Amado Destino // Teller #4

8. ¿TE CASARAS CON MI HIJA?

¿TE CASARAS CON MI HIJA?

 

Después de dejar a Cass en casa de sus padres decidí ir a hablar con mi madre, era mejor parar sus ataques contra mi mujer de una vez por todas y no dar más rienda suelta a sus ataques de mujer superior o querer hacer lo que a ella le parece.

—¿Papá la abuela no quiere a tía Cass?

Sonrió ante la pregunta de mi hijo.

—¿Tú la quieres?

¡Sí…! Gritó entusiasmado mientras en su rostro se forma una enorme sonrisa.

La tía Cass siempre fue buena con nosotros, yo quiero vivir con ellos y con Luna, por favor papá cásate con la tía Cass. La abuela dijo que te vas a casar con tía Renata —dice haciendo un puchero.

—¿No te cae tía Renata?

—Mmmm… —sí quiero a tía Renata, es buena, pero quiero más a tía Cass para poder ser primo de Luna. Si papá, cásate con la tía Cass.

Sonrió ante la ingenuidad de mi hijo, el piensa que casándome con Cass va ir a vivir con Luna.

—Vayamos a ver a la abuela —digo revolviéndole el cabello.

Saludo a Martita mi nana y la nana de mi hijo quien corre a abrazarlo. Pido que se lo lleve a su habitación mientras yo me dirijo a ver a mi madre quien se encuentra en el jardín junto a mi padre.

—Hasta que por fin te dignas en aparecer, me avisaron que hace ratos salieron del hospital.

Respiro profundo para no responderle con una grosería porque la idea no es pelear con ella, solo dejarle claro que no pienso permitir que se meta en mi relación y mucho menos decida con quien puedo o no casarme.

—¿Dónde está mi nieto? —pregunta mi padre mirando detrás de mí.

—Se fue con Martita —digo sentándome junto a ellos.

—Supongo que ya terminaste lo que sea que pretendías iniciar con esa muchachita.

—No, al contrario —digo tomando asiento frente a mis padres. Y justo por eso vine a visitarte, quiero que salgas y aclares lo que sea que hayas dejado entre ver a la prensa. No pienso y no tengo la intención de comprometerme con Renata, la quiero y la aprecio más no me voy a casar con ella solo porque así lo deseas.

—Buen día…

—Grosero…

¡Mierda!

Maldigo mentalmente, pero estoy seguro que no puedo retroceder el tiempo y evitar que Renata escuche lo que acabo de decir. En fin, de todas maneras, es mejor que se dé cuenta que no tengo ninguna intensión de tener relación alguna con ella, es culpa de mi madre por haberla invitado.

—Buen día querida, toma asiento…

—Hola Rodrigo —saluda algo apenada y me siento un poco mal.

Solo asiento levemente, bajo la mirada furiosa de mi madre quien se apresura a pedir que nos traigan los desayunos que yo rechazo, no pienso darle pie a que esto vaya para más.

—Disculpa que no pueda quedar a tomar el desayuno con ustedes, pero debo irme a ver algunas cosas —me excuso. Ya sabes lo que tienes que hacer madre, espero no pasar por los mismos conflictos otra vez.

—Pero…

—Nada madre… —la corto.

—Me vas a escuchar así no quieras, tú te mueres por defenderla y mira como habla la gente de ti en las redes. Hay fotos de ella con su novio, no eres más que su burla.

No respondo nada y solo atino a salir del jardín.

—Voy contigo —escucho decir a mi padre detrás de mí.

No respondo y continuo mi paso sin ver atrás, no quiero dejar que mi madre me observe afectado por su comentario y mucho menos entrar a las redes.

—Vayamos a la biblioteca, tomemos unos tragos —dice mi padre guiando el camino, solo asiento y lo sigo.

Observo a mi padre servir las dos copas de wisky, demasiado para ser temprano, pero muy necesario para pasar el mal sabor de lo que viene siendo estos días. Quiero mentalizar y creer que lo nuestro va funcionar, demostrar que podemos superar nuestros miedos y formar la familia que tanto deseo.

—Ignora lo que dice tu madre —habla papá mientras da un sorbo a su trago.

Doy un trago a mi copa.

—¿Estás de acuerdo con lo que pretende hacer mi madre? —pregunto clavando mis ojos sobre los suyos. Recuerdo claramente cuanto él se había opuesto a mi relación con Mabel, que habíamos terminado en malos términos y nos alejamos por muchísimos años hasta que sucedió el accidente. Si no hubiese pasado lo del accidente probablemente no habíamos vuelto a conversarnos.

Lo escucho suspirar y tomarse un trago más.

—No pienso perder más años de mi vida en conflictos con mi único hijo y mi nieto, yo apoyare en todo lo que decidas hacer. Después de lo que sucedió contigo y con Mabel me arrepentí de no haber podido convivir con esa muchacha, ahora quiero compensar todo mi cariño con mi nieto.

No puedo evitar sorprenderme por lo que dice mi padre.

—¿Estás seguro poder lidiar con todo lo que viene?

—Si —respondo con firmeza.

—Yo quiero conocer y tratar a esa joven, hablare con tu madre para evitar cualquier momento incómodo. Por favor hijo, no seas tan dura con ella —ya es mayor —dice mi padre golpeando suavemente mi hombro.

—Ella no copera padre, pero tratare —digo en símbolo de agradecimiento.

—Iré a verlas y también hablare con Renata, después de todo ella es la hija de mi amigo y no puedo permitir que por las ideas locas de tu madre termine lastimada esa niña.

—Gracias —le digo a mi padre antes de que se vaya y me quedo pensativo.

«Quizá fui demasiado duro y grosero»

Sacudo mi cabeza y prefiero marcharme antes de sentirme culpable, porque de culpable no tengo nada. Me despido de mi pequeño quedando que por la noche pasaré por él para ir a casa, por mientras que acompañe a sus abuelos.

Al llegar a casa aprovecho en llamar a Román mi socio para ver si todo marcha bien en la empresa quien me comenta que todo está tranquilo y no hay necesidad de que me presente. Después del accidente donde tuve que retirarme por obvias razones de la policía, decidí hacer sociedad con mi amigo para formar una empresa de seguridad para empresarios.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.