Amándote en cada respiro

Capitulo 7 Un Café con Leo

Aproveche los días que Fausto estuvo de viaje e indague sobre el accidente de mis padres.

Contraté un investigador privado que me diera detalles de los últimos días con vida de mi familia.

Se que no tendré noticias pronto, pero seré paciente.

Hace dos noches me llamo Leo, hijo de Fausto. Me dijo que me invitaba a salir que hace mucho que no me veía, para ser exactos como medio año o más.

Acepté salir a tomar un café para no levantar sospechas, no era el momento prudente para que se entere sobre mi relación con su padre. Y que no cumplí con la promesa de ser novios cuando yo tenga 18 años. Él siempre me respetó solo una vez a los 9 años nos dimos un beso inocente de niños. Ha pasado más de una década desde que conocí a Leo.

Pude notar que para sus 20 años es muy centrado, el chico inmaduro había quedado atrás. es tan atractivo, es como ver a Fausto, me imagino que así lucía en su juventud.

La conversación fue amena, me robo muchas sonrisas, me comentó que no llevaba una relación tan cercana con su padre, es más que sentía cierto resentimiento y por eso él no deseaba la herencia.  Que le iba demostrar que él podría tener más riquezas y poder que Fausto.

Lo vi como desafiante, me invitó a su departamento, pero no acepté ir. Yo amo a Fausto y sé que no le agradaría enterarse que me fui al departamento de su hijo.

Leo me acompaño a tomar un taxi y nos despedimos afuera de la cafetería, me prometió q nos volveríamos a ver, note su gran interés en mí.  Me dijo que tenía que volver a sus negocios pero que pronto tendría noticias suyas.




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