Amantes en la era Meiji

Regreso a Moscú

Julia tomo un taxi, mientras intentaba comunicarse con Niels desde su móvil, sin tener respuesta. Sintiendo una gran preocupación que crecía con cada ring del teléfono, Julia comprendió que algo mas había pasado después de que ella hubiera marchado hacia Japón e intuitivamente supo que algo le había sucedido a Niels. 

Las manos de Julia empezaron a transpirar de la ansiedad, obligándola a respirar profundo para poder calmar su animo. Mientras el taxi paraba en la acera frente a la casa de Niels, ella observo la fachada del edificio a través de la ventana, intentando ver algún atisbo de él, sin lograr ver a nadie adentro. Entonces se acerco a la entrada y con un par de golpecitos llamo a la puerta en repetidas ocasiones sin hallar respuesta, así que finalmente abrió la puerta con la llave que le había dado Niels tiempo atrás.

Con solo un vistazo al interior, Julia se llevo una gran impresión al notar el polvo y la basura que había en cada rincón de la casa, como si nadie la hubiera habitado allí por un largo tiempo. Sin embargo, hubo algo mas que llamo su atención, había una pequeña ralladura en le piso de la sala. Un poco asustada con la extraña situación y sin estar segura de lo que estaba sucediendo,  dejo sus maletas escondidas debajo de uno de los muebles de la casa y se dispuso a visitar a la familia de Elena.

Al llegar a la vivienda, después de un corto recorrido, se detuvo frente al portón principal, y dudando en si era una buena idea lo que estaba haciendo, se quedo unos instantes mirando el timbre, antes de finalmente tocarlo. De repente, uno de los guardias de seguridad apareció de la nada y abriendo el portón, la dejo pasar señalando el camino hacia el salón principal.  Al entrar Julia se encontró con Carmen, quien la miro con indiferencia y dándole un saludo de cordialidad, le pidió que la acompañara hasta la habitación de Elena.

Pensando en todas las cosas que había compartido con Elena, Julia sintió una gran nostalgia al ver todas las cosas ordenadas en la habitación. Los libros de la universidad, algunos artículos de maquillaje, un balón de voleibol, fotos de su familia y una foto donde aparecían ambas hacían parte de los múltiples objetos que Carmen guardaba de su hija y que Julia miraba con tristeza. Entonces, Carmen se sentó en el borde de la cama y Julia acompañándola, hizo lo mismo.

Carmen: han pasado muchas cosas en muy poco tiempo. Al poco tiempo de que marcharas, esos hombres volvieron para amenazarnos, así que nuestro hijo menor tuvo que salir del país. Al principio estaba aterrada, pero entendí que vivir con miedo es algo que no se puede permitir.

Supongo que el motivo de que este aquí es que buscas a tu novio ¿Cierto?, lamento decepcionarte, pero no se nada de su paradero,  sin embargo, me llegaron rumores de que había desaparecido de la ciudad.

Julia: y... ¿esos hombres les hicieron algo?

Carmen: esos hombres quieren recuperar algo que tenía Elena y no van a descansar hasta encontrarlo. Un día mientras íbamos en auto, una camioneta negra se estrelló contra nosotros, golpeando parcialmente nuestro parachoques trasero, sin embargo, mi marido que estaba manejando en ese momento, apretó el acelerador después del choque y de esta manera logramos escapar. Nuestro coche termino con toda la puerta trasera rota, pero afortunadamente no nos alcanzaron. Cuando volvimos a casa nos tenían preparada una sorpresa, habían escrito con sangre en la puerta un mensaje que decía -la próxima no sabemos de dónde va a salir la tinta- estábamos asustados, no sabíamos que hacer. Una hora más tarde, escuchamos el grito de la cocinera en toda la casa, cuando fuimos a ver el perro estaba muerto en el patio.

Espero tu viaje te haya dado un poco de perspectiva. No quiero reprocharte nada, pero te fuiste a Japón por 6 meses y ahora estas preocupada por las cosas que pasaron mientras tú no estabas aquí.

Julia: yo... necesitaba un respiro, solo... necesitaba entenderlo todo. 

Carmen: Mi hija siempre hablaba bien de ti. Espero que no se haya equivocado. La verdad no tengo información que te pueda ayudar, pero estoy segura que mi sobrino seguro te podrá ayudar.

Julia salió de la casa pensando en el paradero de Niels y mientras pasaba por la puerta principal, tuvo la necesidad de mirar a hacia atrás, imaginándose entonces, el mensaje con sangre, que meses previos había estado dibujado en la pared.

Julia regreso al apartamento de Niels y decidida a dar con su paradero, comenzó a registrar cada rincón de la casa en busca de alguna pista sobre sobre lo que había pasado. Primero, comenzó rebuscando entre los cajones de los muebles, luego prosiguió a cambiar los muebles de lugar, poniendo patas arriba todas las habitaciones y finalmente, y después de haber buscado en el resto de lugares, entro al cuarto de Niels, esperando encontrar algún papel o documento entre sus cosas, que pudiera ayudarle a encontrarlo. La habitación estaba oscura y al mirar en su interior, Julia se dio cuenta que nunca antes había entrado al cuarto de Niels, ya en medio de su extraña relación aun no había pasado nada. Lo primero que miro fueron las dos fotos en la mesa de noche, una a color donde aparecía ella, y otra, un poco mas antigua y en blanco y negro, donde aparecía una mujer que tenia un fuerte parecido a ella. Julia se acerco a la ultima foto, notando entonces, que la mujer del retrato estaba cargando un bebe en sus brazos. Un fuerte dolor de cabeza golpeo repentinamente a Julia, obligándola a recostarse contra la pared, mientras otro grupo de imágenes extrañas aparecían en su mente. 

Uno, dos, uno, dos... respire profundo, decía alguien a su alrededor. Un fuerte dolor atacaba el vientre de Julia que parecía estar a punto de estallar. Un pequeño hilo de liquido comenzó rodar por sus piernas, mientras una partera que se encontraba junto a ella, la conducía a una cama donde Julia se recostó ¿había estado embarazada? se pregunto a si misma. Entonces, pudo recordaba el tacto del bebe, su piel cálida sobre sus brazos y sus ojos llenos de vida abriéndose por primera vez. Había sido madre y lo ahora lo recordaba. Entonces el mensaje que le había dejado Elena tuvo sentido "la tumba de tu hija". Eso solo significaba que Elena lo sabía todo, ¿desde cuando lo habría sabido? ¿por que no le había dicho nada? pensó Julia intentando entender los pensamientos de su compañera. Un poco confundida continua registrando la habitación, entonces se acerco al armario de Niels, hallando un revoltijo de prendas enredadas entre si, las cuales fue sacando del armario una tras otra, mientras las examinaba con cuidado. En medio del desorden, noto que una de las camisa de Niels, tenia una marca de hollín en su cuello, así que la separo del resto de prendas y la colocó en una bolsa, mientras continuaba examinado el armario. Al terminar de sacar toda la ropa, se encontró con un agujero en la pared, realizado por una bala. Una sensación de terror invadió a Julia, pensando en al posibilidad de que Niels estuviera muerto. Cerca del armario, hallo una reloj de cuero con un nombre inscrito en su reverso que decía "Alexander".




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