Amante Secreta...

Capitulo 2

Después de medía hora...

Mi secretaria y asistente, se molestó mucho por lo que le propuse, estoy pensando en pedirle una disculpa.

Me encamino hasta su escritorio pero ya no está, a dónde se habrá ido, cuando estoy a punto de irme hacia mi oficina; me doy la vuelta pero, ella aparece cerca de mí,  que casi me mata de un susto.

Señor Davis, le pasa algo, o es que vio a un fantasma— eso se asemeja algo a la realidad, por el susto que me lleve al verla tan cerca.

No, no me pasa nada— cambio mi expresión, y me dispongo a pedirle una disculpa, pero me interrumpe Teylor, que ricien acababa de llegar.

Hola, mi señor Davis, — me da un beso en la mejilla.

Llegaste, media hora tarde, por favor que no vuelva a ocurrir de nuevo— estoy un poco molesto, eso era lo único que faltaba, Teylor a veces cree que soy suyo , pero yo no soy de nadie, ahora que está Teylor aquí no le puedo decir nada a mi secretaria. Me dispongo a irme cuando Teylor me agarra de mi mano.

Señor Davis , podríamos almorzar juntos al medio día.

No, no puedo, estaré ocupado— mi secretaria nos mira a los dos como si sospechara que hay algo entre nosotros dos, así que trato de una manera muy formal a Teylor.

Bueno, entonces está bien— Teylor no insiste , eso está bien porque tiene que conocer cual es su lugar.

Teylor se va.

Me quedo solo con mi secretaria, estoy a punto de pedirle disculpas. Pero me interrumpe 

Señor Davis necesita algo? — me dice con una formalidad que siempre me ha gustado que las personas tengan en el trabajo.

No , yo solo vine a disculparme por lo que te dije en el ascensor , olvídalo, yo sé que tú no eres esa clase de personas— se lo digo de una manera tan sincera que cualquier persona aceptaría mis disculpas.

Está bien, acepto sus disculpas pero no quiero que volvamos a hablar de ese tema en el trabajo.

Gracias, quieres ir a almorzar conmigo al medio día — ella trata de rechazar la oferta.

Es para remendar mi propuesta indecente, del ascensor — no se que estaba pensando, todo fue por culpa de mí esposa. Por supuesto que este último no se lo digo porque siempre he sido muy formal con el personal de está empresa.

Está bien, acepto pero que no se le olvide no quisiera quedar plantada en un almuerzo.

Para eso tengo una secretaria señorita Henderson, y esa es usted— me voy a mi oficina tengo muchas cosas que hacer aparte del almuerzo pendiente.

(Arlene) 

No sé en qué estará pensando mi jefe , pero si cree que un simple almuerzo lo arreglará todo está muy equivocado, y yo le demostraré que a una secretaria no se le piden esa clase de propuestas.

Al medio día ( 12:01 p.m)

Voy saliendo de mi puesto de asistente, cuando veo venir al señor Davis, ahora sí comienza mi venganza, lo haré pagar por lo de la mañana,

Ya está lista señorita Henderson— lo dice como si almorzar con el por primera vez fuera algo genial 

Si ya estoy lista, ahora sí vámonos— le regaló una sonrisa falsa.

El también me devuelve la sonrisa, con una sonrisa elegante, sin duda cualquier mujer caería ante esa sonrisa, pero yo no.

Nos adentramos en el elevador (ascensor). bajamos 8 pisos.

En el restaurante.

Yo le comento al señor Davis —La empresa tiene su propio restaurante, es muy bonito y lujoso, y cada vez que puedo vengo a almorzar aquí.

Si es cierto, lamentablemente yo no vengo muy seguido, pero ya que se trata de enmendar mi error, pidame lo que usted quiera que yo pago la cuenta.

Si es así, creo que me atreveré a comer lo que no puedo comprar con mi sueldo— y sí, lo haré ,  estoy dispuesta a pedir uno de los platillos más caros de este restaurante.

Que quieres de beber? — lo dice con una tranquilidad, que le quitaré en muy poco tiempo.

Un jugo de naranja— me gusta mucho el jugo de naranja, aunque no cuesta mucho dinero, me preguntó que pedirá de beber el señor Davis.

Davis le hace unas señas al mesero, el cual viene hacia nosotros, Davis le pide un jugo de naranja frío para mí; una limonada fría para él. Así que le gusta la limonada, se parece más a mí padre en ese gusto, a él le encanta la limonada fría a mí no tanto prefiero más a la naranja.

Y que me cuentas, señorita Arlene que yo sepa usted no está casada y tampoco tiene hijos— obvio que no tengo hijos, aún no está en mis planes , ser madre.

Si es cierto, pero usted tampoco tiene hijos y eso que ya lleva casado 5 años con la señora Caroline— cuando le digo esto se incomoda, como si no le gustará que hablara de la señora Caroline.

Es porque no quiero tener hijos, no por el momento— me lo dice tan serio, que ya no quisiera seguir con esta conversación.

El mesero llega, y pone a la mesa lo que le ordenamos hace rato, que bien que llegó al menos me libro un poco de esta tensión que se iba generando, se va pero no sin antes dejarnos el menú.

Yo bebo un sorbo de mi bebida , el también toma su limonada, es hora de empezar con mi venganza .

Después de 5 min.

Estuvimos viendo el menú y escogiendo cual platillo vamos a pedir, entonces uno de lo vasos de cristal se cae  por mi torpeza , él y yo tratamos de agarrarlo , nuestras manos son las únicas que se llegan a topar y vaso cae al suelo y sin remedio se parte a 4 pedazos de cristal.

Yo me quedo sorprendida ante este acontecimiento, separó mi mano de su mano, y entonces;

¡ Cómo se atreve usted a ofrecerme esa clase de propuesta !

¿Quien se a creido que es? Yo jamás me acostaría con un tipo casado como usted. Menos por unos cuantos billetes.— Salgo de ese lugar tan rápido como puedo, le hice quedar en vergüenza ante el personal de la empresa, no me importa si después de esto me despide , lo importante es que lo humille y ni siquiera lo deje hablar.

(Caroline)

Estoy muy enfadada con Jonathan.

Haré todo lo posible para quedar nuevamente embarazada de él, así tenga que disfrazarme, violar lo o que se yo. Se pasan los años y se que el tratará de deshacerse de mí y de mi padre.




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