Amantes a corto plazo.

CAPÍTULO 5

Llegaron a la casa de Josh, era realmente hermosa era grande de dos pisos estaba pintada de color blanco, con ventanas inmensas para poder ver el mar, era realmente fresca, al entrar pude ver que era diferente a su oficina y a su departamento en Roma, está casa tenía un aire fresco, más hogareño.

Una señora nos estaba esperando, parecía muy amable y sus ojos se iluminaron al ver a Josh, se acercó y lo abrazo muy fuerte y él le devolvió el abrazó. 

-Lo extrañe mucho Joven. Dijo la señora. 

-Merie te eh dicho que me llames Josh. Dijo él con un finjido tono severo. -Yo también te extrañe mucho. Continuó con una sonrisa. 

-Y quien es está linda chica. Dijo dirigiéndose a Elizabeth.

-Ella es una amiga, Merie. Contestó él. 

-Oh mucho gusto querida, mi nombre es Merie, pero puedes decirme nana. Dijo ella con una calida sonrisa. 

-Es un gusto también. Respondió Elizabeth.

-Vamos, Vamos, no se queden ahí parados y pasen al comedor les eh preparado unos espaguetis a la carbonara, porque de seguro an de venir hambrientos, ya después arreglan sus maletas. Y con eso se puso en camino hacia la cocina.

Elizabeth y Josh pasaron al comedor y se sentaron enfrente del uno a los otro, mientras esperaban el almuerzo Josh le dijo que ya después Merie le mostraría su habitación.

Merie llego con los platos de espagueti a la carbonara, los cuales se miraban deliciosos acompañados de un vino francés. 

-Espero que les guste está realmente deliciosos, coman hasta llenarse. Dijo Merie con una sonrisa.

 Elizabeth y Josh disfrutaron de la comida y el vino en silencio, parecía que no tenían de que hablar, pues estaba la tención de lo que más tarde sucedería. 

Ella estaba muy nerviosa, deseaba que el tiempo se alargará, pero sabía que ese momento algún día tendría que llegar. 
Al terminar de comer él se levantó de la mesa y le dijo que iría a arreglar un asunto de la oficina y con eso salió del comedor. 

-Bueno señorita Elizabeth si gusta seguirme yo le mostraré su habitación. Dijo Merie.

 -Muchas gracias. Contestó Elizabeth. Y puede llamarme sólo Eli. Continuó ella.

Salieron del comedor, dirigiéndose al que sería la habitación de Elizabeth durante su estancia ahí.

Al llegar a la habitación Merie le dijo que entrará y se pusiera cómodo, la habitación era fresca muy luminosa y tenía un balcón con vista hacia la playa estaba encantada.

-La dejaré para que descanse un poco, porque de seguro el viaje fue agotador. Dijo la señora Merie saliendo de la habitación. 

Cuando la señora Merie salió, Elizabeth dio un suspiró pues había sido un poco incómodo para ella, acomodo sus cosas y se dijo que descansaria un rato.De repente escuchó que tocaban la puerta de la habitación.

-Soy yo, Merie señorita Eli. Le llamaba para que bajara a cenar.

 -Gracias, en un momento bajo. Contestó ella 
Despues de haberse baño, bajo las escaleras y entró al comedor y se percató de Josh todavía no había bajado.

 -Donde está Josh. Pregunto un poco curiosa. 

-Esta en su oficina, enseguida bajara. 

-Oh! A estado ahí desde que llegamos. Pregunto. 

Y en eso vio entrar a Josh estaba muy guapo con esa ropa informal, se miraba menos duro, sintió como su corazón le latía con fuerza, no entendía que tenía este hombre que la ponía nerviosa. 
 

Josh estaba un poco cansado, en todo el viaje no pudo dejar de ponerle atención a ella,  se miraba muy hermosa con ese pantalón ajustado y esa blusa roja, no deja de pensar en que sucedería esa noche. 

Cuando llegaron después de haber almorzado, se había refugiado en su oficina para despejar su mente, pero, no podía concentrarse lo único que podía pensar era en lo mucho que deseaba a Elizabeth.  

Había bajado a cenar y cuando entró, lo primero que vio fue a ella, se había cambiado de ropa llevaba un vestido blanco era un poco holgado, pero se podían adivinar sus hermosas curvas. 
Sus ojos se encontraron y pudo adivinar el deseo en sus ojos, sabía que ella lo deseaba también. 

-Buenas noches joven. Dijo Merie interrumpiendo  el momento. Siéntase enseguida traeremos la cena. Continuó ella. 

-Buenas noches Merie. Dijo él volviendo la mirada hacia ella. 

-Como te sientes del viaje. Pregunto dirigiendose a Elizabeth. 

-Estaba un poco agotada, pero, pude descansar un poco en la tarde. Respondió ella. 

-Que bueno que descansaste. Dijo viéndola a los ojos. 

Ella se ruborizo un poco, porque no sabía si lo decía por otra cosa. 

Merie llego con la cena era filete con una ensalada, trajo vino pero ella prefirió tomar agua porque necesitaba tener su mente despejada. 

-Que te parece la isla. Pregunto él. 

-Por lo poco que eh visto me parece muy hermosa. 

-Mañana te mostraré la isla, te va a encantar es un lugar muy paradisíaco. 

-Gracias me encantaría conocer mejor la isla.

Cuando terminaron la cena pasaron a la sala de estar, se sentía la tensión que había entre ellos, él se sirvió una copa de vino y le ofreció una ella, la acepto, porqué necesita tomar un poco para calmar sus nervios.

-Hablemos un poco de la hacienda. Dijo él.  

-Y que quieres saber. Pregunto ella. 

-Porque es tan especial para ti. Pregunto él. 

-Bueno cuando era pequeña vivi ahí, bueno por lo menos hasta que tenía 10 años, Luego de eso mis padres se separaron, y yo me mudé a Madrid con mi madre, pero siempre iba de vacaciones a la haciendo, pasaba mucho tiempo ahí con mis abuelos, era realmente momentos hermosos, nada de preocupaciones, ni de la ciudad ruidosa, ahí podía respirar aire fresco, disfrutar de la naturaleza. Respondió ella suspirando por los bellos recuerdos que le trajo hablar de esos días en la hacienda.

-Y que pasó con tu padre, casi no lo veías. Pregunto él.

-No, casi no, siempre estaba fuera cuando yo llegaba de vacaciones.

La verdad era que su padre siempre tuvo problemas con su vicio y estaba muy ocupado apostando, así que por eso ella no lo miraba mucho, sus abuelos siempre trataron de ayudarlo, pero el simplemente no queria, ella de verdad quería pasar tiempo con él, pero, simplemente nunca estaba, así sus recuerdos eran más de sus adorados abuelos que de su padre, los cuales eran recuerdos bellos, pero hubiera querido hacer lindos recuerdos con su padre también. 
 




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