«— Mami —Jedward la llamó—. Si no te casas con papá, ¿me puedo casar yo con Dasha?
— Te dije que no es posible eso, cariño —dijo Nicole, con voz dulce—. Es tu prima, ambos están pequeños y tu tío Damon no dejaría que le robes a su hija.
— Es que ella es tan bonita —gimoteó su hijo—. Quiero hacerla mi esposa, por favor. Me voy a portar bien, no haré nada malo y…
— Tú nunca te portas bien —dijo Nicole, bromeando—. Hagamos una cosa, dentro de poco ambos irán al jardín de niños, puedo decirle a tu tío Damon que deje a Dasha en tu mismo salón…
— Que no es mi prima, pero acepto.
— Mocoso…»
«— ¿Se puede saber qué están haciendo en mi casa? —preguntó Volkan, cerrando la puerta de golpe—. No los invité y tampoco les dije que podía venir cuando quisiera.
— Estamos aquí porque Liam quiere ver a su hermana —respondió Darren, chasqueando la lengua—. Veo que este sitio tiene buenas cámaras de vigilancia.
— Espera un momento, ¿cómo que tu hijo?
— Liam y Dasha son gemelos —respondió Carmen, dejando a su hijo en el piso—. Es complicado de decir, pero…
— Mi hermano Damon no lo sabe, solo cree que tuviste una hija —completó Volkan por ella—. Pensar que pudiste haber cambiado para bien, aun así, sigues siendo la misma mujer que solo le interesa el dinero y nada más.
— Eso no es así, yo cambié y si dejé a Dasha con Damon fue por un bien mayor —Carmen miró con ternura a su hija, la cual estaba feliz de ver a su hermano—. La vida no es siempre como queremos, estoy aquí porque quiero hacer las paces y que mis hijos se vean de vez en cuando.
— Mi hermano no permitirá que esto pase, se quedará con Liam también…
— No se quedará con Liam —Darren se puso delante de Carmen—. Liam es mi hijo, Dasha es hija de tu hermano. Fin de la discusión.
— ¿Quién te dice a ti que no le diré nada a mi hermano? —preguntó Volkan, con deseos de querer matarlo, pero Nicole lo agarró del brazo antes de que diera el primer golpe—. La mafia me tiene sin cuidado, no me importa lo que tengas que hacer para…
— En ese caso, sería una lástima no saber en dónde se encuentra Natacha —dijo Darren, con aire de superioridad—. ¿Qué eligen? ¿Decirle a Damon que tiene otro hijo o saber en dónde mi padre tiene a Natacha?
— No es justo que nos hagas esto, Darren —dijo Nicole, metiéndose en la conversación—. Eso de ponernos a elegir no está bien.
— Es lo mejor para todos, Liam se queda conmigo, ustedes saben en dónde se encuentra Natacha y nada malo pasa —se encogió de hombros—. Sería una lástima que, durante una noche oscura, Damon muera…
— ¿De qué me estás hablando?
— Yo fui la de esta idea —dijo Carmen, mordiendo su labio—. Damon se queda con Dasha, yo con Liam y ustedes tienen la información que necesitan para que Natacha caiga en prisión.
— ¿No crees que estás siendo muy egoísta? —bramó Volkan.
— No, estoy salvando la vida de tu hermano, porque Darren iba a buscar a Dasha de cualquier modo, necesito tiempo para decirle a Damon que tenemos… que Liam es su hijo —Carmen corrigió la parte final—. ¿Aceptan o Damon muere?»
Jedward se mordió el labio, sentía mucha tensión sexual en su cuerpo, que ya no sabía qué más hacer para quitarse esas ganas que no se iban a ir bajo ninguna circunstancia.
— Cuando dijeron que te veías estúpido por ver a mi mamá, imaginé que era mentira —Jasha le dio una cachetada en el rostro—. Mírame a mí, soy tu hija.
— Y tu madre es mi futura esposa —la cargó sin mucho esfuerzo—. Además, tienes prohibido ir conmigo a todos lados…
— Pero aquí estamos —Jasha suspiró, como si fuera una enamorada—. Con el hombre que será mi esposo, porque lo voy a comprar cuando tenga mucho dinero.
— Es mayor que tú —le tapó los ojos, y la llevó hacia otro lado—. Matarás al pobre chico de un susto, no quiero que me demanden por acoso y ya es bastante cansado tener que hacer qué te traigan de la escuela hasta aquí.
— Es que la vista es hermosa —Jasha quitó su mano, y suspiró como si estuviera enamorada—. Mamá dijo que no puedo presionar las cosas, porque no sé qué es el amor, pero quiero comprarlo para mí.
— Eso mismo dijo tu tío Liam acerca de mi hermana —bufó, y se sentó con ella en sus piernas—. Esto es importante, no lo arruines más de lo que ya lo has hecho.
— Bueno, no me importa, de todos modos me lo compraré para mí y nadie podrá decirme que no —dijo con seguridad—. Tengo un país…
— No tienes un país, por el amor de cristo —hizo que lo mirara—. Ese sitio es todo menos un país, es un lugar que es turístico gracias a mí…
— ¿Por qué me mientes?
— No te he mentido y por eso casi te vas a los golpes con tu prima —le pellizcó la nariz—. Trata de ser un poco igual a tu hermano, él no se mete en tantos problemas como tú.
— Es que él es igual a mamá —Jasha se cruzó de brazos—. Ven el mundo con calma, paz… yo lo veo como en las novelas…
— ¿Novelas? —preguntó riendo—. No me hagas reír, mocosa del demonio.
— Es que las novelas me enseñan más que tú —se encogió de hombros—. No me sirves de mucho y a decir verdad, ya no me gustas como padre. Lo odio…
— Tienes que amarme por sobre todas las cosas, porque para tu mala suerte, soy todo lo que tienes —evitó que mirara al chico—. Escucha, es casi trece años mayor que tú, tiene este trabajo porque necesita cuidar de su familia…
— Yo puedo…
— No, no puedes nada —apretó el puente de su nariz—. Harás que me demanden por acoso, dejarás de venir a este tipo de lugares, ya te lo dije.
— Espera y verás, él será mío bajo cualquier cosa en el mundo y nadie podrá decirme lo contrario.
Jedward suspiró cansado, su hija era una bomba atómica y su razón de ser una persona molesta…