Amanda

MUJERES

Darian creyó tocar el cielo con las manos en ese beso. Era una experiencia distinta a otras, única e inexplicable. El sexo era diversión, posesión y lujuria, pero esta sensación, esta pasión que golpeaba en sus venas jamás la había sentido. Era necesidad, urgencia, dolor, angustia, felicidad y por sobre todas las cosas, deseo, unas ansias de hacerla suya. Pero para eso, debía estar segura de que ella pasaba por la misma situación y no que era fruto de la inocencia. La beso con reverencia, disfrutando con todos sus sentidos hasta que Aurora emitió un pequeño gemido de placer y el, sonrió. Se separaron extasiados y entonces el murmuro

_Esto es solo el principio. El resto depende de ti.

_Bueno yo…poco se de esto, en realidad: nada. _ confeso ella avergonzada.

_Hay mucho que puedo enseñarte a parte de besar y acariciar. Solo depende de ti. Este matrimonio puede ser mucho más que un contrato, puede ser algo más sublime, una unión eterna. Piénsalo_ y sin decir palabra alguna se retiró dejando tras de sí a Aurora un tanto confundida, preguntándose qué tipo de relación iniciaría.

_Mujeres…_ musito Darian mientras se dirigía a su despacho_ ¿Qué demonios me sucede con Aurora? ¿Cómo puede ser que pierda todo autocontrol cuando estoy con ella?

Absorto en sus pensamientos se encerró para tratar asuntos de Estado. Por un lado, la relación con Faryas era cordial, de eso no debía preocuparse, pero los guerreros del oeste eran de temer, especialmente para los residentes del bosque de Kryon. Sus espías descubrieron un campamento armado junto a la frontera comandados por Gregor el Temible. Conocido por su crueldad y falta de códigos, el líder se limitaba a matar sin dar segundas oportunidades. Era un hombre que disfrutaba de la tortura y del abuso, para el esas actividades eran moneda corriente. Envió un correo a Maximiliano solicitando su presencia para una reunión urgente ya que la proximidad al bosque correspondía con la frontera entre ambos reinos.

Durante el almuerzo permaneció en silencio, visiblemente preocupado. Su esposa supuso que se debía a lo acontecido con anterioridad, por eso dijo:

_Lo lamento.

Darian no comprendió sus palabras.

_ ¿Disculpa??

_Digo que lo siento.

_ ¿Por qué ¿

_Es que me inmiscuí en los que no me compete. Eres libre de estar con quien quieras y no debe recriminarte.

Darian se levantó de su asiento. Sentarse en cada extremo de semejante mesa era una total estupidez. Tomo su copa de vino y se acercó a ella, tomando el asiento contiguo. Los sirvientes intentaron ayudarlo, pero el, levanto la mano para limitarse a decir:

_Pueden retirarse. Muchas gracias.

Cuando todos se hubieron ido, agrego:

_La próxima vez ordenare que dejen la comida y se vayan. Siempre me costó verlos ahí parados mientras yo comía. ¿Te molestaría si nos acomodamos así de ahora en adelante?

_Para nada_ respondió ella esbozando una radiante sonrisa_ Siempre tuve una vida sencilla. Sé que están haciendo su trabajo, así como yo hacia el mío en Faryas pero si…es incómodo.

_Mira, lo que paso hoy no tiene nada que ver con esto. Estoy preocupado por otras cosas.

_ ¿Se puede saber por qué?

_ Un grupo invasor está cerca de la frontera oeste. Son muy peligrosos y los habitantes de los bosques están en riesgo. Es un grupo numeroso. Su líder es un hombre cruel y sanguinario, mucho más que yo, lo que es decir bastante. Por eso envié por tu hermano, porque, en definitiva, ambos reinos están amenazados.

_ ¿Le temes?

_NOOO_ exclamo Darian seguro de sus palabras_ Pero pueden hacer mucho daño y si llegan al castillo ¿Qué podría sucederte?

Ahora, sumada a sus responsabilidades y preocupaciones, se le sumaba la seguridad de su esposa. Darian se aproximó para besarla y ella le correspondió con pasión.




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