decir. Tengo un sentimiento de temor, mi corazón se acelera y lo veo petrificada. Hasta que se empieza a reír.— Haces caras muy graciosas, es broma...— Me empuja con su dedo índice.

—¿Entonces qué te harán?— Lo quiero ahorcar, en este mismo instante.

—Algo no está bien, pero caminaré. Con mucho empeño lo haré...— Sonrie ampliamente.

—Quiero asesinarte y creo que lo sabes... ahora no te quiero ver...— Le señalo la puerta.

—Pero...

—Vete... Y vuelve con una malteada de fresa... Tal vez te perdone...— Me cruzo de brazos y se va sonriente. No me puedo enojar en un momento tan importante, está a punto de intervenir lo quirúrgicamente. 

...

—Estarás bien...— Aprieto su mano. Parezco una enfermera, secuestre algunos trajes. Una bata quirúrgica, guantes de látex, tapabocas y un gorrito. Está nervioso, muy asustado. Aunque intenta estar relajado.

—Lo sé. Oye, ¿Cuándo terminé todo esto, vamos al parque?— Dice haciendo referencia a la cirugía. —Quiero romperme la otra...— Empieza a reír algo escandaloso.

—Bueno, te puedo ayudar con eso...— Le guiño un ojo y reimos.

—Te diré algo... Pero no te molestas, ¿Ok?— Asiento.— No te ves muy agraciada con eso, deberías quitártelo y quemarlo... Porque de verdad te ves horrible...

—Deberías de agradecer, vengo arriesgándose y sales con esto... Recuérdame golpearte después...

—Listo y anotado...— Hace un visto bueno en la lista invisible que sostiene. Oigo que giran el cerrojo y busco una salida de emergencia, intento pensar rápido, pero mu cerebro no lo hace.— Este es el momento en el que te vas...— Asiento y me ubico tras la cortina.

—Bueno, Tyler... Es el momento...— No reconozco la voz, pero me mantengo inmóvil. Evitando hacer el mínimo movimiento.

—Si no tengo más opcion, vamos... ¿Puedo decir algo?— ¿Qué está haciendo?— Espero un regalo...— Indirectas.

 

Debes admitir que se lo debemos...

No, no compraré nada...

Los regalos caros no son necesarios...

Tienes razón, buscaré algo...

 

Cinco minutos después de que salieron yo lo hice. Reviso el pasillo y camino con tranquilidad. Son las siete y treinta, me iran a ver a las ocho para darme unos medicamentos y Tyler sale en unas dos horas.

En los baños del primer piso me desago de mi atuendo, fue el crimen perfecto. Miro la hora y necesito correr, en cinco minutos exactamente tendré que estar despertando. Las puestas del ascensor se cierran frente a mí y subo desesperadamente los escalones. Es más difícil cada vez y me falta el aire.

Entro en mi habitación y estoy sudando, lo cual no ayuda porque es un día frío. En el baño me hecho agua en la cara y alguien entra.— Violett, ¿Dónde estás?— Pregunta Tina. Suspiro aliviada al saber que no es Clara.

—En el baño, no me siento muy bien...— Golpeo mi frente con la palma. ¿Por qué dije eso?

—Iré por la doctora en seguida...—Salgo del baño y veo como cierra la puerta. Debí cerrar mi bocota. Me abofeteó mentalmente y veo el desayuno. Empiezo a comer, tengo hambre.

—¿Que pasa?, Violett...— ¿Acaso la doctora no descansa ni un segundo? Debe estar por terminar turno, no la quiero molestar.

—Nada, solo era hambre. ¿Supongo que la úlcera?— Me encojo de hombros.

—Ok, vamos a revisar...— Lo de rutina.— ¿Supiste que Tyler está en cirugía?

—¿Enserio?— Intento sonar asombrada.

—Sí, respira... La última, pronto estará mejor... ¿Te cansas mucho?— Pregunta consternada.

—No, ¿Por?— Sonrie y toca con suavidad mi hombro. Tiene esa mirada comprensiva que me asusta un poco. ¿Habrá notado mi mentira?



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En el texto hay: hermanastros, familia, dolor moral

Editado: 28.01.2022

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