Una semana después, Lunes 21 de febrero:
Lariza había pasado toda la semana sumida en la penumbra de su habitación, evitando el mundo exterior y las miradas de preocupación de sus amigos. Cada rincón de su cuarto estaba impregnado de tristeza, un reflejo de su corazón roto. Sin embargo, la preocupación de Dylan se había vuelto insoportable. Decidido a ayudarla, se presentó en su casa.
En la puerta del cuarto de Lariza:
• Dylan: "Lari, ¿podemos hablar?"
• Lariza: "Quiero estar sola."
• Dylan: "No, Lariza. Mira a tu alrededor. Hay personas que se preocupan por ti y no queremos verte así."
Con un suspiro resignado, Lariza abrió la puerta. Su mirada estaba llena de dolor.
• Lariza: "Yo lo amo demasiado..." (las lágrimas brotaron).
• Dylan: "Lariza, escúchame. Debes levantarte. Quieres a Marcos, lo comprendo, pero ese chico es un idiota. No sabe la chica increíble que está perdiendo. No puedes seguir así porque nos rompes el corazón a los que te queremos. Yo te quiero mucho, y no me gusta verte así. Eres lo mejor que me ha sucedido en la vida y ya no puedo ocultarlo. Desde la primera vez que te vi, no te saco de mi mente. Estoy completamente enamorado de ti."
Lariza se quedó sin palabras, el impacto de sus confesiones resonando en su pecho. Dylan se acercó, mirándola a los ojos con una intensidad que la dejó paralizada.
• Dylan: "Yo te amo tal como eres. No quiero cambiarte; quiero verte feliz y ser feliz contigo."
Las palabras de Dylan eran como un bálsamo para su herida, pero también un recordatorio de su lealtad hacia Marcos. Se acercaron suavemente y compartieron un beso apasionado, pero Lariza lo detuvo.
• Lariza: "Espera, no quiero hacerte daño. Yo amo a Marcos y tú mereces algo mejor que yo."
• Dylan: "¿Por qué no intentas olvidar a Marcos?"
• Lariza: "No puedo... lo amo."
• Dylan: "Ya veo que nunca vas a olvidar a Marcos. Mírame a los ojos y dime que no me quieres en tu vida."
• Lariza: "Por favor, mereces algo mejor que yo. No quiero que sufras por mí... lo siento, amigo."
Dylan sintió cómo el peso de la decepción caía sobre él.
• Dylan: "Entiendo... espero que seas feliz."
Se fue sin más, dejando a Lariza sola con sus pensamientos. Ella comenzó a llorar, sintiendo una mezcla de culpa y anhelo. En ese momento, decidió que debía recuperar a Marcos.
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Martes 22 de febrero:
Lariza regresó a la universidad con el corazón en un puño. Al entrar al campus, la ansiedad la invadió al ver a Marcos riendo con una nueva chica, una belleza deslumbrante que parecía sacada de un sueño. La imagen fue un golpe devastador; su mundo se tambaleó y, sin poder contenerse, dio media vuelta y salió corriendo.
En la playa:
Se refugió en la playa, donde las olas rompían con fuerza contra la orilla. El sonido del mar era un eco de su propio dolor.
• Lariza: "¿Por qué no soy suficiente para que él me ame de verdad?" (lloró mientras las olas lamían sus pies). "Lo vi con otra chica y eso me destroza. Ella es perfecta... tiene un cuerpo increíble y todo lo que siempre quise ser. ¿Por qué tengo que soportar esto? ¿Por qué no puedo ser esa chica?"
Mientras las lágrimas se mezclaban con el agua salada del mar, Lariza sintió una oleada de desesperación y soledad.