Amando lo prohibido

Capitulo 23

~No sé qué pensar ~ 

Nota de la autora:  

'Holaaaaa!

Solo quería hacerles una recomendación, para disfrutar mejor este capítulo les recomiendo escuchar la canción de Kalimba No me quiero enamorar.  

Solo era eso, ya las dejo leer, disfruten de este dramatico capitulo, espero y les guste.   

 

Nora Arellano 

 

Dejo el libro sobre pequeña mesa que se encuentra a un lado de mí. Masajeo mis sienes, anoche no dormí nada. Me pasé toda la noche pensando en todo lo que sucedió, fui una tonta, de verdad que me muero de la vergüenza por a ver hecho ese show. Algo en mi defensa es que estaba demasiado confundida, la actitud de Marc, la de las chicas y David. Recuerdo las sensaciones que sentí ayer al tenerlo cerca y.… «y nada Nora olvida eso» me riñe la vocecita de mi cabeza.  

Esta mañana al despertar vine a la habitación de Marc para hablar con él, pero no pude, él tuvo que salir de urgencia. Así que el me permitió quedarme en su habitación leyendo uno de sus libros de misterio favoritos. Me encuentro recostada en un sofá cerca de la venta, una manta cubre la mitad de mi cuerpo. No hay nada más lindo y perfecta para mí que estar así.  

Me sobresalto cuando la puerta se abre de golpe. En la habitación entran David y Brianna discutiendo, yo me quedo inmóvil viéndolos, ellos no se han percatado de mi presencia, siguen discutiendo.  

Intento hablar, sin embargo, las palabras se quedan atascadas en mi garganta. Retiro la manta que cubre mis pies y estoy por levantarme cuando Brianna me voltea a ver. David prosigue hablando hasta que sigue la dirección de su mirada.  

—¿Qué haces aquí? —no sé por qué, pero la brusquedad en el tono de voz de Brianna no me sorprende.  

—Yo —me aclaro la garganta —, Marc me dejo entrar. 

David me hace señas con una mano, al parecer trata de decirme que la ignore.  

—Veo que lo has convencido de quedarte.  

—Yo no lo convencí de nada, el me lo pidió.  

—O, mejor dicho, te metiste en su cama.  

— ¿Qué? Yo no soy así. 

—¿No? Oh lo siento, claro que no eres así —finge estar arrepentida — ¡Eres peor! 

Estoy comenzando a molestarme. Lo siento, no tolero su mala actitud.  

—Yo no he hecho nada para que me hables así —me levanto del sofá.  

—¿No? Estas aquí, cuando no deberías de estarlo —camina hacia mi —, ¿Por qué no te fuiste?  

—Eso es algo que a ti no te importa —también camino hacia ella, quedo solo a medio metro alejada.  

—Todo lo que tenga que ver con Marc me importa —cruza los brazos sobre su pecho —. No te quiero cerca de él. Él se merece algo mejor que tú. 

—Eso debe decidirlo el, no tu —la señalo con mi dedo índice —Si él me quiere en su vida es por algo, ¿No?  

La furia en su mirada incrementa y su respiración se acelera.  

La miro fijamente a los ojos desafiándola. Frunce los labios y entonces siento un fuerte golpe en la mejilla que me descoloca por completo. Cuando reacciono ya es demasiado tarde, David está en medio de nosotras y veo que Anne tiene sujetada a Brianna por los brazos.  

Esto sí que no lo voy a permitir, se va a arrepentir de haberme puesto un dedo encima.  

Quiero cogerla por el cabello, y no puedo. David me impide hacerlo, apenas y la rozo. El me coge por la cintura para que no me acerque a ella.  

—¡David suéltame! —grito intentando soltarme.  

—¡Suéltame Anne! —Brianna intenta soltarse —, déjame enseñarle a esta perra lo equivocada que esta al querer estar aquí. 

—¡Enséñame! 

—¡Basta ya! —interviene David —, Anne.  

Anne asiente antes de intentar sacar a Brianna de la habitación. Cuando ellas abandonan el lugar David me suelta, grave error. Esto no se queda así. Salgo al pasillo buscándolas, y las veo caminando hacia las escaleras. Empiezo a seguirlas y David se posa frente a mí.   

—¡Nora, ya! 

—No David, esto no se queda así.  

Intento pasarle, por un lado, lo cual es imposible ya que el me lo impide.  

—Esto no se va a quedar así.  

—Nora, sé que estas molesta y tienes todo el derecho a estarlo, pero las cosas no se arreglan a golpes.  

—Lo sé, sé que eso está mal. Pero no la soporto.  

Camino de un lado a otro frustrada.  

—Está pasando por un mal momento y Marc es su mejor amigo, solo quiere protegerlo. 

—Está enamorada de el —digo entre dientes.  

Su expresión cambia completamente, me observa como si tuviera dos cabezas.  

Mier....coles. Acabo de meter la pata hasta el fondo.  

—Eso es imposible Nora, ellos son como primos, como hermanos —niega con la cabeza.  

—Tienes razón, esto es... 

Dejo la frase a medias y me froto el rostro con ambas manos. Lo cual es una terrible idea, mi mejilla izquierda duele bastante.  

—Auch —me quejo mientras acaricio lentamente mi mejilla.  

—¿Estas bien?  

—Si, solo duele.  

David da unos cuantos pasos a mí y yo giro mi rostro hacia otro lado. Me estoy poniendo muy nerviosa.  

—Tu mejilla está muy roja e hinchada —me coje por el mentón y me obliga a verlo e inconscientemente cierro los ojos.  

No sé qué ha que se debe, a su tacto o a que no quiero verlo.  

—Nora, Brianna siempre ha sido así de brusca —mueve su dedo pulgar sobre mi piel y siento un cosquilleo en el estómago —, solo ignórala.  

—Eso... eso lo intento —no puedo hablar, las palabras se desvaneces en mi boca antes de poder pronunciarlas.  

—No la escuches, tú eres todo lo contrario a lo que ella dice. 

Quiero retroceder y no puedo, es como si mis pies estuvieran pegados al suelo. Mis manos permanecen al lado de mi cuerpo, sin embargo, no puedo negar que me muero por tocarlo. 

Relamo mis labios, mi corazón late como loco en mi pecho. Jamás creí que volvería a estar tan cerca de él, como en estos momentos lo estoy. Sus ojos se encuentran con los míos y la intensidad que veo en ellos me deja sin aliento.  




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