Amanecer Escarlata

Capitulo 1: Estoy bien

26 de Octubre: 6:00 AM

*****Edificio residencial*****

Era de madrugada en un departamento y en el baño un chico de unos 15 años de pelo negro y ojos café se veía al espejo mientras usaba su uniforme escolar arrugado, estaba listo para salir directamente a la escuela sin importarle mucho su aspecto de todas formas solo hablaba con su grupo de amigos

Ya listo para salir de allí fue silenciosamente a la puerta del departamento para no despertar a su madre que era enfermera. Lo más probable es que haya llegado de madrugada y no quería molestarla haciendo mucho ruido por lo que caminaba de puntillas de camino a la salida, al llegar giro la manilla lentamente

Pero al abrir la puerta sintió un extraño escalofrío en todo su cuerpo pues cuando termino de abrir la puerta no vio el cotidiano pasillo que había entre departamentos, sino a un hombre sentado vestido con harapos en un campo abierto sollozando sobre el cuerpo de una mujer aparentemente sin vida, era como si estuviera allí realmente, podía sentir el césped y oler el aroma a tierra mojada. Podía escuchar el viento arremolinarse en el cielo parecía un paraíso de no ser por la escena que estaba frente a él

-Ey e-estas bien?....- Hablo no solo para llamar la atención del extraño, también lo hizo para asegurarse de que eso fuera real. Sin embargo no pasaba nada, todo seguía igual y se sentia tan real que era aterrador - M-Me voy a acercar, ¿esta bien?....

El chico intento acercarse al hombre, pero al dar un paso un horrible dolor de cabeza lo atacó, cerro los ojos fuertemente y cuando el dolor se aplacó volvió a abrir los ojos solo para ver que el lugar se había transformado en un bosque espeso con arboles retorcidos y lleno de neblina que solo permitía divisar la silueta del pobre hombre. Sentía su garganta cerrarse ante el olor de madera podrida y de carne putrefacta, el joven estaba completamente confundido, no entendía nada de lo que estaba pasando y empezó a hiperventilar. Comenzo a caminar hacia el hombre otra vez. Sus manos sudaban y su piernas temblaban ante cada paso que daba

Siguió acercándose, pero ahora el espacio en el que se encontraban no cambiaba. El silencio era absoluto en ese lugar, solo se escuchaban los sollozos del hombre que se retorcía en llanto sobre el cuerpo, cuando por fin estaba lo suficientemente cerca para tocarlo extendió su mano temblorosa y estando cerca de apoyar la mano en el hombro de ese pobre señor el hombre se voltea al instante como si fuera por reflejo, tenia unos ojos quebrados parecía correr sangre de ellos, pero que al escurrirse por su cara se convertían en humo y al verlos directamente llevo al chico de nuevo frente a su puerta aparentando fuertemente la manilla de esta

-Sora, ¿Me estas escuchando?, en serio necesito que le des esto a la hija de Hana, ella ha estado de turno toda la madrugada y me las dio porque no cree llegar hoy a su casa, dáselas cuando comience el descanso, ¿Esta bien? - Cuando Sora volteo a verla tenía la cara pálida, su respiración estaba agitada y sus piernas temblaban lo que hizo que su madre se preocupara instantáneamente- Ey, ¿te sientes bien, quieres faltar a la escuela hoy?, puedo darle las pastillas a Alice yo misma

Sora seguía bastante impactado por lo que había sucedido, tuvo que pensar un momento en lo que había dicho su madre pues al escuchar las palabras su mente no supo ordenarlas correctamente, pudo encontrarles sentido al ver qué su madre tenia en la mano unas pastillas y estaba tratando de dárselas, al parecer lo había estado llamando desde hace un rato, aunque el no estaba consciente de lo que estaba pasando hasta hace unos segundos, faltar a la escuela sonaba tentador después de ver algo tan perturbador, pero no podía hacerlo, su madre trabajaba hasta muy tarde y no quería que desaprovechara su descanso por él

- S-Si estoy bien solo que abrí la puerta hace un momento y había una rata gigante - trago saliva muy fuerte después de decir eso y trato de parecer lo más normal posible para despreocupar a su madre - ¿Ves?, estoy bien, todo está bien. Yo le doy las pastillas a Alice, dile a la señora Hana que no se preocupe y tu deberías ir a descansar

Ya con todo listo abrió la puerta de nuevo y esta vez no había pasado nada extraño, solo que ahora estaba lloviendo a cántaros y cada segundo parecía empeorar más, lo que le hacía preguntarse

- "¿Cuánto tiempo estuve viendo eso?"- Para el apenas habían pasado un par de minutos, pero al revisar su reloj vio que habían pasado casi 20 minutos por lo que ahora debía apresurarse a ir a la escuela o llegaría muy tarde - Tengo que correr Má nos vemos más tarde

Su madre lo tomo de la mano antes de que el chico saliera corriendo y le sugirió que primero se llevara un paraguas para después darle un beso de despedida en la mejilla. Lo vio irse con una expresión preocupada en la cara por como lo habia encontrado hace un momento realmente parecía perturbado y esa historia de la rata no pudo haberlo puesto así, pero no quería retrasarlo en la escuela, ya que sabía que su hijo realmente disfrutaba hablar con sus amigos tal vez eso le haría despejarse así que decidió preguntarle más tarde, confiaba en que su hijo le contaría si algo le estaba pasando

Sora bajaba rápido las escaleras, estar en ese edificio lo hacia sentir vulnerable pues aun podía oler el aroma nauseabundo que había en ese bosque de su alucinación, sus piernas temblaban y su mano sujetaba fuertemente las pastillas de Alice, no quería pasar ni un segundo más en ese lugar

9:35 AM

************Escuela*************

La escuela era un lugar en el que se sentía como el mismo, todo gracias a sus amigos Milo y Ren. Era un edificio de tres pisos donde él que cursaba su 3er año de secundaria residía en el tercer piso, no podría decir que era su lugar favorito, pero si el lugar en el que se sentía más cómodo, el tener el propósito de tener buenas calificaciones le sentido a su vida en cierta manera y era un objetivo que era fácil de seguir




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