Vesper
Aequinoctium Vernum
Ritual Aequinoctium Vernum; debe ser realizado una vez cada trece años durante el equinoccio de primavera, como su nombre lo índica, alrededor de la noche del 20 o 21 de marzo —según el año determinado—, hasta el amanecer del día siguiente. Su finalidad es la de alcanzar el renacimiento, un nuevo comienzo sin transgresiones y la prolongación de la vida a través del sacrificio y fuerte deseo de aferrarse a esta misma de siete almas puras, indiferentes a las prácticas de la secta Černé Svítání e inclusive a su mera existencia.
Condición de las siete almas; ‘Siete’ - ‘Ketu’. El planeta sombra detrás del número al que se alude, uno de los dos nodos lunares (sur), personificado como demonio. Símbolo del ritual debido a la liberación que suele caracterizar.
Ubicación requerida; el ritual debe ser llevado a cabo en campo abierto, un bosquecillo de saúcos o avellanos, de preferencia. Un occultum u oratorio mágico puede asimismo ser un área apropiada, aunque contar con la visibilidad directa de la luna es lo más adecuado.
Elementos esenciales y su respectivo procedimiento:
—Narcisos (representan la finalidad del ritual - purificación): se formará un círculo amplio en suelo plano con los pétalos de la mencionada flor. Alrededor de este, ubicados en sillas separadas de forma simétrica, se sentarán los siete hombres y/o mujeres designados para el ritual, vestidos de blanco como representación de su pureza.
—Tierra roja (fortaleza espiritual para la bruja o mago): protege tanto en el plano psíquico como astral contra las fuerzas con las que se verán involucrados. Cada uno de los siete brujos formará un círculo personal con la tierra roja a dos metros de distancia del individuo puro correspondiente. Se aconseja no romper el círculo hasta llegar al final del ritual; es posible abandonarlo, pero jamás romperlo.
—Velas de cera negra (la aproximación a la muerte): marcan el inicio y desenlace del ritual. Deben ser puestas en forma de espiral en el interior del círculo de narcisos. El momento en el que la llama de cada una de las velas se encuentre totalmente extinta indica que la purificación ha sido completada y los círculos de tierra podrán romperse.
La purgationem animae se conseguirá por medio del sacrificio de las siete almas. La sangre derramada de los llamados puros contenida en el interior del círculo de narcisos será absorbida por el suelo y la luz lunar, al mismo tiempo que cada uno de los miembros del aquelarre entonan el rezo personal (ver pág. 207), completando la purificación de su espíritu y una renovación de la vida que poseían.
Observación al pie de página:
La persistente lucha por sobrevivir intensifica el valor de la vida.