Amaia la humana del alfa libro 4 saga (humanos y lobos)

Epilogo

Nicolás Miller

—Dios! como duele te odio lobo gruñón jamás me volverás a tocar—gritaba Amaia mientras era atendida se nos presentó algo superextraño los nuevos líderes nacerían todos el mismo día bueno mejor dicho todas, ya que eran niñas.

—Lo siento mi reina —dije absorbiendo su dolor, la vi calmarse y seguir respirando podía escuchar los gritos de los otros  parturientas el pobre de Maxi se debe estar viviendo loco y Eduardo es otro cuento.

—Alfa ya viene la próxima líder —me dijo la doctora me acerque a mirar y vi una mata de cabello claros su llanto me dio en el pecho de una manera jamás inimaginable ni siquiera con el nacimiento de Amaia me sentí así de protector sentí a mi alfa observa todo cauteloso.

La miré a los ojos y esta los cambio de morado a rojo y luego aún extraño color gris debo investigar esto es nuevo.

[Ella es especial]—dijo Haviel

—Mi amor ella Amila la próxima líder de la manada Dulce de Luna—dije emocionado me alegraba ser el padre de una nueva generación de chicas líderes.

—Es muy parecida a mí—respondió sonriendo luego otro dolor la atravesó y escuche en llanto de mi otra hija ya en mi familia son tan comunes los mellizos que ni me sorprendió.

—Aqui esta la segunda esta hermosa es una alfa gama sus ojos cambian de rosado a morado y luego a rojo para al final ser tan azules como los de su hermana, ella es mi Naila—dije emocionado mientras la sostenía.

—Ya no más bebes—dijo Amaia antes de quedar dormida, estos meses de casados fueron espectacular ella es tan jovial, alegre, divertida y con el embarazo  ha sido aún más emocionante.

...

Miro a mi humana con los brazos llenos por mis dos princesas en su regazo ambas niñas son igual a ella al nacer sé que serán hermosas y solo ruego a la Diosa Luna porque no sean tan impulsivas como su madre.

—Que miras alfa gruñón—escuche decir a mi bella mate, mi reina mi Amaia, no puedo dejar de pensar en todo lo vivido con ella y lo cierto es que no me arrepiento ella ha sido ese toque de sazón que le hacía falta a mi vida triste y amargada.

—Solo miraba lo que es legalmente mío.

—Oh ya veo pues alfa tiene razón todas somos tuyas mi alfa—dijo ella en tono coqueto, un gruñido salió desde mi interior.

—No provoques a la bestia— murmuré.

—Y que tal si yo quiero provocarlo —dijo acostando ambas niñas en su cuna y caminando hacia mí dejando caer su bata de baño

Estos años serán muy divertidos de eso no tengo dudas pues al fin la tengo a mi lado, al fin:

Amaia es la humana del alfa

 

 

 




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