CAPITULO XXVIII.  RUMBO AL ALTAR

CAPITULO XXVIII. RUMBO AL ALTAR

¡LA BODA DEL AÑO! El titular resaltaba en primera plana en la sección de sociedad, con Aiden leíamos detenidamente _voy a enmarcar esta nota – dijo con tono burlón
_no seas así- conteste casi con un puchero
_Amor, sales hermosas en esta foto- lo mire rodeando los ojos _de verdad! Estas preciosas – cambio de pagina _“fuentes cercanas a la pareja, informaron a nuestra redacción que los novios esperan con ansias el gran día” -sonrió al mirarme _“La cena de ensaño se realizará en mansión familiar Ludwings, donde asistirán sus amigos mas íntimos. El lugar de la ceremonia es una incógnita para los medios de comunicación, no así la recepción que se realizara en Buca di Beppo donde recibirá a más de 300 invitados”- siguió leyendo Aiden mientras que seguíamos desayunando.
_o sea…tenemos que prepararnos para recibir a la prensa
_no te preocupes, tengo todo bajo control. – tomo mi mano_ nada podrá arruinar nuestra noche. - sonreí restándole importancia, pero no podía dejar de pensar en quien había filtrado toda esa información, ya que se habían firmado acuerdos de confidencialidad con todos.
Le había dado una mordida a mi tostada cuando recibí un mensaje en el móvil, nadie se había dado cuenta ya que estaba ocupado alistando todo para la luna de miel. “me debes una conversación. No le digas a tu prometido, esto es cosa de mujeres.” GIA – ella tenía razón, yo le debía…le había arrebatado a Aiden, quizás ahora quería hacer lo mismo. _perdona Amor, pero tengo que hacer unas compras de último momento- dije dando el ultimo sorbo de café a la vez que me ponía de pie
_pero, si ya se organizo todo- pregunto preocupado _ puedo acompañarte, solo deja que envié un email y seré todo tuyo -se apresuró a escribir en su teléfono
_no, te preocupes, solo será un momento, luego podrás tenerme para toda la vida- dije echándome a reír.
Tome las llaves del auto colocando la dirección en el GPS, tendría que avisar a Alessa? Pensé, pero sabia que haría un revuelo con todo esto y algo me decía que tenía que hacer esto sola, se lo debía, era verdad. Llegar no fue fácil, no conocía donde ella vivía, el edificio estaba en la zona lujosa de la ciudad; toque timbre y espere a que el conserje me abriera.
_la Señorita Gia la espera en el Jardín. - el hombre era mayor, su cabello era platinado, pero pese a que era su empleado, se notaba que era muy atento y gentil. Me dirigió hasta el lugar, fuera del edificio, a lo lejos la vi sentada, con sus lentes negros de sol, tomando un refresco, respiré profundo y comencé a acercarme, me tranquilizaba el saber que me había citado en un lugar público, no vaya a volverse loca.
_ya era hora, pensé que no vendrías- dijo al sacarse los lentes para mirarme directamente a los ojos
_y porque no?- conteste tomado asiento
_hace tiempo que quería tenerte frente a frente
_no entiendo para qué.
_tu crees que no merezco una explicación- se enfado
_lo dejo a tu criterio, yo creo que Aiden eligió y tienes que seguir con tu vida- de un impulso me tiro el refresco en la cara y a la vez que se colocaba de pie saco de su falda un revolver para luego apuntar hacia mi cabeza, la maldita loca quería matarme _baja esa arma, el no volverá contigo.
_si tu maldita huérfana, no hubieras regresado yo seria su esposa! ¡Yo si puedo darle hijos- auch! Eso si dolió, pero ya había aprendido de todas las maneras posibles que únicamente Aiden Ludwing podía dejarme por ese motivo
_y aun así, sabiendo que jamás podre ser la madre de sus hijos, el me eligió a mi
_no, si te saco del camino- acomodo el arma para disparar, sus ojos lloraban y sus mejillas estaban rojas de la adrenalina del momento, respire hondo y cerré mis ojos entregándome de alguna manera al destino, si tenía que terminar, pues que así sea.
_Gia suelta el arma! – la voz de Aiden sorprendió a Gia e hizo que yo abriera los ojos y los dirigiera hacia él, como era posible que el estuviera aquí, como se había enterado que había venido a verla. Ahora era yo la que lloraba, quizás de esperanza por verlo a unos metros o quizás solo era el miedo apoderándose de mí. Me miro con total preocupación, sus turquesas se cristalizaron al verme, quería correr hacia sus brazos que me tomara entre ellos y me llevara lejos de ahí, pero tenia a Gia aun apuntando hacia mi cabeza. _Gia, por favor! Suelta el arma- repitió mas calmado
_que me darás a cambio- contesto nerviosamente mientras secaba su mejilla con la mano _cuanto vale su vida para ti. - pregunto
_ella lo vale todo- contesto mirándome nuevamente
_y cuanto valía yo? - pregunto llorando aun con mas sentimiento
_cuando volvimos sabias el porqué. No puedo mentirte…jamás deje de pensar en Brianna y verla de nuevo me hizo saber que quería estar con ella a como de lugar
_en esta vida o en la otra- dijo sonriendo malvadamente
_si jalas de ese gatillo, tendrás que dispararme también- ella negó con su cabeza, tomo el arma con ambas manos, el sudor frio recorría mi espalda baja, cuando el sonido de las sirenas de la policía se oían llegar _los oficiales ya están aquí, no empeores las cosas
_tu, fuiste tu- le pregunto sin creer que el la había delatado_ solo baja el arma y todo saldrá bien
_nada puede salir bien si no te quedas conmigo!, por favor Aiden, solo elígeme y vámonos lejos de aquí- fue lo último que dijo e ingreso la policía al lugar
_señorita Gia, baje el arma- el oficial ordeno _ Por su bien.- volvió a solicitar- Al notar que estaba rodeada y que no tendría otra salida, entre lágrimas bajo el revolver para dejarse caer en los brazos de uno de los oficiales

Aiden corrió hasta donde me encontraba para estrecharme entre sus brazos, nos fundimos en un beso. _como supiste donde estaba. Como es posible que estes aquí- pregunte entre llanto, mientras el verificaba que no tuviera ni un rasguño
_le pregunte a Alessa que te faltaba comprar…bueno, rastree tu celular, sabia que no era nada bueno que estuvieras aquí.
_lo lamento- dije escondiéndome entre sus manos
_no podría seguir adelante sin ti- sus turquesas se cristalizaron al colmarse de lagrimas