capitulo 1 CONOCÍ A FAUSTO

Hola soy Laura y les contaré mi historia.

Cumplí 18 años en enero, mi familia me preparo una super fiesta e invitaron a mis compañeros de la secundaria, amigos que no frecuentaba desde hace dos años.

Me agradó mucho volverlos a ver, pero no invitaron a Leonardo, estaba tan emocionada con la fiesta que olvide la ausencia del chico que más me gustaba y que conozco desde el kínder.

Al día siguiente recibí una llamada, era Leonardo Cantuarias el chico más apuesto pero inmaduro de la escuela.

Me invito a cenar a su casa, era una mansión aún mas grande que la mía.  Yo gozaba de una buena posición económica mi padre es empresario textil.  no me deslumbró su casa tanto como conocer a Fausto, su padre. Era tan apuesto como el hijo, pero más varonil, alto cuerpo atlético que a sus más de 50 años se veía como de 30. Me fascinó conocerlo.

Ese día llamé a casa para avisar que me quedaría en casa de Betty mi Mejor amiga, mis padres no pusieron objeción ya que nunca di motivos para que desconfíen de mí.

Me ofrecieron la habitación de huésped, Leo era muy atento conmigo, sé que yo también le gustaba mucho. pero desde esa noche no deje de pensar en la mirada penetrante de su padre.

Al día Sgte. ya era tiempo de ir a la universidad por casualidades de la vida Leo iba a la misma que yo, él estudiaba contabilidad y yo administración de empresas como Fausto, que manejaba una de las más grandes empresas de Publicidad de la ciudad, es de lo que me enteré en la cena de anoche, además de que es viudo hace 4 años y solo tiene dos hijos.  Leo y Mafer que es menor de edad y vive con la abuela en provincia.

Ese día saliendo de clases pasé por la oficina de Fausto, sé que fui atrevida en ir a verlo, pero es que este tipo me encantaba, con solo tenerlo cerca me sentía mujer, experimentaba sensaciones en mi cuerpo que jamás sentí, además noté que yo también le gusté.

Soy alta tez clara, cabello castaño y de muy buen cuerpo, que heredé de mi madre que fue modelo de Pasarella en sus épocas.

Fausto me recibió en su oficina y estuvimos charlando mucho, me dijo que no era conveniente que lo vaya a ver ahí. Y me entregó las llaves de un departamento y que me esperaba en la Noche. Sin decir peros acepte ir, Llegué antes de lo pactado, era un departamento algo solitario pero acogedor, él llego a los minutos, se nota que es una persona muy puntual.

Bebimos vino, me embriagué sin saberlo y caí rendida en un beso apasionado que dio rienda suelta a nuestras pasiones…