Amar a ley

CAPITULO XI. "CONFESIONES..."

Hacía frío afuera del bar, estábamos esperando a que el valet parking trajera el automóvil por lo que Aiden tomó su chaqueta para cubrirme ya que mi campera no era muy abrigada .  Antes de colocarla sobre mi beso uno de mis hombros y me sonrió, sus ojos reflejaban un brillo especial derritiendo así mi corazón por completo. 

Abrir la puerta del auto para que yo me subiera

 _ Te llevaré a mi casa, me gustaría que la conocieras.- dijo de una manera dulce

_Aiden me encantaría, pero hoy no- él me miró con Intriga y desilusión por favor, no te enfades, pero al irse Ale con Hugo, tengo que relevar a Olivia con los niños. -su rostro no demostró mucha alegría, pero Aiden al instante volvió a mirarme con una sonrisa

_ tengo una mejor idea-contestó sin borrar su mirada de picardía

_y que tienes en mente.-pregunte

_ ya verás cuando lleguemos

El camino a casa fue tranquilo, él tomó mi mano mientras conducía, su mirada y sonrisa eran celestiales, por un momento todo lo malo en este mundo había desaparecido, solo por ese instante habíamos quedado el y yo.

Cuando el camino comenzaba a volverse conocido, un sentimiento de angustia y temor se apoderó de mí. Volteé mi mirada hacia él y lo vi tan seguro de sí mismo y yo tan insegura de lo que podía llegar a pasar. El pensar que estuviéramos a solas era algo que anhelaba, pero temía porque no sabía qué hacer, había pasado mucho tiempo desde la última vez que estuve con alguien que me importara tanto.

Cuando el auto se detuvo al llegar a casa solo intente despedirlo con rapidez. Tome mis cosas y quise salir del auto lo más rápido posible, pero el solo sonrío y me sujetó el brazo _ no tan rápido-susurra en mi oído _ esta noche me quedaré contigo

_Aiden. Mis hijos están en casa.

_si, ya lo sé. No te preocupes, no haré nada que tu no me pidas -sonrió, mientras que yo lo miraba en forma de advertencia _ prometo portarme bien- dio un guiño y bajó para abrir mí puerta.

Entramos a la casa y despedimos a Olivia, el no tardo en ponerse cómodo, desprender los botones de su camisa y arremangar sus mangas hasta por encima de sus codos yo lo observaba embelesada _ iré a ver a los niños- le dije mientras él se acomodaba en el sofá.

Fui hasta el dormitorio y los observé mientras dormían, me acerque hasta Jackson y lo cobije, tape a Becka que dormía desabrigada dejando un pequeño beso en su mejilla, le susurré qué la amaba y ella solo se acurruco aferrándose a sus sábanas.

Al voltear para salir de la habitación, me topé con una hermosa imagen, la silueta de Aiden observando, apoyado contra el marco de la puerta, su cabello se había desalineado y se lo veía muy tranquilo _ ven, prepare algo para nosotros- no podía negar lo que este hombre ocasionaba en mí, era la primera vez en mucho tiempo que  sentía mariposas en la panza, le sonreí igual que una adolescente y lo seguí para ver qué sorpresa había preparado. Un brillo iluminaba sus ojos, tomó mi mano y me llevó hasta la sala de estar, había encendido la chimenea, colocado unos cojines en el piso y encendido varias velas que solo tenía para decoración. Luego de observar detenidamente impresionada lo que él había preparado, solo me sonrío elevando mí mano hasta sus labios para luego besarla

_ qué es todo esto?-pregunte sin lograr borrar la sonrisa de mí rostro, sin perder la cordura y no lanzarme hacia sus brazos

_No es mucho ya que la mayoría de las cosas ya estaban aquí.

_ gracias-dije tomando la copa que él estaba extendiendo hacía mí

_ y eso porque?-preguntó  mirándome a los ojos

_ por esto- miré a mí alrededor _es que jamás nadie había hecho algo así por mí 

_ pero preciosa! - tomo mi mentón para elevarlo y que mi mirada quedará a la altura de la de él _ Yo haría cualquier cosa por ti -mis ojos se cristalizaron, porque yo también  haría lo que fuera por él.

Me besó con profundidad, tanta que sentí mis pies despegar del suelo y comenzaba a flotar en sus brazos

Un beso se entrelazo con otro y sin pensarlo demasiado, luego nos encontrábamos recostados en el suelo sobre los cojines, cuando sus manos comenzaron a levantar la falda de mi vestido un frío gélido me recorrió por la espalda sacandome cual cruel cachetada del sueño maravilloso en el cual me encontraba. Corte del beso pausadamente, coloque una de mis manos en su pecho para controlar así nuestra respiración y la otra en su rostro para que me mirara

_lo siento- le dije dejando luego un casto besos en sus labios, volví a mirarlo para saber si se había enfadado

_ qué pasa- preguntó desconcertado

_ no quiero que te enojes, pero no puedo, no aquí, no ahora, no teniendo a mis niños en la habitación contigua- el volvió a besarme 

_no te preocupes, yo entiendo.

_ no te enojes- volví a repetir casi con un nudo en la garganta

_ ey! No…no estoy enojado. Tranquila, que yo entiendo

Luego quedamos abrazados, el silencio incómodo se hizo presente entre nosotros

_ qué sucede- pregunté al notar que no dejaba de mirarme

_ nada- contestó tomando un sorbo de su copa

_ vamos, qué quieres preguntar

Dio un suspiro, paso la mano por su cabello intentando acomodar sus ideas

_es solo, que me cuesta comprender…el que no estés comprometida con nadie- sonreí casi con ironía

_Aiden, creo que es más que obvio

_¿ por los niños?- asentí _ pero eres inteligente y graciosa, cualquier hombre desearía estar con una mujer como tu

No pude evitar ponerme seria luego de escucharlo, hacía tiempo qué no me ponía analizar la situación y quizás tampoco era el momento para exponer qué me habían lastimado lo suficiente cómo para negarme a amar de nuevo.

_ quién fue?- me  pregunto con tanta seguridad que solo tragué profundo sin saber cómo reaccionar o qué contestarle tome lo que me restaba de vino y volví a servirme otra copa.

_no creo que sea el momento para hablar de eso-respondí




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