Amar Después de un Gran Amor

CAPITULO 1

Habían sido dos semanas terribles, me encontraba en el piso al lado de la cama, con una de sus camisas entre mis manos. Podía recordar con su aroma todos los hermosos momentos vividos.

Mientras recorría con mis dedos su ropa en el placar, me decía a mí misma que diez años fueron muy pocos. Quedaron cosas pendientes, lugares a los que ir, momentos que compartir, ver a nuestros hijos crecer, y si Dios lo hubiese querido, tener alguno más.

 

Llegue a la cocina, me serví un vaso de agua. Mientras bebía el agua divise la puerta de su despacho abierta. Había evitado entrar ahí, era su espacio preferido, en el pasaba horas y horas leyendo y releyendo. Era editor de libros, amaba su trabajo. Luchó mucho para recibirse y casi no disfruto de él.

 

Mientras encendía la luz miles de recuerdos salían de cada rincón. Federico y yo sentados en su sillón favorito, abrazándonos y besándonos, era donde nos encendíamos solos para un tiempo de pareja(Ya que una vez que hay hijos es más complicado).

Me senté frente al escritorio, encendí su lámpara banquera color verde. Repasando informes con su perfecta y ordenada letra.

¡Cuánto lo extraño! Verlo ahí metido en su manuscrito, con sus gafas sobre el puente de su nariz y la arruga que se le formaba justo entre las cejas. No había nada más sexy, fue lo que me atrajo de él.

El día que lo vi por primera vez se encontraba sentado fuera de una cafetería, de piernas cruzadas, leyendo un libro con la misma expresión. Fue amor a primera vista, en cuanto me miro y planto sonrisa, morí. No me pare a pensarlo en ese momento, pero sabía que iba a querer estar con él para toda la vida.

 

Entre lágrimas, sonrío.

 

Abro el primer cajón del escritorio y encuentro un sobre con mi nombre. Suspiro y me dispongo a abrir el sobre y sacar la carta.

 

“Mi amada Alelí. No es fácil para mí escribir estas palabras, preferí despedirme así ya que si lo hacía mirándote a los ojos, no lo resistiría. Nunca pensé pasar por esto, que llego de pronto a  preocuparnos.

Voy a ser honesto, dudo mucho que esta operación salga bien, así que mi amada esposa, mi compañera, el amor de mi vida, GRACIAS! Por tu amor estos años juntos, gracias por apoyarme en mis planes, acompañarme en mis metas y lo más importante gracias por darme el mejor regalo del mundo, el ser papá de dos hermosos niños. Me entristece saber que no voy a verlos crecer.

Quizás creas que soy pesimista, pero sé que las opciones no están a mi favor.

Amor, sé que siempre hacíamos bromas en cuanto a si a alguno le pasaba algo, no podíamos formar parejas. Quiero que lo olvides, ¿Si? No te digo que busques un reemplazo, pero si hay una oportunidad de conocer a alguien, y ese alguien te hace feliz no lo desaproveches.

Quiero que seas muy feliz y sé que vas a cuidar bien a mis muchachos.

Los amo con toda mi alma. Por siempre y para siempre.

                                       Federico".

 

Mi corazón volvió a partirse en miles de pedazos. ¿Cómo podría llegar a pensar en alguien más? ¿No era consciente de que era único, que nadie podría reemplazarlo ni mucho menos igualarlo?

Aún sin estar físicamente podía seguir provocando éstas reacciones en mi.

Soy dichosa por haberlo conocido, por haberlo amado. Formamos una familia con un hombre tan maravilloso, aunque no logro entender porque tuvo que irse tan pronto, agradezco cada día que pasa el regalo de que él me haya amado también.

Esa noche duermo con su camisa puesta y su carta en mi mesita de luz.

Ojalá esta noche pueda soñar con él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.