Capítulo 26 - ES ÉL

ES ÉL

Toda la vida me he estado preparando para venir a los juegos, toda una vida entrenando para poder ganar y sobrevivir. Pero ahora… Ya no importa, nada de eso importa cuando el momento de tu muerte ha llegado. Nada de lo que haya hecho antes importa porque en unos segundos dejaré de existir, ya no estaré en este mundo. ¿Y por qué no acepto la muerte? Porque aun creo que me quedan muchas cosas por vivir, siento que me falta por decir a la gente que realmente me importa, que los quiero, a mis padres, a mi hermano, a Laila… Aunque estoy tranquila porque sé que aunque muera hoy, ellos van a estar bien. Al principio les costará superar mi muerte pero a la larga se repondrán. Solo espero que mi hermano no se presente nunca a esto, que no lo haga y que obtenga la vida larga y feliz que se merece.

Eso es lo que quiero para él, pero desgraciadamente no voy a estar para verlo porque mi viaje acaba aquí. Estoy segura de ello, al cien por cien y sinceramente, no me importa. No lo hace porque he luchado hasta el final a pesar de no cumplir la promesa que le hice a mi hermano, aunque sí la que me hice a mí misma. Desde que comenzó esta aventura tenía claro que si salía con vida de la arena caería dentro de un pozo oscuro del que jamás saldría. No podría levantar la cabeza ni salir adelante, ni siquiera podría ser feliz. Y es que cuando alguien se cruza en tu vida, alguien diferente al resto que es capaz de poner tu mundo del revés, entonces sabes que no podrás vivir una vida en la que esa persona no esté. Una vida sin esa persona no la quiero.

Por ese mismo motivo sé que estoy cumpliendo mi promesa. Lo estoy haciendo y es lo único que me importa ahora. Puede que suene algo egoísta en cierta forma, por no pensar en mi familia y en mi mejor amiga, pero de una manera u otra, estoy haciendo esto para salvar a otra persona, para salvar a la persona más importante de mi vida. Desde el minuto uno en el que nos aventuramos en esta odisea tomé la decisión de salvarle, incluso por encima de mi muerte. No tuve otra opción, no había otra. Para mí vivir una vida sin él no tiene sentido y si es necesario morir por él, lo haré si así el tiene más oportunidades de vivir. Siendo sincera no creo que él sea capaz de matarme, de igual forma que tampoco lo sería yo. Es un peso de encima que se quitaría.

Y es que incluso a punto de morir en lo único en lo que puedo pensar es en él, en Cato. Ese chico ha conseguido lo que nadie había logrado hacer, romper esa barrera, ese muro que he alzado durante muchos años por culpa de las burlas e insultos que me dedicaba. Y al final consiguió lo que él deseaba de forma inconsciente aunque yo también lo deseaba. Caer rendida a sus pies por culpa de la sonrisa que siempre me ha cautivado ha sido mi gran error pero también mi gran acierto.

Ni siquiera soy consciente de cómo lo hizo, no sé cómo logró romper mi muro ni porque llegamos a esta situación, una que lo ha complicado todo y nos ha hecho estar donde hoy estamos. Sé que él quiere ganar estos juegos, cueste lo que cueste. Ha trabajado duramente desde que entró en la academia y yo… Yo solo soy un estorbo para él y para su objetivo. Por ese motivo, es hora de abandonar, de rendirme y dejar que logre lo que siempre quiso. Pero si soy sincera, me he ido creando una falsa esperanza de poder volver los dos juntos a casa, que ahora estoy segura de que no será así.

Si no hubiera salido mi nombre el día de la Cosecha todo habría sido más fácil. Él sería el claro ganador y lo esperaría con los brazos abiertos en casa. Pero la vida no es así, no nos regala ni un mísero minuto de suerte.

¿Sabes? Cuando pierdes a alguien o desconectas de una persona, se torna en tu interior un vacío inaguantable. Ya que tan solo por el mero hecho de ser él, auténtico e incomparable, hace que entres en un agujero negro que no tiene salida. Eso me pasa contigo… Por eso no quiero vivir una vida si tú no estás en ella.

Me han quedado tantas cosas por hacer, tantas cosas sin decirte… Pero es que cuando te tengo enfrente se me hace un nudo en la garganta y mis palabras juegan a esconderse. Y es que te he fallado, no he podido continuar con la promesa de unir mi vida con la tuya para que hagamos juntos el viaje que es nuestra vida. Porque a pesar de que ya no me ames, a pesar de todo lo que ha pasado con Glimmer, sé que en el fondo de tu interior aun me sigues amando de la misma manera que yo a ti.

Parece que mi parada ha llegado antes de lo esperado, en contra de todo lo que habíamos imaginado. Mi parada en este viaje ha llegado y me tengo que apear, bajar y terminar esta aventura que nos ha llevado a nuestra separación. Porque sí, la aventura de mi vida ha llegado a su fin.

Lo cierto es que no me arrepiento de nada de lo que hemos hecho hasta ahora. Ni de lo hecho, ni de lo dicho, ni siquiera de lo sentido. Pues contigo he tenido la oportunidad de vivir momentos únicos y de sentir cosas extraordinarias. Juntos hemos hecho cosas irrepetibles que no dudaría, si pudiese, en volver a realizar si tuviéramos más tiempo. Y es que no me importaría volver a repetirlo todo, incluso acabar aquí los dos, si tan solo con eso volviera a vivir todos esos momentos contigo.