Amaia la humana del alfa libro 4 saga (humanos y lobos)

Capítulo 2

Capitulo 2

Nicolás Miller

Me miro al espejo viendo mi reflejo soy un  hombre lobo alfa gama de 207 años el cual parezco de unos 20 años humanos, aunque mis primos y sobrinos han envejecido un poco a pesar de no encontrar sus mates eso solo me deja claro que mi mate o aún no nace o cuando llegue a mi vida será muy joven y aunque soy mayor por varios meses de mi sobrino beta y mi primo delta y los dos se ven mayores que yo por lo menos cerca de 25 años en cambio mi sobrino que es humano, pero tiene el gen de lobo el cual tiene 185 años tiene el aspecto de un chico de 23 años igual que yo.

Hoy saldremos a sur América para distraer un poco a mi sobrino, ya que hace casi un año que murió su esposa y eso lo tiene hundido en una depresión su hijo de dos años y medio es la fiel copia de ella haciendo más difícil que él pueda olvidarla por eso mi hermana atenderá al pequeño mientras nosotros viajamos a dar unos talleres a los líderes de algunas manadas en algunos países de bajo recursos incluso pienso en invertir en un bar de nuestra cadena para contratar algunos de los lobos de esas manadas para dirigirlo y así poder ayudarlos aún más.

–Nico  ya estamos listo así que vamos a buscar a Adriano –dice  mi otro sobrino Maxi.

–Vamos  –digo caminando delante de Maxi, entramos a los coches y  luego de 10 minutos llegamos a su casa, ya que a la manada ir creciendo hemos tenido que comprar todos los terrenos de los alrededores haciendo que de extremo a extremo tardemos casi 30 minutos en coche al recorrerla esta se ha vuelto la manada más grande de toda Canadá y creo que América desde que mi padre el actual alfa permitió que los mates se quedaran aquí sin importar su especie nos ha mantenido por siglos sin bajas además tener una universidad dos preparatorias y dos primarias, también un centro de talleres artísticos, además de un hospital y una clínica entre otras cosas más han hecho que ningún licántropo desee irse porque aquí tenemos de todo incluso hace unos años compre un terreno a solo una hora de aquí y construimos un centro comercial donde cada empleado es de nuestra manada, pero lo más importante que me parece que ha hecho mi padre es recibir algunos rogues arrepentidos después de pasar por las manos de mi sobrina Paloma o mi hermana y ellas descubrir con tocar sus manos si es sincero son acogidos dándoseles una oportunidad de rehacer su vida.

Salgo de mis pensamientos cuando mi sobrino me toca el hombro dejándome en claro que llegamos ambos salimos del coche veo a mi sobrino Adriano salir con su maleta me brinda una sonrisa forzada.

– ¿Estás listo? –pregunto  cuando tomo su maleta mirando a uno de mis guardias para que nos dé espacio.

–Si  tío ya mi madre paso por Julián así que vamos antes que me arrepienta –dijo  en tono divertido pero apagado.

–Pues  corran –dijo  el payaso de Eduardo todos tenemos nuestra propia personalidad.

Eduardo: el payaso.

Maximiliano: el serio.

Adriano: el divertido.

Bueno yo soy el recto y sangrón, pero a veces soy divertido y hasta payaso.

Varias horas después estamos aterrizando en el punto de encuentro que sería Colombia luego iríamos  a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana Francesa, Paraguay, Perú, Uruguay  y finalizaremos en dos meses en Venezuela en la cual solo tardaremos una semana porque solo cuenta con una manada y no tienen los recursos para viajar a otro país a tomar los talleres.

Después de llegar decidimos descansar y salir a buscar una chica o bueno chico no sé ellos por eso decidí llegar a Colombia primero, ya que aquí hace un año mande a construir un bar, pero quiero otro en Brasil y uno en Argentina, ya que son a los que más viajaremos por ser los de manadas más grandes.

–Nos  vemos en tres horas en  el hobby –les  digo al separarnos en el hotel.

–Bien  preparen el cañón para disparar –bromeo  Eduardo refiriendo a nuestro paquete.

–Puntual –dice  Maxi serio.

–Tranquilo  primo descansa –le  dice Adriano juguetón.

–Ya  llame y les dije que guarden los culitos más lindo sin importar el sexo –dije  y me apresure a cerrar mi puerta, ya que esa es una broma para Maxi porque él tiene un fetiche con las nalgas grandes, blancas y paradas incluso sin importar si es de hombre o mujer aunque él se niega a aceptar que es bisexual como lo son Adriano y Eduardo yo respeto sus gustos, pero yo me considero completamente heterosexual solo cambiaría por mi mate, pero ya eso no importa, ya que nunca la o lo conoceré.

Salgo de la ducha busco un pantalón negro, una camisa negra con rayas blancas, una van negras, una chaqueta de cuero con un lobo dibujado detrás (el cual es una copia de mi lobo Rood) y mi apellido, me coloco mi reloj me agrego perfume acomodo mi cabello un poco largo y castaño, miro mi look y sonrió mis ojos marrones adornados con esas grandes pestañas heredadas de mi madre resaltan mis ojos haciendo que siempre me halaguen estos, tomo mi llave, mi cartera y móvil para ir a encontrarme con mis amigos.

{Nico hoy no tengo ganas de montar}-me dice Rood refiriéndose a tener sexo, eso me pareció muy raro, ya que él es quien elige la chica para coger incluso hemos montado algunas lobas en su forma de lobo, la última la cual era una loba muy atrevida la vimos en el bosque en España jamás supe cómo era ella en su forma humana porque solo cogimos pues ella estaba en celo y su olor era muy atrayente después de follarla Salí corriendo, ya que no quería que ella me descubriera, pero supongo que su celo la privó de saber quién la alivio porque jamás volví a saber de ella.

¡Por suerte!

–Ya  quede con los chicos iremos, pero no follamos y ya –respondí  ya que me gusta estar contento con él estoy seguro de que si ve algún buen prospecto él lo pedirá.

{Bien, pero ya sabes} –dijo  lo respondí con un sonido afirmativo.




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