LA SUERTE ESTÁ ECHADA
CATO
Escucho atentamente la entrevista de Clove y al verla salir corriendo la preocupación me inunda. Quiero ir tras ella, es más, camino siguiendo su estela, pero los vigilantes se interponen en mi camino. Vuelvo sobre mis pasos y dejo que me guíen de vuelta al escenario, ya que todos los que hemos terminado las entrevistas las vemos en la parte de arriba, a la vista de todos, como si fuéramos meros decorados.
Los minutos se me hacen eternos y mi cuerpo se queda tenso, en alerta constante, preparado para salir tras ella en cualquier momento. Mi cuerpo se desinfla cuando la veo subir los escalones y se sienta a mi lado. Se gira para mirarme y le pregunto con la mirada si todo va bien. Ella me sonríe levemente para tranquilizarme, pero sé que algo va mal y voy a averiguarlo en cuanto todo esto termine.
Pero mi mirada vuelve a la parte baja, donde se están haciendo las entrevistas, para ver entrar a Peeta. Sé que tiene algo preparado, todos estamos intentando frenarlo con lo que sea, solo queremos que estos juegos no se celebren, y si para ello tenemos que mentir y fingir, lo haremos.
Entonces todo el público estalla enloquecido, grita que se cancelen los juegos y yo solo pienso que este tío siempre tiene unas ideas increíbles. Voy a comentarlo con Clove cuando veo su cara, su cuerpo. Toda ella está en tensión, con la cara pálida y la mirada perdida. Voy a acercarme a ella para ver si todo va bien cuando Cashmere me da la mano. La miro extrañada pero al ver a mi alrededor me doy cuenta de que todos los tributos se dan la mano, por lo que se la doy a Clove, buscando su mirada, una que no me devuelve. Todos los tributos unidos levantamos las manos y las luces se apagan de repente. El caos se adueña de todo el mundo y siento como me empujan soltando las manos que tenía cogidas, intentando arrastrarme a saber dónde. Pero no lo dudo ni un instante, agudizo la mirada y veo a Clove dos pasos a mi derecha. Me acerco a ella, la cojo de la mano y no la suelto. No quiero que nos separen.
Los Agentes de paz nos arrastran entre los pasillos y nos suben en un elevador, con nosotros entran dos de ellos, quedando atrapados dentro. Clove aprieta más fuerte mi mano y la miro. Está asustada, yo también lo estoy. Acaricio con mi mano su mejilla y le sonrío para tranquilizarla.
Las puertas se abren y nos medio empujan para que salgamos. Justo frente a nosotros se encuentran nuestros mentores y Annia. Clove se acerca a Enobaria y la abraza con fuerza, se dicen algo pero no lo entiendo y me centro en la mano que me tiende Brutus.
Asiento al entender sus palabras. No sabremos quiénes son nuestros aliados hasta que lleguemos a la Arena. Seguramente estará en medio el Distrito 13.
Annia se marcha tras el abrazo y nos quedamos con nuestros mentores.
Le damos un abrazo a cada uno y nos dirigimos a nuestra habitación dados de la mano.
Entramos dentro y me acerco hasta Clove, que se queda con la mirada pensativa mirando por la ventana. Deposito un beso en la curvatura de su cuello y paso mis brazos alrededor de su cintura. Ella apoya su cuerpo en mi espalda y nos quedamos en silencio.
Ella se da la vuelta y comienza a quitarme la chaqueta, después pasa a la camisa y yo dejo que lo haga. Me empuja hasta el baño y dentro abre el grifo y deja que la bañera se llene. Después se gira y me mira de reojo, esperando que me acerque. Entiendo sus intenciones y le ayudo a quitarse su vestido. Cuando está completamente desnuda entra dentro de la bañera con mi ayuda y se sienta. Yo termino de sacarme toda la ropa y me coloco tras su espalda.