La ciudad se volvió a sumergir en el caos de los gritos, disparos y chillidos mientras que la lluvia seguía cayendo sobre el pavimento y tratando de enmudecer el alboroto que inundaba las calles. Los heridos no se aglomeraron pero aun así eran un peligro; estos se separaban atacando a todo lo que se moviera.
Nathalia y Michelle regresaron mojadas, cansadas y jadeantes pero con las medicinas al centro comercial mientras que afuera los heridos corrían de un lado a otro atacando a las personas que como ellas se movían mientras los heridos estaban es su estado de rigidez pero ahora que volvieron a despertar la casería había vuelto a empezar y corrían tras su presas. Al llegar a la farmacia solo encontraron a Kervis recostado de la caja registradora. Al verlas las apunto con el arma que le quitaron a “la morsa”..
- ¡somos nosotras! ¡Baja esa mierda! – exclamo Nathalia que de inmediato se incoó y saco de su bolso los implementos necesarios para limpiar la herida, una caja de anfibióticos y puso manos a la obra en la herida de Kervis. Michelle se quedo detenía en la puerta.
- ¿y Kevin? – le pregunto a Kervis.
- al ver que no regresaron… ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! - se quejo del dolor. – fue a… fue a buscarlas.
- ¿hace cuanto se fue? - inquirió Michelle cargando el arma y luego se toco la espalda a nivel del cuello. – en su rostro se marco dolor. Metió la mano por debajo del chaleco y de su hombro saco un pedazo de vidrio manchado de sangre, lo observo y lo arrojo al suelo. - ¡estoy herida! - dijo y volvió a meter la mano, al sacarla los dedos estaban manchado de sangre. – mierda y es profunda.
- quítate el chaleco. – más que una súplica fue una orden la que le dio Nathalia. – debió haber sido cuando luchabas con el sujeto, al caer sobre los estantes… algún medicamente en un envase de vidrio. – Michelle comenzó a quitarse el chaleco y la parte superior del uniforme. Al hacerlo Kervis y Nathalia pudieron ver la gran cantidad de heridas ya cicatrizadas que Michelle tenia sobre su piel. Y de su hombro bajaba una gran cantidad de sangre que se abría camino por el sujetador perdiéndose entre sus senos.
- ¿de qué hablan? – pregunto Kervis mientras que Nathalia seguía limpiando la herida. - ¡esas cosas volvieron a moverse! ¿Verdad? – Michelle acento con la cabeza he hiso una mueca con los labios.
- nos ataco un sobreviviente, creo que fue uno de los que vio Kevin. – dijo Michelle sentándose en el suelo. – creemos que se llevaron las granadas para hacer estallar los camiones de gasolina que están cerca del centro.
- lo harán al anochecer. – agrego Nathalia. – tenemos que salir de esta zona.
- ¡la explosión hará que cientos de esas cosas se aglomeren en esta zona y después de eso se nos hará imposible salir de aquí! – exclamo Michelle. – tenemos que irnos como dice ella.
Nathalia vendo la herida de Kervis y le suministro unos antibióticos y luego se dedico a limpiar la herida de Michelle la cual era profunda y necesitaba algunos puntos. Se quedaron en ese sitio por casi una hora mientras que afuera escurecía, la lluvia comenzó a disminuir y el sonido del ajetreo empezó a dominar el espacio.
- ¿Por qué creen que comenzaron a moverse? Pregunto Kervis girando el hombro.
- creo… bueno puede que al comenzar a llover las nubes bloquearon al sol y esto hizo que pensaran que era ya de noche, puede que sean nocturnos. – respondió Michelle y de inmediato fijo su vista en Nathalia para ver su aprobación. Buscando una respuesta.
- puede que sea eso… - dio Nathalia no muy convencida. – o puede que sea la temperatura, si son nocturnos lo normal es que se escondan al salir el sol, no que se expongan de esa forma a los rayos… además creo que ver directamente al sol les habrá ocasionado daños en la vista. – Nathalia suspira. - No podemos mirar directamente al sol porque daña a la vista, ver el sol directamente causa daños temporales o permanentes en los ojos, inclusive puede dejarnos ciegos. Los efectos dañinos van a depender de que tanto vea el sol y del tiempo. Y esas cosas los vieron por horas así que lo más probable es que no puedan ver bien o estén totalmente ciegos… Pienso que o necesitan que la temperatura de su cuerpo suba para acumular energía o puede que el sol solo haga que entren en un sueño, así como a nosotros la luna nos indica hora de dormir a ellos sea el sol y cuando las nubes lo bloquearon los despertó o al bajar la temperatura por la fría lluvia. De igual forma creo que están muriendo desde que vi a tu abuela. – y apunto con sus labios a Kervis. – en su habitación puede ver el vomito, era un charco de sangre, con lo que al parecer era pedazos de carne. ¿Tu abuela mordió a alguien? – Kervis negó con la cabeza. – entonces porque regurgito sangre y trozos de carne..