Miramos por todo el lugar y efectivamente lo estamos. Se ven policías por todas partes.
—Suelte a la niña y baje el arma.
No dice nada ni menos hace algo por algunos minutos. El silencio que hay, además de las miradas indiscretas de los bañistas hace que todo sea incómodo y sin tener claridad sobre qué va a suceder.
—Suelte el arma, Frank Brown. —Vuelve a repetir la policía.
—¡Jamás! Aléjense o la mato. —dice apuntándome, pero vuelve a disparar hacia el cielo para demostrar que habla muy en serio.
Se gira intentando buscar una salida, más no ve ninguna. No sabe qué hacer, se le nota. De pronto dispara y lo veo huir con mi niña, cuando caigo al suelo con un fuerte dolor en mi abdomen.
—¡Lauren! ¡Amor! ¡Maldito imbécil! Mira lo que te hizo.
Logan me pone entre sus piernas mientras pide ayuda. Algunos agentes de policía vienen hacia mí para auxiliarme y otros van tras Frank para que no vuelva a escaparse con mi hija.
No logro distinguir qué dicen, lo único que logro entender es que solicitan una ambulancia para socorrerme. No sé qué más sucede porque mis párpados se cierran haciendo que quede inconsciente.
Logan
—¡Ayuda! ¡Hagan algo, por favor!
—No se preocupe, joven. Ya hemos solicitado una ambulancia, estará aquí muy pronto.
—¡No podemos esperar! Mi novia puede morir por la herida. Necesitamos llevarla ya a un hospital. Y su hija, por favor, ¡atrapen a ese hombre! No se puede llevar a la niña.
—Varios de nuestros hombres ya van tras él, la recuperaremos muy pronto.
—Cariño, reacciona. —Le golpeó suavemente el rostro, más no tengo ninguna reacción de su parte. No puede morirse, no ahora que estamos cerca de recuperar a Lucy.
De pronto un sonido inunda el lugar. Es la ambulancia. Salen dos paramédicos de ella y ponen a Lauren sobre una camilla, me subo con ellos a la ambulancia.
Intentan detener la hemorragia y mantenerla estable hasta que lleguemos al hospital. Lo único que deseo es que la policía pueda atrapar a Frank y Lauren pueda sobrevivir. En menos de diez minutos llegamos al hospital. Ingresamos al área de urgencias, pero no me permiten el paso. Solo me queda estar en la sala de espera, aguardando por noticias.
No deseo preocupar a Pam ni a Max con lo ocurrido, por lo que esperaré un poco antes de avisarles lo ocurrido, además no sé cómo la noticia pueda afectar a Pamela y su embarazo.
El tiempo pasa y los nervios aumentan a cada segundo. «Dios, por favor te lo pido, que Lauren se recupere de esta.» A ratos me asomo por la puerta hacia urgencias intentando ver algo, pero solo hay un pasillo con más puertas en el interior. Logro ver que por una de ellas sale una enfermera, así que no pierdo la oportunidad.
—¡Señorita! ¡Por favor! Necesita saber sobre mi novia, la chica que entro hace un rato con una hemorragia.
—No puedo darle detalles, solo puedo decirle que tenga paciencia. En este momento la están operando.
—Me urge saber sobre ella, por favor. —Ruego de nuevo.
—Lo lamento, deberá esperar que venga el médico de turno a hablar con usted.
—Solo dígame, cuánto tiempo pudiesen demorar.
—No puedo decirle, todos los casos son distintos. Con su permiso, debo retirarme.
Comenta dejándome solo con más dudas que respuestas. La puerta de urgencias se abre y entra un policía, lo reconozco, es uno de los que estaba cerca de nosotros cuando todo ocurrió.
—¡Usted! ¿Usted estaba allí? Cuando dispararon a mi novia.
—Sí, joven. Soy el teniente Williams. Venía a hablar con usted.
—Dígame, ¿tiene noticias de Frank?
—Así es. Logramos dar con él y su paradero. Tanto él como su novia, fueron abatidos en el intento de escape.
—¿Y la niña, Lucy? ¿Cómo está ella?
—Por eso vengo a hablarle, de momento se encuentra bien, solo está asustada y pide que venga su madre. Como sabemos la señorita Collins fue alcanzada por un disparo. Imagino que usted estará con ella hasta que pueda salir del hospital, por lo que necesitamos venga un familiar de la menor para que no esté esperando por ella en algún hogar de menores.
—Entiendo, yo soy solo el novio, por lo que imagino no podré, pero me pondré en contacto con la hermana, que también vive en Raleigh, Carolina del Norte.
—Por favor, lo necesitamos lo antes posible, no deseamos que esté en un hogar de menores de forma permanente.
—No se preocupe, me pondré en contacto con ella de inmediato. Eso sí tendré que hacerlo desde el celular de Lauren, el mío me lo quitaron cuando intenté llamarlos.
—Recuperamos algunos objetos mientras los perseguíamos, entre ellos un teléfono. Deberá acercarse a la estación para chequear que sea el suyo.
—Así lo haré. Mientras tanto estaré esperando por noticias aquí, no puedo dejarla sola.
—Descuide, lo entendemos. Entonces, estaremos en contacto a través del número de la señorita Collins.
—De momento, tendrá que ser así.
—Creo que ella tiene mi número de teléfono en sus contactos. —Saco el aparato de mi bolsillo y lo reviso, efectivamente hay un contacto de él, se lo muestro para consultar—. Ese es mi número personal, puede llamarme a la hora que sea. Por favor, también le pido me mantenga al tanto de su estado.
—Así lo haré. Muchísimas gracias.
—Debo ir a la estación, a dejar constancia del caso y hacer un informe del mismo. Con su permiso me retiro.
—Adelante, por favor.
El teniente Williams, se retira dejándome solo, lo que me deja un sabor amargo, ya que ahora sí o sí debo llamar a Pam por lo ocurrido, espero pueda venir pronto, su sobrina y hermana la necesitan más que nunca.
Busco su contacto en el teléfono de Lauren y le marco.
—Hola, hermana, ¿qué tal todo por allá? —contesta luego de dos pitidos.