Amargura

Aléjate (Capitulo 7)

La situación no fue de su agrado, Narel nunca había tenido a una mujer de esta manera entre sus brazos. 

– Perdón, ¿Que fue lo que dijo?. Pregunto extrañado

Carmen sonrió

– No se preocupe joven, yo le diré por donde entrar, si Don Lorenzo llega a verla de esta manera aquí se va a formar el fin del mundo y la perjudicada no será su hija si no su amiga, ¿Entiende?. 

Narel salió del auto y se dirigió  hacia el puesto de copiloto. 

– Lo que menos me interesa es saber si las destronan. Hablo entre sí. 

Abrió la puerta del auto, le quitó el cinturón de seguridad, al tocar su piel y sacarla, sintio algo extraño en su cuerpo, la brisa movió su cabello dando a conocer el olor de su cabello y su perfume inhaló el suave y dulce aroma. 

– Estoy bien papá, estoy bien. Dijo Sonash apoyándose en su cuello rodeándolo con sus manos. 

Arrecosto su cabeza en su pecho. 

– ¿Que haces niña?. Dijo en un susurro nada gustoso con el acercamiento de Sonash. 

– Ese perfume es amaderado. Dijo inhalando su aroma – Me encanta el olor a bosque. Sándalo. Susurraba. 

Narel frunció el ceño, su rostro se tenso, le desagrado escucharla hablar. 

Caminaba a prisa siguiendo los pasos de la señora Carmen. 

– Entre a la habitación, mientras bajaré por unos minutos rapidito para ver al señor Lorenzo, no se valla. 

 Narel asintió, la llevo hasta la cama y la acostó apoyando su cabeza en la almohada, al darse cuenta de lo delicado que fue con ella se horrorizó. 

–  No me siento bien. Dijo Sonash

Narel la miró con fastidio

– ¡Carajo!, ¿Y ahora qué?. Se acercó a ella – ¿Que mierda te pasa ahora? 

Sonash al escuchar la voz casi lejos entre abrió los ojos 

– ¿Tú?, eres malo. Malo. Ella no supo que esas palabras habían sido algo muy fuerte para él en ese momento. 

Narel de inmediato pensó en Giulia y en sus hijas, su cuerpo se descompenso al instante, tambaleó sintiendo un gran impacto en su pecho. 

Carmen entró a la habitación. 

– Gracias por esperar, le agradezco mucho y al tiempo le pido disculpas, mañana hablaré con Sonash y la reprendere por ponerlo en esta situación señor Narel. 

Él negó algo aturdido. 

– No hace falta

Carmen notó algo en su rostro

– ¿Se siente bien? 

– Ah, sí, sí. Respondió 

– Su amigo lo está esperando en la entrada

Narel asintió, dio pasos aturdidos. Las palabras de Sonash resonaban en su cabeza. 

– Le agradecería que no le dijera nada a la chica. Dijo estando en la puerta. 

Carmen iba a responder pero el la dejo con la palabra en la boca. 

Salió casi corriendo de ese lugar, en la entrada se topo a Roshan

– Oye, gracias por darnos la mano. 

– Si, sí. Dijo caminando a prisa para entrar al auto. 

Su amigo se sorprendió al verlo así 

– ¿Todo bien? ¿Te sientes bien? 

– Vallamos a tomar. Respondió

Kerim asintió. Llegaron a otro bar, algo discreto y no muy lleno de perosnas, música baja y ambiente relajado. La televisión está encendida y fue ahí donde Narel enterró su atención. 

 

Noticias

– La hija del dueño del imperio River Russell fue captada en un bar cerca a la empresa de su padre, la joven compartía un agradable momento en compañía de una amiga y al parecer de un posible novio. (Palabras de una de las presentadoras) 

– La heredera se le vio muy a gusto, aunque de la nada desapareció del establecimiento. ( Dijo otro presentador del programa). 

Seguido a estas noticias se mostraba imágenes de Sonash bailando con el chico que la estaba acosando. 

– Creo que la hija del empresario tendrá serios problemas cuando despierte. Dijo Kerim de manera burlona. 

– No me hables ya de esa mujer. Despeto Narel 

– ¿Que pasó? Acaso hay algo que no has dicho 

– Nada, no hay nada. 

– ¡Que carácter!, está muy linda ¿No? 

– No lo sé, no me eh fijado en eso 

– ¿No?. 

– No, es una creída 

Kerim arqueo una ceja 

– ¿Una creída?, pues su amiga no dijo nada de eso de ella. 

Narel lo miro 

– Así que su amiga no habló nada de eso. Dijo incrédulo

– Habla, que pasó, algo pasa, te conozco animal. Dijo llevándose un sorbo de cerveza a la boca 

Narel guardo silencio por unos minutos...

– Esa niña, me tocó de una manera extraña

– ¿Te tocó?, haber ¿Que te tocó? 

– Escuchame bien Kerim, en mi vida no habrá otra mujer, no soy digno de tener a alguien a mí lado. 

Su amigo sintió que algo no estaba bien con Narel

– Espera espera un momento, no entiendo nada, no creo que porque te halla tocado te halla puesto de este humor, no te encierres Narel, sal de tu zona de confort, conoce a una verdadera mujer. 

– Ya la tuve y murió. Respondió molesto 

– Nunca quisiste a Giulia, así que si tuviste una gran culpa fue en no terminar esa relación y te lo dije por mucho tiempo, nunca me escuchaste, tampoco pusiste de tu parte. 

– Ahora serás psicólogo. Reprochó

– Llevas esa culpa dentro de tí, no eres culpable de nada sobre tus padres, no puedes hacerlo 

– No quiero hablar de eso. 

– ¡Ese!, ¡Ese es tu problema!, no hablar amigo, y por eso todo llegó a este punto 

– Kerim, no quiero recordar eso 

– Viviras asi por el resto de tu vida si no haces nada por ayudarte nadien la hará por tí. 

– Silvana hoy estuvo en la oficina... Tuvimos sexo y no le importó nada. 

– Esa mujer es una enferma, y es un peligro, aléjate de ella y no te daré más advertencias. ¿Sonash te hizo sentir algo que nunca habías sentido verdad?. Pregunto dejando a Narel sin palabras

– No quiero hablar de eso. 

Kerim miro a su amigo con algo de tristeza quién más que el para saber todo sobre Narel. 

– Otra ronda y nos vamos 

– No quiero ir a casa Kerim, Giselle pudo haber dejado  un desastre

– No hay problema, te daré las llaves de mi apartamento. 




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