Matilde: eso quiere decir que no me dijo una mentira. Solamente que eso jamás lo había escuchado antes y me parecía imposible creerlo, pero más viniendo de él.
Nana: así que debes de creerle. Porque todas sus palabras se las dictara su corazón y me imagino que saldremos al parque para que te puedas distraer de este día.
Matilde: si quiero salir al parque antes de que sea la hora de la comida. Esta sería una oportunidad para comprarme una nieve de chocolate y la última vez no pude comprármela, necesito que tú me acompañes porque ir con una sirvienta no es lo mismo que contigo y siempre he estado acostumbrada a tu presencia, así que me acompañaras y sirve que seguimos conversando en otro lugar.
Nana: está bien, mi niña. Espero que la mentira que le dijiste a tu prometido sobre Isabela no tenga ninguna consecuencia con tu futura boda.
Matilde: se perfectamente que él se lo dirá a su hermano y con esa intención lo hice. Porque puede ser el principio de una bonita historia de amor o tal vez nunca se pueda realizar.
Nana: eso muy pronto lo sabremos. Seguramente tus tíos se sorprenderán cuando lo vean llegar a su casa por la novia que nunca espero.
Matilde: presiento que pasara algo inesperado entre ellos. Ahora me pregunto qué pasará por la mente de Damián y sobre todo que pensará hacer, pero debemos dejar que ellos decidan su destino.
Ellas se levantan de sus asientos y salen de la casa para poder subirse a su auto. Matilde y su nana se suben para poder dirigirse al parque, además ella sonríe cuando estaba conduciendo camino hacia su destino
En la casa de la familia Reynolds Davies
Damián: acaso pensaste que no me iba a enterar de tu futuro matrimonio. No permitiré que te cases con otro hombre sabiendo que eres mía.
Isabela: yo nunca he sido tuya para que te refieras a mí de esa manera. Será mejor que te vayas antes de que mis padres te escuchen hablando y te recuerdo que tú me dejaste plantada en el altar, así que no existe nada que nos una, pero si me quiero casar lo hare.
Damián: no te conviene volver a repetir esas palabras. Solamente vine por ti para impedir tu matrimonio, porque te casaras conmigo ahora mismo.
Isabela: debes de irte y no entiendo como le hiciste para entrar a mi casa. Ahora nada de eso importa y te deseo que seas feliz, porque yo lo seré al lado de la persona que me ame.
Damián: estas deseando nuestra felicidad y como te dije alguna vez en el pasado yo seré el hombre que compartirá tu vida para siempre, además todavía llevas tu anillo de compromiso.
Isabela: no puede ser que todavía lo lleve. Seguramente me acostumbre a él, porque era un obsequio que me habías dado y necesito devolvértelo.
Damián: el anillo es tuyo y necesito que me acompañes a la puerta, pero quiero que me des un beso de despedida y después de esto te dejare en paz.
Ella no sentía sincera sus palabras y tenía que acompañarlo para que se fuera. Isabela no creía que hiciera algo estando en su casa y tampoco entendía quien le había dicho que se iba a casar. Ellos llegan a la salida y Damián la empieza a besar, solamente que lo único que recordaba de ella eran sus besos y él no se iba a ir de esa casa sin ella, así que cuando estaba a punto de alejarse la carga entre sus brazos
Isabela: sabía perfectamente que esto pasaría y quiero que me bajes. Porque no iré a ninguna parte contigo y nunca olvidare el tiempo que estuve esperando a que llegaras a la iglesia.
Damián: quiero que me perdones, por favor. Además, fue demasiado difícil para mí lograr entender lo que sentía por ti, necesito llevarte conmigo para que ya no existe ningún impedimento para que estemos juntos y después hablaremos con mis suegros para explicarles, solo necesito que me des una oportunidad y al convertirte en mi esposa serás únicamente amada por mí.
Isabela: tuviste la oportunidad en el pasado y lo único malo es que no se puede regresar el tiempo. Pero no pienso ir contigo a ninguna parte.
Damián: mi intención es robar a mi futura esposa. Porque esa es la decisión que tome cuando vine a verte, así que antes de llegar arregle todo para que nos casáramos.
Isabela: nuestra boda no sería valida si lo hacemos de esa manera. Además, mis padres todavía están enojados contigo y nunca te aceptarían como mi esposo.
Damián: entonces celebraríamos otra boda según las costumbres de nuestras familias y de este día no pasa para que lo seas. Nada más te recuerdo que yo no soy un hombre romántico y prefiero hacer las cosas en ese preciso momento.
Él mira a su alrededor y camina con ella en brazos, Damián sabía que Isabela estaría sola en casa y por eso fue demasiado fácil entrar a verla. El conocía su rutina diaria y lo hacía para cuidarla, pero no entendía de donde había salido el hombre que quería quitarle su amor. Ellos llegan a la salida para después subirla a su auto y él también lo hace, solamente que los sirvientes se dieron cuenta de lo que estaba pasando y no pudieron hacer nada para impedirlo. El conduce su auto para llevarla a su nueva casa