Amando entre mentiras [saga: Sin verdades – Libro #2]

*Capítulo dos: "Henry"

La dulce vibración que emitía la música clásica de fondo y la tenue luz de las lámparas empotradas en el cielo raso, hacían que los comensales del lujoso restaurante disfrutaron más su estadía en el confortable y elegante lugar; claro que la atención y los platillos complementaban la calidez hogareña brindada por las personas del servicio.

Desde afuera se podía apreciar el nivel categórico que manejaban los ostentosos clientes. Admirar tanto glamour junto resultaba ser un deleite para la vista de un simple mortal, porque bastaba con dirigir los ojos hacia la decoración para darse cuenta el excesivo precio que costaría tomar una limonada en "HILLETS".

Las paredes pintadas y decoradas con matices cálidos contrastaban con los muebles hechos de pura caoba, ambos elementos brillaban por separado y su unión era tan prevista que parecía irreal, sacado de un cuento infantil. Los manteles bordados con hilos de igual tonalidad y las copas de cristal terminaban por colocar la exquisitez absoluta. La comida, desde luego, era otro punto y aparte en la lista de bondades del restaurante.

No era dificultoso suponer que una selecta minoría de clientes lo frecuentara; su exclusividad producía una atmósfera caótica al momento de hacer una reservación. Las personas de clase media necesitaban meses para conseguir una mesa en el peor rincón del lugar: junto a la cocina.

Pero, aunque a ellos no les gustaba lo glamuroso, ahí estaban los dos mejores amigos de la juventud; cenando después de varias semanas sin tener noticias del otro. Sentados cerca al ventanal con marcos bañados en pan de oro; apreciaban la vista hacia los demás edificios.

El hombre de traje azul marino le hizo una señal al mozo que los atendía, querían otra botella de vino, pese a su sobriedad, ese par ya había bebido suficiente, no faltaba mucho para que terminaran de embriagarse.

El mayor le dedicó una sonrisa chueca al joven que les acababa de dar su nueva botella de licor. Con la habilidad propia del oficio, sirvió alcohol en las copas hasta casi la mitad. El más alegre lo despidió y elevó la copa hasta sus labios, pero en ningún momento alejó de su vista al idiota que lo acompañaba. La confusión en su cerebro por tanto beber no lo ayudaba a comprender la charla que anteriormente sostuvo con su mejor amigo.

—De verdad ligaste con una adolescente en el aeropuerto —dijo una vez que terminó de tomar el contenido de su copa. Al ver que ya no tenía ni una sola gota de vino, cogió la botella y sirvió más del agridulce líquido, a diferencia del mozo, él no tuvo cuidado al llenar la copa—. A pesar de tus años, todavía sigues siendo un galán, querido amigo. ¿Cuál es tu secreto para seguir siendo buscado por las féminas? Dímelo, que es urgente conocerlo —su acompañante frunció el entrecejo y negó mientras alejaba su plato vacío.

Cuando este estuvo descuidado, Kyuhyun se llevó la botella a su lugar, al ver esto, Siwon intentó traer de regreso a su adorada amiga botella. Tras varios forcejeos, Siwon pudo arrebatársela de las manos.

—Eres un imbécil —musitó volviendo a separar la botella de Siwon, él no debía seguir bebiendo—. Estás malinterpretando mis palabras. Me haces parecer un maniático sexual si lo planteas de ese modo.

—No estoy malinterpretando nada, cabrón —habló señalándolo con su dedo índice. Un violento hipo lo obligó a cubrirse la boca con la mano libre, faltaba poco para que empezara a perder la cordura y soltara idioteces—. A ti te gustó esa chiquilla y no lo puedes negar ¿Sabes su número? Quizá quiera salir contigo.

—No me atrajo de la manera enfermiza que tu sucia cabeza está pensando —suspiró agotado. Le molestaba ser víctima de una sensación fuera de lo común por alguien que había conocido ese mismo día. Él se creía incapaz de desarrollar emociones raras por una chica—. No sé qué pasó —sus ojos se tornaron brillantes al recordarla, sentía una conexión uniéndolos—. Algo en ella me atrajo. Esa niña es diferente —Siwon imitaba sus gestos sarcásticamente, Kyuhyun no lo soportó y terminó dándole una patada por debajo de la mesa—. ¡¡Es un sentimiento tierno, sin la malicia que un mal nacido como tú no entendería!!

— No te creo. En verdad que no. Desde que nos encontramos nos dejaste de nombrarla y lo más perturbador de todo es que al hablar sobre ella la describes con las mismas características de... —Kyuhyun le lanzó una mirada amenazadora, tenían el pacto de no nombrarla por nada del mundo—. Ella —dijo después de pensarlo largo rato—. Le digo así porque la verdad no sé cómo llamar a esa mujer. Lo único que tengo claro es que en todas las mujeres, extraterrestres y niñas buscas un parecido con la rubia loca. A veces pienso que solo volteas la cara cuando vez a alguien con igual tonalidad de cabello. Siempre te impresionas con el mismo tipo de mujer: ojos azules, boca pequeña, rasgos delicados y sobre todo, rubias. ¿Todavía sigues enamorado de ella? —preguntó muy despacio, como si fuera un delito hablar del pasado.

—Ese no es el punto, Siwon. Estás cambiando el tema radicalmente —Kyuhyun blanqueó los ojos—. No estás comprendiendo nada y te vas por las ramas. Es tan difícil entender que esa niña me dejó muy sorprendido con su enorme parecido físico —su amigo ladeó la cabeza y soltó una risita de satisfacción. Por fin aceptaba su teoría, él solo le prestó atención porque se parecía a ella—. Yūme es igual a Hiraku.

—Ajá —"Eso ya lo sabía", pensó—. ¿Y por eso te gusta?

— No lo entiendes. ¡Podemos quedarnos aquí toda la noche y no entenderías a donde quiero llegar! Las personas con la mente podrida como tú no saben el significado del querer a alguien que no es de tu familia sin segundas intenciones —y tenía razón, a él no le importaba nadie, si él hubiera estado en el lugar de Kyuhyun, apostaba su futura salida con esa niña.




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