CAPITULO XXXI “140 LATIDOS POR MINUTO”

CAPITULO XXXI
“140 LATIDOS POR MINUTO”

_Tu eres mi calma, cuando afuera hay solo tormentas- Aiden besaba mi frente a la vez que yo acariciaba su rostro.
_es verdad ? -pregunte rodeando mis brazos su cuello, esta imagen siempre era graciosa, debido a la diferencia de estaturas que teníamos entre ambos, siempre debía colocarme en puntillas para poder hacerlo
_que cosa?-pregunto rodeando mi cintura
_que eres mio- susurre frotando nariz contra nariz

_si deseas puedo tatuarmelo en la frente- rio
_no es necesario ser tan extremista- me beso
_no temo ser extremista contigo- profundizo el beso deslizando sus manos desde mi cintura hasta mis muslos, gemí casi sin poder evitarlo, el solo sonrió victorioso entre dientes, subió mi vestido con su mano derecha y con la izquierda bajo uno de los breteles para tener un mejor acceso a mi cuello y atacarlo con besos. Entre besos, caricias y suspiros la ropa cae sobre el piso, si había una pizca de inseguridad, si tenia un solo gramo de dudas de mi parte Aiden se había encargado que desaparecieran por completo

Dentro de dos días cumpliríamos 3 años de casados y no sabia que regalarle, que se le puede regalar a una persona que tiene absolutamente todo. Debía reunirme con Alessa, mimar excesivamente a mi hermosa ahijada y de paso preguntarle que podía hacer para mi aniversario, entre charla y charla la alarma del calendario de mi celular me advertía que tenia una semana de atraso _Demonios!- maldije Ales me miro dejando en la silla para bebes a Ali
_que sucede?- pregunto intrigada
_nada de que preocuparse, solo que entre tantas cosas, no he ido a el control ginecológico
_eres el colmo- reprocho
_bueno entre la mudanza, la adaptación de los chicos, el trabajo y tu embarazo, no he tenido tiempo en lo absoluto para hacerme los controles
_no es escusa. Pide un turno vamos!- ordeno y para evitar discutir con ella marque a mi doctor de cabecera quien me había tratado la infección al perder a mi bebe. No podía evitar sentirme extraña, para que ir si yo estaba seca, mi matriz jamas podría ser la de una mujer capaz de dar vida.
Salude a Alessa y Ali para ir al buffet, había quedado con el detective Lonjart entregarle toda mi investigación para cerrar por fin el caso Williams.
Downey había sido puesto en libertad, luego de demostrar que fue inculpado injustamente por una muchacha que buscaba venganza por haber sido rechazada por el en su adolescencia, había implantado todo para que el terminara en la cárcel.
Estaba terminando de guardar los expedientes cuando golpearon la puerta de mi oficina, el detective Lonjart ingreso con una sonrisa.
_detective, buenas tardes- conteste con otra sonrisa
_sra Ludwing, vengo a buscar el expediente
_si, ya lo tengo listo- termine colocando la tapa de la caja para archivar, la tome en mis manos y se la entregue al hombre
_Ud no se imagina la dimensión de su trabajo – me quede mirándolo _aun recuerdo cuando la conocí, era una muchacha que quería ganarse su lugar y ni así dimensiono su trabajo.
_solo he tenido la suerte de defender a personas inocentes- el hombre me sonrió
_que sera de nosotros el día que defienda a un culpable
_en eso puedo darle tranquilidad, me prometí defender solo a inocentes- el hombre volvió a reír
_y como esta segura
_sencillo sr Lonjart, pues la verdad os hará libres y si no culpables serán.

