Amado Destino // Teller #4

2. IDIOTA INSENSIBLE

IDIOTA INSENSIBLE

 

Me sentía ridícula al comportarme de esta manera, me sentí decepcionada al ver que Rodrigo no ingreso por esa puerta ni al último minuto que mi hermana dijo “Sí, acepto” y con ello me di cuenta que no era lo suficiente importante para Rodrigo como lo quería creerlo.

«Al menos lo intentaste Cass», me alenté internamente y forzándome a sonreír, aunque mi corazón doliera más de lo que pensé que dolería darme cuenta que todo este tiempo no había tenido ningún avance con Rodrigo y nuevamente me había fijado en otro idiota. En ese momento mis ojos se posan sobre la pareja que tengo delante de mí, Adriano y la mustia de su novia.

Pongo los ojos en blanco al darme cuenta del gesto que hace la tipa al verme mientras besa e en los labios al tonto de mi ex.

«Al cabo que ni me importa, ridícula e insegura por mil», pensé y le sonreí con burla.

—¿Estas bien?

¡Mierda!

Exclamo internamente al darme cuenta que me había olvidado de la presencia de Darius a mi costado y seguro que se ganó con cada uno de mis gestos y expresiones, solo espero no haber hablado en voz alta con mi yo interior y parecer una tonta.

—Sí, ¿Por qué? —pregunto poniendo mi mejor sonrisa.

—Parecías graciosa con los gestos que hacías —dice sonriente mientras intenta tomarme de la mejilla y lo esquivo automáticamente, evitando su contacto.

—No me acostaré contigo —le susurró al oído haciéndole sonreír ampliamente y negar con la cabeza.

—Tan directa como siempre Cassandra.

Solo me encojo de hombros y sonrió.

—Vayamos a felicitar a los nuevos casados y luego te invito un trago.

«Acéptale el trago al final este clavo está muy bueno para sacar de tu cabeza y corazón al otro idiota insensible, al final él tomo su decisión al no venir y recuerda que prometiste que todo se terminaría y chaparías con cualquiera que estuviera soltero en la boda de Alexa», me mal aconseja mi voz interior.

—Planeta tierra llamando a Cassandra…

La broma de Darius me devuelve a la realidad y si hare caso a mi mal consejera, al final de cuentas él se lo pierde. ¿Quién se resistiría a mis encantos?

«Rodrigo Cruz»

Resoplo al responderme yo sola.

—¿Ya terminaste tu debate interno?

Suelto una carcajada ante su comentario.

—Bien vayamos a felicitarlos y tomemos esos tragos —digo entrelazando mi brazo al de Darius.

Llegamos donde los novios para felicitarlos y abrazarlos, en verdad estoy muy feliz por ellos. Siento envidia de la buena al ver que mi hermana volvió a sonreír, ser feliz con su esposo y sus hijos.

¡Te lo mereces!

Exclamo abrazándola tan fuerte como puedo.

—Pronto el amor tocara tu puerta —dice Ale mientras toma mi mano entre las suyas y mentalmente me respondo que eso no será posible porque siempre pongo los ojos donde no debo.

«¿Quizá soy yo la del problema»?

Agradezco las palabras de Alexa y me retiro con Darius, quien al menos con sus estupideces me hace reír y olvidarme de ese idiota. Ya llevo cuatro shot de tequila y soy consciente que el alcohol no es mi fuerte, al sentirme un poco mareada.

—Voy a los servicios.

—Te acompaño —se ofrece Darius quien entrelaza su brazo al mío sin darme opción a negarme.

Ingreso al baño me refresco un poco el rostro al ver que este están cobrando un color rojizo y se sienten algo caliente. Respiro profundo, me retoco el maquilla y salgo decidida a olvidarme de ese idiota, posiblemente me falta buen sexo para olvidar a ese idiota.

Salgo y lo primero que hago es apoderarme de los labios de Darius, tomándolo por sorpresa quien en primer momento no reacciona para luego unirse a la danza de mi lengua.

¡Hermana…!

Exclamo sorprendida al encontrarme con los ojos de mi hermana, me siento apenada que me vea con su cuñado.

—Yo no vi nada… —dice Alexa y desaparece sin darme opción a decir algo.

—¿En que estábamos? —pregunta Darius con esa mirada lleno de lujuria.

Estoy a punto de negarme a continuar cuando mis ojos se encuentran con los de Rodrigo quien parece reflejar el infierno en ella y como a mí me gusta jugar con juego, pues ahí voy y me lo beso sin quitar la mirada de él haciéndole tensar la mandíbula.

«Bien se lo merece por idiota», digo mentalmente.  

Intenta dar un paso hacia nosotros, pero es detenido al escuchar el llamado de mi hermano Noah quien también me obliga a soltarme de Darius.

—¡Vayamos a bailar…! —propongo y sin esperar la respuesta de Darius lo arrastro hacia la pista de baile. Tengo que cabrearle la existencia a alguien, que sienta que me puede perder —digo mentalmente sonriendo como la maldita diabla que soy.

Mientras bailo busco la mirada de Rodrigo y comienzo a mover la cadera tan sensual provocándolo, puedo disfrutar de los celos que siente y me hace sentir poderosa. No me pierdo ninguno de los bailes, y tampoco rechazo las bebidas. Me siento feliz de tener a Darius siguiéndome en cada uno de los bailes.

Me excuso un momento para ir a los servicios y cuando salgo de ellos, siento una mano tomarme fuertemente del brazo obligándome nuevamente a entrar al baño.

—Señor Cruz… —digo con burla.

—¿Podrías parar lo que estás haciendo? —gruñe haciéndome prisionera contra la pared.

—¿Y si me niego? —pregunto con picardía tomándolo de la corbata jalándolo hacia mí, dejando centímetros de distancia de mis labios.

—Serás castiga… —responde con la voz ronca, que me hace temblar las piernas y sentir como mi intimidad se contrae.

¡Castígame macho…! Digo con la voz cargada de excitación, intento besarlo más el me rechaza poniendo su rostro por otro lado, dejándome completamente fría y con la sangre a punto de calentarse.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.