Me despierta el sonido de mi móvil, me refriego los ojos para despertar y veo que es Logan.
—Hola, cariño. Buenos días. —contesto adormilada.
—Hola, preciosa. ¿Te desperté?
—Sí, pero no te preocupes. Según veo ya son las 8:30, así que está bien. ¿Cómo estás?
—Bien, con harto que hacer por estos lados, pero puedo delegar mis labores.
—Sería maravilloso, ahora sí que te necesito conmigo.
—No te preocupes. Me las arreglo por aquí y parto hacia Newport lo antes posible.
—Debes viajar a Portland y luego hasta aquí, porque no hay vuelos directos a Newport.
—Entiendo, así lo haré. Me alegro que hayan podido localizar a Frank. Ojalá lo atrapen pronto.
—Lo mismo deseo yo. Ahora solo debo esperar que me llame. No sé si ya sabe que lo han localizado y que estoy aquí o solo cree que sigo en Raleigh.
—Esperemos que no. ¿Qué harás hoy?
—De momento, no lo sé, creo que solo me quedaré aquí. No voy a ir con el bolso lleno de dinero a todos lados. Iría a conocer la ciudad, pero no lo encuentro conveniente. No quisiera encontrarme de sorpresa con Frank y que me secuestre a mí también.
—No, tienes razón, cariño. Mejor quédate allí y espera cualquier novedad de la policía.
—Eso es lo que haré, por favor llega pronto.
—Allí estaré, lo prometo. Debo colgar, ¿sí? Comenzaré a arreglar todo para estar allá a más tardar en dos días, según encuentre un vuelo.
—De acuerdo, cariño. Hablamos pronto.
—Mejor dicho, nos vemos pronto. —Me saca una sonrisa. Por Dios cómo lo extraño. Me hace tan bien estar con él.
Cuelgo la llamada y lo primero que hago es levantarme para ir al baño a ducharme y cambiarme de ropa. Cuando estoy lista y arreglada bajo al pequeño comedor del hotel para desayunar. Estoy con demasiada hambre y si ando con los nervios a flor de piel, espero poder comer y que no me haga mal.
Saludo a los camareros y me siento en una mesa del rincón, a la espera de que alguno llegue hasta mí.
—Buenos días, señorita.
—Buenos días, joven. Quisiera un café con leche, por favor.
—Por supuesto. Enseguida se lo traigo. Nuestro menú de desayuno tiene dos alternativas. —Me muestra la planilla donde aparecen especificados.
—Tráeme el primero, por favor.
—A la orden. —Dice y se retira dejándome sola.