Amar a ley

CAPITULO XVII " ACORRALADA"

Al despertar a la mañana siguiente, él ya se había ido, dejó una nota sobre mi almohada.    "DESEÓ QUE TODAS NUESTRAS NOCHES SEAN MÁGICAS…SIEMPRE TUYO A.L"

Solo deseaba que el me amara realmente, deseaba sumergirme en el, en su aroma, en sus besos, así como me perdía cada vez que sus ojos turquesas me miraban. Ir a trabajar al despacho de Tomás era una distracción, pero debía ser sincera con él, no se merecía que le diera ilusiones falsas, mi corazón tenía dueño y así nunca regresará con él, sería eternamente de Aiden Ludwing.

_ hola Tomás, buenos días- dije suave por lo que él me miró. Cuando noto mi angustia se puso de pie y se acercó a donde yo me encontraba

_ veo que volver a verlo te ha devastado- acarició mi mejilla_ lo envidio- eso me sorprendió

_ porque dices eso- pregunté apoyando mi frente sobre su pecho

_ porque la mujer inquebrantable, la que jamás daría una segunda oportunidad, por fin ablandará su corazón- sonrío con melancolía

_ a qué te refieres? 

_ no puedes seguir negando lo que sientes por él, me enoja que yo jamás pude obtener ese tipo de amor de ti, pero no puedes dejar pasar la oportunidad de ser feliz

_ Tomás…- sus palabras realmente me desconcertaban, el se había pasado las últimas semanas haciendo todo lo posible para que yo le diera una segunda oportunidad y ahora salía con esto _ no estoy entendiendo

_ Bri, mí amada Brianna, jamás dejaré de luchar por ti, pero no puedo negar que estoy remando en dulce de leche. Tu lo amas

_ ¿Amar?

_ vamos, podrás negarlo al mundo, pero nos conocemos lo suficiente

_ así como tu, el también la cagó, así que tendrá que vivir con las consecuencias

_ ¿Y tú? ¿Qué pasa con lo que tú sientes? 

_ recuerdas que hace unos años tu hiciste lo mismo- me miró y agachó la mirada arrepentido  _ pues aquí me ves Tomás, estoy entera, si logré sobrevivir a tu engaño puedo volver a hacerlo- él se acercó a mí para tomarme la barbilla y elevarla a la altura de su mirada

_bajo a qué costo…estar sola- mis ojos se llenaron de lágrimas _ mereces alguien que te cuide, que te ame

_ pues, no volveré a arriesgarme nunca mas- trate de no llorar

_si solo me dejaras venerarte cada día de nuestra vida, si solo me dejaras entrar 

_ Tomás, ya tuviste la oportunidad- una lágrima todo por mí mejilla, pero él la detuvo con uno de sus dedos

_ si, era un estúpido adolescente y pague muy caro por mí error- trague profundo, mí respiración y la de el se acelero ya que ambos estabamos tan cerca que nuestras narices se rozaban.

_ Tomás…- susurré casi encima de sus labios y me beso, no había olvidado el sabor de sus labios, el juego que hacía con su lengua al besar, se sentía lindo, pero su beso no daba vuelta mí mundo, ya no ocacionaban lo mismo. 

Cuando dejó de besarme me pregunté porqué dejé que lo hiciera y allí supe que necesitaba volver a besarlo, volver a sentir sus labios para por fin darme cuenta que jamás me recuperaré, jamás volveré a ser la misma mujer de la que él se había enamorado en la adolescencia, ahora yo le pertenecía a alguien más _ lo siento Tomás- rompí a llorar _ no te imaginas cuánto lo lamento- salí corriendo del lugar

Hacía un frío terrible, tanto que calaba los huesos, caminé por la ciudad sin rumbo fijo, me sentía miserable, tenía a Tomás que parecía sinceramente arrepentido y Aiden que aún me tenía enojada, pero sus palabras la noche anterior habían hecho que lo perdonara. si, lo había perdonado, así de simple y sencillo, me sentía estúpida por ello, porque él había logrado transformarme en la mujer débil que había jurado no volver ser, mire a las personas que corrían a sus casas para volver con sus familias, tomé mí celular y llame a Alessa para hablar con mis niños _ hola Ale- dije aguantando el nudo en mí garganta

_ ¿Qué sucede? - pregunto

_ lo de siempre, nada de qué preocuparse- contesté 

_ Bri! Necesitas que vaya así hablamos?

_ na, no es necesario- suspiré _ mis niños cómo se están portando? - pregunté

_ ellos mejor que nunca, los estaba por preparar para bañarse

_ te debo la vida amiga- dije volviendo a llorar.

 Alessa me había acompañado todo estos años incondicionalmente, estuvo a mi lado desde que  perdí a la única familia que me quedaba y ella había secado la torrencial lluvia de lágrimas que era desde entonces mí vida, ahora ella una vez más me tendía una mano,estaba cuidando a mis hijos en su departamento, decidimos que era más seguro si ella se los llevaba, Hugo estaría con ella y él no dejaría que nada les pasara, luego de mucho insistirle ella por fin lo había perdonado y tenían una hermosa relación. Hablé por un momento con mis niños prometiendoles que mañana iría a visitarlos, luego de eso volví a estar sola en el frío de la noche.

Regrese a casa, respirar un poco de mí hogar, mis cosas, más allá de las advertencias porque Ethan aún estaba rondando, suspiré con frustración ya que aún la policía no había hecho su trabajo y el aún andaba suelto. Quien sabe ahora dónde esté, a quien esté hostigando. Entre dejando las llaves sobre la mesa ratonera y el bolso en el sofá del living, todo lucía tranquilo, justo lo que me respeto el médico dije con una media sonrisa intentando convencerme que no me hacían falta mis niños, necesitaba de sus abrazos reparadores. 

Ordené algunos juguetes que habían quedado desparramados por el piso de la última vez que ellos habían estado en casa, pido comida china así que tengo unos 20 minutos hasta que llegue el delivery, por lo que aprovechó para entrar y darme una ducha rápida. Enciendo el agua caliente y la entibio intercalando con el agua fría, tocó el agua con mí mano para probar que esté a la temperatura que me gusta, el ruido del agua al caer no me deja prestar atención a lo que estaba sucediendo de la casa.

Salgo del baño a buscar un juego de toallones cuando presiento que me están observando. Me acerco a la ventana de mí habitación, miró hacía la calle, la noche fría hace que la zona está desierta, pero juraba que alguien me estaba mirando, doy un profundo suspiro y me ingreso a duchar. El agua es una delicia, cuando comienzo a relajarme el ruido de una puerta cerrarse con fuerza en el interior de la casa me saca de la ensoñación. Apagó el agua intentando escuchar mejor y otro ruido hace que salga por completo y me envuelva en mí toallón para salir y revisar _quien anda ahí? - pregunté de forma tonta pensando que mí imaginación me hubiera traicionado y allí no había nadie.




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