Amaia la humana del alfa libro 4 saga (humanos y lobos)

Capitulo 19

Nicolás Miller

Maratón 

Después de ir donde una Wika amiga Yo tenía todo planeado pensé que el plan no se me daría mi idea era que  encontrarme con ella en el lugar, pero por el secuestro no tan secuestro de Eduardo cambiaron un  poco los planes, pero aun así logre hacer lo que tenía planeado el brazalete de Amaia le desactivo el conjuro de ocultar su esencia mientras que el collar le proporcionaba mi  olor para evitar que al menos los sobrenaturales se les acercaran aún quedaban los humanos, pero eso no me preocupaba, ya que al lugar donde ella iba solo había humanos mates de algún lobo, eso me mantenía concentrado en mi plan.

 

Al llegar a España fui de inmediato al instituto lo primero que deseaba era ver a mi hermosa mate.

Pero al llegar esta no estaba me pareció extraño, pero seguí mi camino hasta la oficina del director.

 

 —Entonces ayudara con algunos asuntos a mis hijos si le concedo su petición   — dijo el lobo mirándome yo solo asentí mirando Eduardo no podía apartar mi vista de sus dorados cabellos esa Wika merece un gran regalo de mi parte hizo un trabajo excelente.

 

  — Bien síganme — dijo el director ese olor me golpeo colmo una bala lanzada desde el piso 70 por un francotirador.

¡Cerezas! Dios como la amo, sentí mi alfa despertara después de tres años dormido, mi dulce mate cumple 16 en unas semanas y ya llego el momento de hacerla oficialmente mi novia, pero ahora quiero que ella me vea como un simple adolescente por eso dejaré mi instinto y mis partes animales hacer el trabajo sucio.

Al verla mirarme supe que inconscientemente tener por más de dos semanas mi esencia la haría tener esa reacción a pesar de no ser yo físicamente existe la conexión.

{Ahora a conquistar a nuestra luna} — dijo Rood emocionado, podía sentir como agitaba su cola de un lugar a otro.

[Mi dulce y bella mate, ahora si estoy preparado para ti mi bella luna] — murmuro Haviel sentí un suspiro desde dentro de mi alfa que me dejo con una ceja alzada.

  — Tampoco los quiero maricas y llorones, así que vamos por la madre de nuestros futuros cachorros — murmure emocionado.

 

Habían pasado dos semanas en las cuales yo sigo a mi mate a todos lados ella me mira sospechosa, pero no dice nada y yo sé que está luchando con lo que siente por Nicolás y Duncan, pero ya falta poco para su cumpleaños y ahí será que si ella me acepta podrá verme solo ella podrá romper este hechizo que me hace ver como yo quiero verme para ella, pero al ella aceptarme me verá como realmente soy.

 

Las pequeñas lobas me coquetean sin imaginar que yo hice toda una travesía para lograr estar con mi Amaia mi humana, mi dulce y bella mate. 

 Eduardo y yo caminamos por el instituto riendo por alguna que otras bromas que vine haciéndome mi bella mate aún no creo que eso no se le quite tengo algo de temor que cuando nos casemos me salga con una de esas bromas aunque debo decir que las de ahora son algo más elaboradas como llenar mi casillero y el de Eduardo de preservativos y lubricantes los chicos asumieron que éramos parejas, luego otro día monto un coraje de él y yo en posturas algo comprometedoras desde el punto que ellas las tomaba es una niña bastante mal pensada para su corta edad.

Luego estuvo esa donde puso un montón de condones inflados con  nuestros nombres en el curso y el profesor nos regañó enviándonos  a la oficina del director yo no sabía si reír o maldecir por la mente de mi mate.

  — Y ahora que hacemos  — dice un  molesto Eduardo al ver los neumáticos de nuestros autos pinchados con una hermosa  "A" dibujada en cada uno era una declaración de guerra y todo se debe a que cada vez que puedo le robo un beso haciéndola suspirar cuando me alejo dejándola con los labios rojos e hinchados.

  — Tengo una idea vamos a hacer una visita — dije tomando un taxi.

 

Narrador omnisciente 

 

Amaia llego a su casa entre risa esos lobos no llegarán a casa temprano y eso le paso por coqueto ni porque ella lo hizo pasar por gay era dejado de ser asechado por las lobitas y ella no sabía por qué le molestaba eso.

 En realidad le duele saber que Nicolás no estaba interesado en ella solo madama mensajes de vez en cuando, pero al parecer la olvido según él estaría en su cumpleaños si ese era su deseo y eso la confundía, pero quizás si los veía a los dos juntos fuera más fácil aceptar que Nicolás no era para ella aunque no dejaba de sentir eso que sintió desde siempre por su lobo gruñón.

Amaia entro a la ducha y después de un rápido baño se puso unos pijamas de lobitos muy cortos y cómodas fue el regalo de las hechiceras hijas de Maxi, luego bajo a la cocina en búsqueda de comida.

  — Hija saldremos al supermercado llegaremos en unas horas — dijo Pablo siendo silenciado por el sonido del timbre, Amely olisqueo el ambiente y pudo sentir su loba inquieta ya sabia quienes eran por su olor, pero no pudo evitar la sorpresa al verlos así.

  — Buenas tardes, somos compañeros de clases de Amaia  — dijo Nicolás con falsa inocencia Pablo lo miraba con duda y Amely sin creer que hizo eso ya entendía en comportamiento de Amaia aquella vez que ella le mostró lo sucedido solo pudo ver sus emociones y lo confundida que estaba por un nuevo amor jamás imagino que era el imbécil de su hermano.

  — Pasen chicos aunque nosotros íbamos de salida, pero quedan en casa — dijo pablo amablemente.

— Gracias soy Duncan y él  es Robín — dijo mirando a su hermana la cual hablo por el vínculo diciéndole lo furiosa que estaba por lo que está haciendo, pero con tomar su mano vio todo lo que ha sucedido y sonrió con suficiencia.

  —  pero que coñas hacen ustedes aquí  — grita la humana al salir comiéndose una manzana no se percató de su ropa hasta que el lobo rubio la miro como ella mira una tarta de chocolate cubierta de fresas y rociada con caramelo, el rubio se relamió los labios con descaro.




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