Cometí varios errores en mi vida pero creo que el peor error que cometí fue querer deshacerme de mi monotonía para cambiar
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Después de una semana de estar entre pesadillas y sueños entre realidad y imaginación los pensamientos de Alondra la llevaron a atormentarse y a no estar en un estado natural, lo mínimo que quería era seguir durmiendo, al salir de su habitación solo vio a Sofia sentada en el sofá pero así como la vio también se alejo de ella sin darle otra mirada, cogió las llaves de su coche y solo se escucho el estruendo de la puerta, encendió su auto y manejo por más de una hora, al llegar compro unas flores mientras caminaba sus ojos que mostraban calma anteriormente ahora comenzaron a estar húmedos pero no derramo ninguna lagrima, era el lugar donde debió visitar el primer día de llegar a la ciudad.
Alondra con un poco de arrepentimiento se arrodillo en forma de respeto y coloco las flores. Miro el nombre inscrito y una sonrisa de tristeza se asomo en sus labios, sus manos limpiaron el polvo que había acumulado y el nombre inscrito en el era el que ella recordaba, se sentó y las lagrimas poco contenidas ahora se iban derramando una a una.
Siempre decías que querías lirios blancos cuando fuera visitarte pero ahora no me atrevo a hacerlo, solo puedo dejarte estos lirios amarillos para recordar aquellos momentos donde era feliz, eran pocos pero aún así aunque la vida no te sonreía aun tenias una sonrisa para mi.
Recuerdo que uno de tus sueños era abrir una cafetería no entendí el porque querías abrir una cuando a mi parecer no eran rentables y el café era una bebida amarga pero recuerdo que dijiste que aunque hay amargura en el puedes endulzarla y si no puedes hacerlo solo avanzas y sin mirar atrás puedes beberlo y aguantarlo pero después de unos momentos esa amargura se disolverá sola. En ese momento no te entendí pero después de pensarlo me di cuenta de tus palabras. Antes de ir a casa siempre iba a visitarte y podía llamarte abuela sin remordimiento pero ahora aunque quiera hacerlo en estos momentos las palabras no pueden salir de mis labios.
Hay tantas cosas de las que me arrepiento pero me arrepiento especialmente de ese día en que me acompañaste a casa, me arrepiento de no haberme negado que me siguieras.
Las lagrimas de Alondra acompañaban su llanto mientras hablaba, aun era de día pero el cielo daba señas que la lluvia se acercaba, las personas que andaban comenzaban a retirarse una a una pero Alondra siguió sentada evitando todo tipo de preocupación
La lluvia comenzó a emerger fuertemente, Alondra seguía sentada pero las gotas de lluvia no perdonaron nada y comenzaron a mojar todo
Las gotas de lluvia se mezclaron con sus lágrimas, se limpió la cara cuando un recuerdo desconocido se hizo presente cuando cerro los ojos
El sonido de las gotas se escuchaba 'plic' 'plac', al principio todo era oscuro no había ruido solo eran las gotas sonando era un escenario donde el mas mínimo murmullo se escucharía pero todo ese silencio se detuvo para escuchar la voz alterada de Alondra
porque ella puede hacerlo y yo no, porque ella puede empujarme pero yo no puedo defenderme papa dime en que nos diferenciarnos soy tu hija y ella es mi madre pero porque no pueden creerme
_¿Basta? solo esas palabras se escucharon cuando el rostro de Alondra ahora mostraban marca de dedos
_Aun no aceptas tus errores, tu abuela es mayor, su estado es así pero tu aun no admites tu error y muestras siquiera un podo de arrepentimiento
Mama yo no lo hice, ella cayo sola porque no me creen, todas las palabras de Alondra fueron ignoradas sus suplicas no fueron escuchadas
Llorar ayudaba a desahogarse pero para Alondra eso no era algo fácil de hacer, sus palabras solo sonaban vacías para sus padres al ver su rostro frio pero suplicando por algo que no había hecho.
La actitud de Alondra al ver a sus padres cambio en ese instante en que sus miradas fueron de culparla.
Una sonrisa fría se asomo en sus labios y dijo
*No me gusta ser culpable y enmarcada por nada, así que si la abuela esta así por mi entonces debería pagar con la misma moneda con mi cuerpo eso es lo quieres verdad*
Bien ahora que mis palabras son vacías para tus oídos solo puedo disculparme
Nadie del pasillo entendía sus palabras, hasta que Alondra abrió la puerta de la habitación de su abuela, nadie la detuvo y solo la observaron parada al lado del cuerpo aun conectado a aparatos
Antes de que las enfermeras o aquellas personas que estaba escuchando el espectáculo que había en el pasillo reaccionaran Alondra saco un cuchillo de su mano
_¿Es tu abuela en que estas pensando? ¿ Eres un monstruo? una voz llorosa se escucho
Movimientos de alerta se escucharon desde afuera pero Alondra sostenía firmemente el cuchillo sin mostrar cambios en su rostro
Alondra vio a su madre gritándole acercándose paso a paso hacia ella pero antes de que llegara donde Alondra gotas de sangre cayeron al suelo
¿Aun crees que es insuficiente? ¿Debo hacerlo con la otra también? o mejor de una sola vez debería cortarme el cuello que mas quieres que haga madre _Alondra pregunto curiosamente
La mujer que se acercaba a ella se detuvo al igual que las personas que observaban todo para ellos era nuevo pero las enfermeras ya no era novedad y reaccionaron al instante para acercarse hacia Alondra
Alondra al darse cuenta de sus movimientos dijo
_Si das un paso mas mi deuda será mas larga y tendré que morir pronto para pagarle a mi madre y tu clínica será manchada con mi historial, las enfermeras no escucharon sus palabras y Alondra al ver eso hablo de nuevo