Aiden y el sr Fergus ingresaron a la oficina, saludaron al detective _señores!- exclamo Lonjart _no quería irme sin agradecerles
_no tiene que agradecernos nada, hay que agradecer a la capacidad de mi esposa – Aiden se acerco a mi y un terrible mareo me hizo tambalear haciendo que de milagro el pudiera tomarme antes de caer, me recostó en el sillón de mi oficina para intentar despertarme _amor, Bri! Despierta-la desesperación se notaba en voz _ por favor despierta!- me tomo nuevamente en sus brazos
_espera Aiden, no la muevas, ya llegara emergencias
_no, tío. No me quedare sin hacer nada- salio del lugar _ que preparen mi auto!- ordeno _ que me esperen a la salida, voy en camino – en el ascensor recobre el conocimiento
_que pasa- pregunte aun estando en sus brazos
_Brianna!- exclamo
_bájame, por favor- intente zafarme
_ no, no...ahora nos vamos al hospital- ordeno
_estas loco, si estoy bien...vamos bájame- suplique
_pero- dijo bajándome con mucho cuidado
_estoy bien, solo se me bajo el azúcar, nada mas- me excuse
_vamos, deja que te lleve al hospital, deja que me quede tranquilo- suplico tomando mis manos
_mañana tengo turno con el doctor Shepart- palideció _le pediré que me realice un chequeo general
_y por que el?-dijo con un nudo en su garganta, a el también los recuerdos lo atormentaban
_amor, el tiene mi historial clínico y tengo que realizarme controles que hace tiempo debí hacerme. El ascensor se abrió y todo un tumulto de gente nos esperaba, creí que había exagerado pero una parte me enterneció su preocupación, realmente me había ganado la lotería con este hombre, el se merecía el cielo así que ya sabia que regalarle, solo tendría que encontrar la forma de organizarlo sin que el se diera cuenta de ello, en esta ocasión no podía tener como cómplice a Alessa ya que ella no podría evitar contárselo a Hugo y este directamente se lo contaría a mi querido esposo.

_vamos a casa- ordeno tomando mi mano para dirigirnos al auto
_pero, tengo mucho por hacer aun- hice un puchero al cual el no le dio interés
_vamos a descansar, otro día lo terminas . Subimos al auto que nos esperaba afuera del edificio así como el lo solicito. Ahora debía realizar unas llamadas, organizar su agenda sin que se de cuenta que la modifique adrede.
No puedo mentirme, no me sentía bien pero, no quería darle la razón por no haber aceptado que me llevara al hospital, ya mañana vería al doctor. Una vez llegada a casa, mientras me daba una ducha aproveche y llame a Fergus
_hola tío. Perdón la hora
_como te encuentras?-pregunto el hombre con total sinceridad y preocupación
_estoy perfectamente tío. No tienes por que afligirte- intente darle tranquilidad _ es mas, llamaba para pedirte tres favores- guarde unos segundos en silencio para ver su reacción,ya que jamas le había solicitado nada
_pues dime para que soy bueno- sonreí
_primero necesito total discreción, Aiden no debe saber nada
_perfecto- aseguro
_segundo, la semana entrante, nos vamos a ausentar por unos días, no se cuantos aun pero seguro sera una semana
_bien, algo mas- dijo como si estuviera anotando mentalmente todo lo que le indicaba
_si, lo ultimo pero mas importante voy a necesitar las llaves de la casa de Aiden- el hombre guardo silencio, sabia que pedía demasiado, ya que ninguno había regresado allí desde la muerte de sus padres _ se que pido demasiado, pero todo es por una buena razón.
_sea lo que sea que planees cuanta conmigo, le pediré a Katerine que haga alistar la casa de inmediato, no se en que estado puede estar.
_no importa si se cae a pedazos, solo necesito que podamos quedarnos con los niños, pasar un rato y si no es posible dormiremos en un hotel que este cerca.
_perfecto! La casa estará lista para tu aniversario- Sonreí, Fergus me conocía demasiado
_mil gracias tío! Te quiero
_yo también te quiero pequeña
Me coloque una bata, fui a la cocina para preparar algo de cenar y compartir en familia, Aiden se encontraba con los niños, Jackson le enseñaba una tarea del colegio, ambos estaban concentrados intentando sacar la solución a un ejercicio de matemáticas y Becka dibujaba con sus crayones. Bese a ambos niños en sus cabezas y a mi esposo lo abrace por la espalda depositando un beso sobre ella.
_por sus caras pareciera que están descifrando la formula de la bomba atómica- abrí la nevera para sacar algunos ingredientes
_hoy no cocines- dijo Aiden viniendo hacia mi _hoy queremos pizza! – victorearon los tres
prepararon la mesa y nos sentamos a cenar apenas llego el delivery de la pizza. Esos momentos compartidos entre los cuatro es lo que mas amo de estos tres años de casados, ver como hacemos bromas entre nosotros, como Jackson y Becka han crecido y lo mucho que quieren a Aiden
_mañana iremos a hacer una visita- dije dando un ultimo bocado a mi pizza, los tres me miraron intrigados pero Aiden sospechaba a donde los llevaría