Josh estaba revisando unos papeles cuando su secretaria lo llamo para decirle que una mujer había llegado a hablar con él sobre el asunto de una propiedad que el tenía por error quedó realmente intrigado, pues hasta ese momento él nunca había tenido problemas con las propiedades que había comprado antes, a menos que lo hayan estafado y la propiedad no le pertenecíera de verdad, pero era imposible porque siempre hacía todo con base a la ley y revisaba muy bien todo el papeleo antes de adquirir una nueva propiedad, asi que, que se traía entre manos esa mujer, sera que era ella quién lo quería estafar, bueno, fuera lo que fuera tendría que arreglar este asunto ya antes de que empezaran con otros rumores falsos sobre él, no quería tener problemas con sus clientes por unos rumores falsos, así que se iba a encargar de eso inmediatamente, se dijo a sí mismo.
Josh le dijo a la secretaria que la dejara pasar, esperaba resolver el asunto lo antes posible y tendría piedad en llamar a la policía si era una estafadora.
Mientras esperaba a que ella llegara, se asomó por la ventana, desde ahí se podía ver una increíble vista de la ciudad de Roma, de hecho Josh había comprado ese edificio por su magnífica vista.
Como estaba sumido en sus pensamiento no escucho la puerta abrirse, pero al escuchar unos pasos se giró para ver quien se presentaba, al verla quedó un poco sorprendido pues no esperaba una mujer tan joven y además era muy hermosa.
Su cara era pequeña de facciones suaves, su nariz recta y respingada, sus ojos parecían de un color azul profundo, sus labios carnosos y sensuales, tenía su negro cabello recogido en un muño y llevaba una chaqueta con un vestido rojo hasta mitad de muslo que abrazaba sus curvas espectaculares y unas piernas largas y estilizadas que parecían nunca acabar, en esos momentos solo podía sentir como el deseo se apoderaba de él.
-¿Qué?.-Pregunto josh al ver que ella le había hecho una pregunta pero él no la estaba escuchando, estaba demasiada sumido en sus pensamientos, así que Josh trato de calmarse.
-Que mi nombre es Elizabeth Rossi.-Respondió ella.
-Soy Josh Pascuali, pero me imagino que usted ya lo sabe.-Dijo con sorna.
-Si.-contesto Elizabeth un poco ruborizada.-Estoy aquí para hablar sobre la hacienda Cristobel. Continuó ella.
-De la propiedad que según usted no me pertenece, sino a usted.-Dijo resaltando la última palabra.
Ella enrojeció un poco más de la vergüenza, ella sabía que si le pertenecía, ya que el la había comprado, pero era la única manera con que podía hablar con él y además no era su intención insinuar que el era un ladrón y así se lo dijo.
-Disculpe no pretendía insinuar que usted la había robado, cuando dije que la propiedad en realidad me pertenece a mí lo que quise decir es, que esa propiedad nunca debió estar hipotecada, ni ser vendida, ya que fui engañada y sin darme cuenta estaba firmando mi consentimiento para la hipoteca lo cual fue un error, porque yo no quería eso.
Josh caminó hacia una pequeña sala que tenía en la oficina, la cual utilizaba cuando llegaba un cliente, le señaló a Elizabeth que se sentará, ella avanzó pasando delante de él, y Josh aprecio aún más su magnífico cuerpo y sentío como su cuerpo reaccionaba nuevamente.
Cuando ella se sentó en uno de los sillones su vestido se subió un poco y Josh observó un poco más sus estilizadas piernas, él avanzó y se sentó en el sillón delante de ella y trato de concentrarme en la conversación.
-Bueno como usted ya lo dijo dio su consentimiento y perdieron la hacienda señorita Elizabeth y yo la compre, así que usted y yo no tenemos nada que ver.
Elizabeth pudo sentir como el calor subía a su cara, estaba enojada acaso él no podía ver lo importante que era la hacienda para ella, probablemente no ya que él seguramete compraba propiedades y se deshacia de ellascundo se le daba la gana, posiblemente la había comprado para hacerla parte de su inmensa colección, por que eso era lo que hacían lo ricos, gastar su dinero sin medida mostrando su poder, penso Elizabeth, luego soltó un suspiró y dijo.
-Verá señor Pascuali, si tenemos que ver, porque esa hacienda me pertenecía y quiero recuperarla-.Alzando la voz un poco más de lo que pretendía.
La verdad es que a él ya no le interesaba esa hacienda, la había comprado para reformarla y luego vendersela a un cliente el cual estaba muy interesado en la haciendas, el vio la oportunidad y la compró, pero resultó que su cliente murió en un accidente de coche solos unos días espués de haber adquirido la hacienda y a sus demás clientes no les interesaba la hacienda.
-Señorita Elizabeth, la verdad es que ya invertí mucho dinero en ella si se la devuelvo que ganaría yo, no cree que saldría perjudicado con esta situación.-Contesto Josh.
-Señor Pascuali-.Dijo Elizabeth un poco alterada, por que la situación no estaba saliendo como ella quería -No le estoy pidiendo que me devuelva, así, sin más, lo que le estoy pidiendo es que lleguemos a un acuerdo en la que los dos salgamos ganando.
-Bueno señorita, la verdad es que en estos momentos no tengo tiempo para resolver su problema, en todo caso no me interesa como le fue arrebatada su hacienda, puesto que yo lo compre al Banco, así que si quiere resolver este asunto deberá esperar.
Elizabeth estaba muy enojada, entendía que él había comprado la hacienda al Banco, pero que fuera un arrogante y que no le importará los más mínimo lo importante que era esa hacienda para ella, la ponía muy furiosa.
-Mire señor Pascuali, usted no sabe lo importante que esa hacienda es para mí y lo que quiero es recuperarla lo antes posible-. Dijo ella haciendo notar un poco de frustración en que la situación la ponía.
-Señorita como dije antes en estos momentos no dispongo de tiempo, si quiere podemos resolver el asunto el fin de semana, podemos cenar y hablar sobre este asunto, puede darle los datos a mi secretaria y ella le enviara un correo de el lugar y la hora-. Dijo el sin inmutarse a la forma en la que ella había reaccionado.