CAPITULO XXVII. EN BUSCA DE LA FELICIDAD...
Una vez había escuchado a mi hermano tan feliz, lo veía en su día a día rodeado de sus hijos con su esposa, tenia una vida de ensueño. Jamás pensé que ese tipo de vida podría llegar a ser el mío, todo lo contrario, siempre pensé que tendría su mismo final trágico. El tiempo paso fugaz como muchas veces pasa la vida, Aiden había tomado unas extensas vacaciones para poder venir a Londres, pero como todo debía seguir su rumbo, volver a Seattle y retomar el trabajo
El invierno se estaba terminando, el clima se tornaba mas cálido y húmedo en Londres por lo que se podía desayunar en el jardín de casa, la imagen de todos por desayunar venia a mi mente, el sabor delos huevos con tocino hizo que se me hiciera agua la boca. Un brazo fuerte me rodea la cintura, casi sin dejar que pudiera moverme ni un centímetro lejos de el, me remuevo por lo que el esconde aun mas su rostro en mi nuca, respira profundo murmurando entre dientes _este aroma me vuelve loco - mordió con suavidad mi hombro para luego depositar un beso
_creo que es otro aroma el que te vuelve loco - sonreí al escuchar el ruido de su estómago _quizás un taza de café recién hecho?- pregunte
_deja que sacie mi apetito de otra manera- dijo colocándose con rapidez sobre mi para besarme con una intensidad avasalladora - me quede mirando sus turquesas tan profundos y claros como el mar mismo, acaricie su rostro con las yemas de mis dedos, recorriendo su mentón hasta su pecho
_sabes que te amo con mi vida- pregunte
_y yo con la mía- respondió
el abrir de la puerta del dormitorio hizo que ambos diéramos un salto en la cama _mami! - se oyó el grito efusivo de Becka saltando a la vez entre nosotros
_que sucede mi princesa- pregunto Aiden al notar que hacía unos pucheros
_soñé feo_ dijo tapando su rostro
_mi cielo, acá estoy...no debes temer, no estas sola- dije haciendo que Becka se acurrucara aun mas en mis brazos
_Papi también me cuida- pregunto la pequeña dejándome sin aliento, quizás Jackson le había hablado de mi hermano, ya que ella era solo un bebe cuando sucedió el accidente, mire a Aiden que acaricio su cabello con tristeza pero, ella sin mas lo miro _te quiero papi- dijo dándose vuelta para abrazarlo, el acaricio su cabello hasta que volvió a quedar dormida, bese a ambos y me vestí para ir a preparar el desayuno
Prepare sus comidas favoritas, solo nos quedaban unos días para disfrutar los cuatro juntos y aun no habíamos hablado al respecto de cómo llevaríamos nuestras vidas a partir de ahora.
Salimos al jardín donde había armado la mesa, por lo que nos dispusimos a desayunar, el día transcurrió entre risas, los niños eran felices y Aiden no dejaba de sonreír, podría tener una vida así, rodeada de las personas que mas amaba en el mundo, claro que si, me merecía una vida llena de amor y mis hijos también merecían una familia, quizás esta vez dejara que me ganara el egoísmo y solo acepte ser feliz junto a Aiden. Llevamos a los niños al colegio y nosotros aprovechamos de disfrutar el tiempo juntos, caminamos de la mano por las calles de Londres para terminar en la banca donde nos habíamos vuelto a encontrar. Aiden se detuvo colocándome frente el _en este mes que compartimos no deje de pensar en como demostrarte cuanto te amo - quise hablar pero el no me lo permitió colocando su dedo sobre mi boca _no volvamos a separarnos nunca- susurro
_te lo prometo- conteste, aun sabiendo que por nuestros trabajos deberíamos hacerlo.
Se coloco de rodillas, sacando de su bolsillo una pequeña caja azul de terciopelo, se notaba su nerviosismo ya que le costó comenzar hablar _ no quiero nada en esta vida si no es contigo - dijo casi con un hilo de voz entrecortada _ seré quien te abrigue con mis brazos si sientes frio, jamás hare que vuelvas a llorar - saco el anillo para colocarlo en mi dedo _ juro que te compensare el resto de mis días por lo que te he hecho sufrir y ante nuestros amigos de testigos - mire alrededor para encontrar a Alessa, Hugo, Tomas, el Sr Ludwing y mis niños que me sonreían _prometo recuperar todo el tiempo que perdimos - se colocó de pie para ayudarme a colocarme frente a el _secar tus lagrimas si es necesario - seco mis mejillas húmedas _pero solo si me dices que si - nos pusimos todos a reír
_con mi vida y todo mi corazón, si mil veces si.
me alzo entre sus brazos y dio de vueltas entre risas y aplausos de nuestros conocidos. Todos almorzamos y pasamos una tarde hermosa, Alessa emocionada planificaba la boda, por lo que tuve que tranquilizarla al decirle que me gustaría algo mas tranquilo e intimo _yo opino igual, para que hacer algo extravagante para los demás si lo que queremos es festejar que nos amamos- sonreí al escucharlo ya que yo pensaba lo mismo, no necesitaba una fiesta o ceremonia si solo quería ser su esposa. cuando todos se marcharon y los niños se fueron a descansar los pensamientos invadieron mi mente, aun me encontraba cumpliendo mi trabajo de mandataria y a decir verdad no quería dejar este trabajo, Londres era hermoso, pero, Aiden tenía su vida y su negocio en Seattle.
_tierra llamado a Marte, tierra llamando a marte…- se acerco a mi que lavaba los platos en la cocina y me abrazo por detrás _que pensamiento te mantiene lejos de mi – beso mi cuello, di un profundo suspiro para luego voltearme y abrazarlo _que sucede- volvió a preguntar
_trabajo
_ya veo… dijo casi echándose a reír
_no, veo el chiste- hice un puchero
_no veo cual es el problema
_que debes volver a Estados Unidos
_yo no pienso volver, por lo menos no por ahora
_pero…
_tienes que terminar con tu trabajo aquí, yo no seria capaz de pedirte que lo dejes
_y que va a pasar con el buffet
_en el caso que sea necesario viajere, pero ya hable con mi tío. Te acompañare el tiempo que sea necesario
_y si se extiende…
_si llegase a pasar estaría muy orgulloso de mi esposa- me tomo con fuerza y me coloco sobre a la mesada de mármol negro _mira, podría vivir años sin tener que trabajar, es una de las cosas que tengo que agradecer a mis padres.- deposito un beso en mis labios _ además sabes que no podría estar mucho tiempo sin hacer nada, por lo que hare asesorías legales desde aquí – rodee su cuello con mis brazos y lo atraje hacia mi, para depositar un pequeño beso en su pecho, nuestras miradas se encontraron, el me regalo su sonrisa mas seductora, mientras yo inconscientemente mordía mis labios. Sin demora, casi de un tirón, me coloco a horcajadas, grite de sorpresa terminando en risas en nuestra habitación
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Editado: 06.12.2024