Amanecer de otoño

Capítulo Cuarenta

―¿Estás bien? ―pregunta Logan mientras caminamos de regreso al auto.

―No lo puedo creer. Estoy embarazada.

―Y eso, ¿está mal? ―cuestiona mi respuesta.

―No, no, no es eso. Es que todos nuestros planes. ¿Qué haremos ahora? ―Intento explicarme.

―¿Qué tienen? Seguiremos adelante con ellos, solo que ahora, agregamos un bebé a la ecuación. ―Se detiene y me toma las manos mirándome de frente―. Cariño, sé que nuestro futuro estaba en proceso de planificación para que seamos felices como tanto lo deseamos, pero créeme cuando te digo que me han dado la mejor noticia que hace mucho tiempo no recibía. Esto es una etapa más en la vida, lo superaremos juntos ya lo verás.

―Suenas tan seguro, ¿no tienes miedo?

―Claro que lo tengo y por Dios que lo tengo, pero estoy confiado en que todo saldrá bien. ―Suelta mis manos y me abraza, enfundándome esa seguridad que tanto lo caracteriza―. Llegando a la casa, pedimos una hora al médico para mañana, y salimos de todas las dudas posibles.

―De acuerdo, será mejor ir a buscar a los niños a la casa de mi hermana. No quiero imaginar qué pensará.

―Te aseguro de que tu hermana ya lo sabe. Ella ya está embarazada y ustedes saben reconocer los síntomas, aún no sé cómo tú no pudiste.

―¡Oye! Así como me sentía, era un poco difícil hacerlo, mas tienes razón, era lógico que lo estaba. No sé cómo no lo vi venir. ―digo con una sonrisa en el rostro.

―Vamos, Pam y los niños nos esperan.

Nos subimos al auto y vamos rumbo a la casa de mi hermana. Es increíble, las dos embarazadas al mismo tiempo, aunque el embarazo de ella está más avanzado, ni en nuestros sueños más locos, lo deseamos, pero aquí estamos.

Al llegar, vemos algunos autos en la entrada, por lo que asumo que ya está toda la familia de Max allí dentro. Y los nervios por la noticia que tenemos, siento que me come por dentro.

Esperamos que nos abran la puerta y entramos.

―Hola, chicos, ¿qué tal? ―saluda mi cuñado―. ¿Ya estás mejor? ―me consulta con algo de preocupación en sus rostro mientras nos deja pasar.

―Hola, Max. Sí, ya mucho mejor, más tranquila, gracias.

―Hola. ¿Cómo se portaron los niños?

―Todo bien, no te preocupes, con mis sobrinos presentes, el bullicio fue aún mayor, pero nada grave.

―Qué bueno. Esperaba no fueran molestia con toda tu familia aquí. ―digo aliviada.

―Descuida. Sabes que en mi familia se adoran los niños. Lucy ha sido siempre bienvenida y cuando les contamos que ahora tienes a Brian, lo tomaron como un sobrino más. Están encantados con su personalidad.

―Oh, vaya. Ojalá que les haya dado una buena impresión.

―Claro que la dio. Eso te lo aseguro.

―Hola, chicos. ―saluda mi hermana llegando a nuestro lado―. ¿Estás bien? Te veo más repuesta.

―Sí, claro, ya mucho mejor. Tengo algo que contarte. ―Le guiño el ojo, dándole a entender que tengo una buena noticia.

―Amor, puedes ir a buscar a los niños.

―Oh, vamos, y perderme eso que tiene que contarte. ―reclama mi cuñado.

―No es nada importante, asunto femenino nada más. ―le aseguro para que pueda darnos privacidad. No es que tenga algo en contra de que sepa, pero no quiero que lo sepa aún. Mark se va dejándonos solos.

―Tú dirás. ―Le sonrío, porque estoy segura de que se pondrá muy contenta.

―Estoy embarazada.

―¡¡Lo sabía!! ―grita contenta―. ¡Felicidades, chicos! ―Nos abraza a ambos y desea lo mejor en esta nueva etapa.

―Gracias, Pam. Aún no puedo creérmelo.

―Ni yo. ―agrega Logan―. Aun así, no puedo estar más feliz.

―Te comprendo y veo lo feliz que estás. Por Dios, solo mírate. Tu sonrisa no da más de amplia.

―Creo que exageras, pero sí, estoy demasiado contento. Se nos viene un nuevo integrante en nuestra familia.

―¿Y cómo lo tomas tú, Lauren?

―Aún estoy procesándolo, siento que es muy pronto para todos los planes que tenemos. No creas que me arrepiento o no lo deseo, porque no es así.

―Tranquila, nadie dice que sea fácil y menos para ustedes que están comenzando una vida juntos. Claro que ya llevan un tiempo juntos como pareja y familia junto a los niños, pero ya verás que todo mejorará.

―Ya estamos listos. ―dice Max, que llega con los niños de las manos. Espero que no haya escuchado nada. Deseo contarle al resto de la familia cuando se afirme más el bebé.

―Hola, pequeños. ―les saludo―. ¿Lo pasaron bien con los tíos?

―¡Sí! ¿Podemos volver otro día? ―consulta Brian―. Es que me divertí mucho jugando con más niños hombres. ―Ponemos cara de sorprendidos y él nos aclara―. Me gusta jugar con Lucy y Annie, pero me aburrí de ser el único niño siempre.

Logan y yo lo observamos y reímos.

―Claro que podemos venir de nuevo. ―le comento.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.