Amar con obsesión

Capitulo#3:Esto sera una ilusión?

Al día siguiente por la mañana:

Lariza despertó en su cuarto, las lágrimas aún frescas en sus mejillas. Aunque había perdonado a Marcos, sus palabras seguían resonando en su mente como un eco doloroso. Se sentía atrapada en un ciclo de inseguridad, convencida de que no era suficiente. En su mente, las imágenes de las chicas que Marcos miraba con deseo se repetían, intensificando su frustración.

Decidida a cambiar su vida, Lariza tomó una drástica decisión. Dejaría atrás su estilo de vida anterior: dejaría de escribir, desharía su armario y reemplazaría su ropa cómoda por marcas de lujo. Quería transformarse en la versión de sí misma que creía que Marcos deseaba. Con una mezcla de ansiedad y emoción, se dirigió a la peluquería para un cambio radical.

Cuando terminó, se miró en el espejo y apenas podía reconocer a la persona que veía. Con el cabello nuevo y un maquillaje impecable, Lariza se sintió lista para impresionar a Marcos. Esa noche, lo invitó a cenar en un restaurante elegante, ansiosa por demostrarle que podía ser la chica que él quería.

Por la noche:

Marcos llegó al restaurante y cuando vio a Lariza entrar, sus ojos se abrieron con sorpresa. Ella deslumbraba con su nueva apariencia; la atención de los comensales se centró en ella.

• Marcos: "¡Amor, estás increíble!"

Las palabras de Marcos fueron como un bálsamo para su alma herida. Lariza sonrió, sintiendo una oleada de felicidad.

• Lariza: "Gracias, amor."

Durante la cena, Marcos no escatimó en halagos. Cada cumplido llenaba a Lariza de una confianza renovada. La conexión entre ellos parecía más intensa que nunca mientras compartían risas y miradas cómplices.

Después de cenar, decidieron ir a casa de Marcos. La noche se llenó de besos y caricias, un torbellino de pasión y deseo. Lariza se sintió más deseada y amada que nunca, como si estuviera viviendo un sueño del que no quería despertar.

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14 de febrero por la mañana:

Lariza despertó con una sonrisa desbordante. Marcos había preparado un desayuno delicioso para ambos, y la alegría llenaba el aire.

• Lariza: "Amor, ¿sabes qué día es hoy?"

• Marcos: "El día del amor, creo."

• Lariza: "Sí, ¡tenemos que salir a celebrarlo!"

• Marcos: "No sé... ya quedé con los chicos."

El corazón de Lariza se hundió un poco.

• Lariza: "Está bien, supongo que me quedaré en casa."

• Marcos: "Pero puedes venir conmigo. Solo asegúrate de ponerte bonita como ayer."

• Lariza: "Entonces puedo invitar a mis amigos."

• Marcos: "¿Para qué? Esos nerds son aburridos."

• Lariza: "No hables mal de ellos, son mis amigos."

• Marcos: "Está bien, que vengan si quieres. No quiero pelear contigo."

Con un beso tierno, Marcos la llevó a casa. Lariza estaba tan feliz que no quería despertar de ese sueño. Decidió invitar a sus amigos; Lilian aceptó con entusiasmo, pero Dylan se mostró reacio.

Por la noche:

Lilian llegó a casa de Lariza, emocionada por prepararse para la salida.

• Lilian: "Amiga, ¡estás radiante!"

• Lariza: "Estamos lindas y listas. ¡Vámonos ya!"

En la discoteca, Lariza sintió una mezcla de emociones. El bullicio del lugar le causaba incomodidad; no era el ambiente donde solía sentirse a gusto. A pesar de eso, estaba decidida a complacer a Marcos y disfrutar de la noche.

Mientras bailaban y reían, Lariza buscaba a Marcos entre la multitud. Cuando finalmente lo encontró, él estaba rodeado de sus amigos y otras chicas. A pesar de su nueva apariencia, la inseguridad comenzó a asomarse nuevamente.

En ese momento crucial, Lariza se dio cuenta de que había cambiado su exterior, pero ¿realmente había cambiado quién era en el fondo? La presión por encajar en la imagen que creía que Marcos deseaba comenzó a pesarle más que nunca.




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