Capitulo#4:El Día de San Valentin

En la discoteca:

La música vibrante resonaba en la discoteca, pero para Lariza, todo se sentía distante. Marcos estaba en medio de un grupo de amigos, su mirada fija en las chicas que pasaban, sus cuerpos curvilíneos atrayendo su atención como imanes. Lariza, a su lado, se sentía invisible. A pesar de sus esfuerzos por verse bien esa noche, con un vestido que resaltaba sus curvas y un maquillaje impecable, la inseguridad la envolvía.

• Lilian: "Amiga, ¿qué te pasa?"

Lariza sintió que el nudo en su garganta se hacía más fuerte. Sin poder contener las lágrimas, se excusó y se dirigió al baño, donde finalmente dejó que las lágrimas fluyeran.

En el baño:

• Lilian: "¡Lariza! ¿Estás bien?"

Lilian entró detrás de ella, preocupada al ver a su amiga en ese estado.

• Lariza: "No estoy bien... nada está bien. No importa cuánto me vista o me maquille, él siempre va a mirar a las chicas con más cuerpo que yo. ¡Mira mis senos! Son pequeños, soy flaca... no tengo cuerpo."

Las lágrimas caían sin parar mientras Lariza se dejaba llevar por la tristeza.

• Lilian: "Amiga, eres hermosa. Eres perfecta tal como eres."

• Lariza: "No, Lilian. No soy perfecta. Soy horrible. Amo a Marcos y no puedo soportar perderlo."

Se lanzó a los brazos de Lilian, quien la abrazó con fuerza, tratando de consolarla.

Regresando al salón:

Cuando Lariza salió del baño, su corazón se hundió al ver a Marcos coqueteando con una chica rubia y sonriente. Sin pensarlo dos veces, se acercó a ellos, el miedo y la ira mezclándose en su pecho.

• Marcos: "¡Oh, Lariza! Pensé que te habías ido."

• Lariza: "¿Me puedes explicar quién es ella?"

• Sara: "Mucho gusto, soy Sara. Marcos, ella es tu novia." (dijo con un tono despectivo).

Marcos dudó, mirando a Lariza con una mezcla de sorpresa y desdén.

• Marcos: "Eeeemmm..."

• Lariza: "¡Habla! Dile que soy tu novia."

• Marcos: "No es mi novia. Terminamos aquí y ahora mismo. Me acabo de dar cuenta de que un chico como yo, tan lindo y con dinero, no debería estar con alguien como ella."

Las palabras de Marcos atravesaron a Lariza como dagas afiladas. La risa burlona de Sara resonó en sus oídos.

• Sara: "Adiós, fea."

Con el corazón destrozado y la humillación calando hondo, Lariza se dio la vuelta y salió corriendo de la discoteca. Las lágrimas caían sin parar mientras la multitud se desdibujaba ante sus ojos. El 14 de febrero había pasado de ser un día de celebración a convertirse en el peor día de su vida.

Fuera de la discoteca:

La brisa fría le golpeó la cara mientras caminaba sola por la calle. Cada paso era un recordatorio del dolor que sentía. La imagen de Marcos riendo con otra chica se repetía en su mente como una película desgarradora.

Mientras se alejaba, Lariza sintió que una parte de ella se rompía irreparablemente. Pero en medio de la tristeza, una chispa de determinación comenzó a encenderse dentro de ella. Sabía que no podía dejar que este momento definiera su vida.