Amar Después de un Gran Amor

CAPITULO 7

Es la décima vez que me equivoco en el ordenador, tengo un torbellino de sensaciones.

Culpa mucha culpa, vergüenza y también intriga de este personaje que apareció de la nada.

Nunca me llamaron la atención los chicos malos, que se vistan de negro, con piercings, tatuajes, rapados, etc. Supongo que supuse que terminaría con un típico chico bien vestido con camisa o jersey, con el típico corte de pelo o perfectamente peinados, mejor dicho los chicos “buenos”.

Pero él es todo lo opuesto y me intriga. Más me intriga que se queda mirando sin decirme nada, la última vez me invito a que charlemos. Creo que quiso saber más de mí, por mi boca porque no me trague nada eso de que no le pregunto a Horacio de mí.

 

Más tarde me animo y lo charlo en voz alta con Flor,

  • ¿Por qué se fijó en mí? ¿debería dejar la vergüenza y el duelo para conocerlo también?

Flor me observo después de tomar nota de lo que esta paciente loca le comentaba

  • ¿Qué es lo que quieres que pase?
  • No sé lo que quiero por eso te pregunto, por eso te vine a ver. –dije bastante sacada. Necesitaba ayuda, que alguien tome decisiones por mí.
  • No puedo decirte que hacer Alelí es tu vida, ¿cómo podría mandarte yo?

Sigo bastante enojada y evito contacto visual. Ella lo nota y retoma la charla.

  • ¿Qué pasaría si te digo que le des una oportunidad? Ya que él parece genuinamente interesado.
  • Me da miedo conocer alguien, más que nada porque siento que ha pasado muy poco tiempo desde Fede. –así lo siento, tan solo ha pasado un año desde que me dejó. –Eso es lo principal, aunque… -paro en seco.
  • ¿Aunque qué? –pregunto alentándome.
  • Aunque debo admitir que también me da miedo volver a querer a alguien y que se vaya igual, volver a este punto. Quedar destrozada y sola con mis niños y mi mama contra el mundo.

Se baja sus lentes y los deja encima de su anotador.

  • Muchos pacientes han venido a preguntarme lo  mismo que vos, que deben hacer con su vida si continuar o seguir en el duelo eterno. Y a todos les contesto lo mismo. –me alegra no ser la única que le pregunto eso pero más me asusta saber la respuesta.
  • ¿Qué les respondió? –pregunte mirando a sus ojos, rogándole ayuda.
  • Hay mucha gente que vive el duelo de maneras distintas. Algunos a los meses de enviudar se sienten listos para tener una nueva relación. –escucho detenidamente mientras prosigue.
  • Y otros me dicen que tienen oportunidades de formar pareja pero sin embargo prefieren quedarse solos ya que fue hasta que la muerte los separe, incluso después de ella con el recuerdo vivo. –ahora pienso que soy de los últimos.
  • Aunque todos son diferentes tienen algo en común.
  • ¿Que es eso que tienen en común? –pregunte de inmediato.
  • Se sienten cómodos con sus decisiones. Alelí yo puedo acompañarte y aconsejarte, pero de ahí en más quien decide eres tú.
  • No sé qué hacer, Fede era todo lo que siempre espere, lo que siempre quise y lo tuve, me dio su corazón y dos hermosos hijos. Pero tuvo que irse y mi corazón y mi vida se fueron con el.
  • ¿eso quieres para el resto de tu vida? Pensadlo con calma y lo hablamos la próxima sesión.

Cuando me estaba acercando a la puerta me dijo:

  • Recuerda que las cosas pasan por algo, y que tu Creador, no va a dejar que sufras más.

Le ruego a Dios que tenga razón, y que me dé una señal para saber, si en verdad tiene a alguien más preparado para mí.




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