Roshan miró a su amiga...
– Ok ¡Ya basta!, ya me cansé chica de estar escuchando huevonadas vale. ¿Te sientes bien?.
Sonash sonrió
– Sí, no me duele nada. Más bien, esto que salió en la tele. Exhaló – Me tiene, ni sé cómo decirlo.
Roshan volteo los ojos en blancos
– Ok ok, ya, salgamos estamos está noche, ¡Hoy es sábado uuuuu! ¿Si? Di que sí anda. Sacudía los hombros de su amiga.
– Si si si, está bien. Respondió volteando los ojos
Roshan gritó de la emoción.
– Eres la mejor, vamos a la piscina aprovechemos este solazo, anda muévete chica el día se va rápido...
Sonash recibió una llamada mientras se colocaba su vestido de baño.
Caminaba de un lado a otro.
– Cómo vas a decirme algo así Narel, yo ni siquiera sé de qué se trató esa noticia no sé de donde sacaron esa estupidez. Ok, esta noche nos vemos y hablamos, si está bien.
Resopló algo irritada, lanzó su móvil a la cama, recogió su cabello y acomodó su sostén.
...
Narel no podía ocultar su ira, sentía celo por la noticia que había visto, pero lo que más lo tenía aturdido y sin saber que hacer, era el regreso de esa mujer y de su hija.
Al llegar a su casa bajo del auto y tiro la puerta.
Resopló y cerró los ojos.
– No aguanto más, ¡Ya no aguanto un día más vivir así!. Gritó – ¡¿Y ahora qué?!, ¿Que más tienes para mí? ¿Que más viene ahora?. Por su forma de gritar parecía desahogarse con Dios – ¡Me quitas unas cosas y me das otras! ¿Que quieres?. Exhaló – ¡Carajos!... No puedo seguir viviendo aquí. Se sentó en el sofá – Siento culpa siento remordimiento tengo, tengo que irme de aquí.
Cerró los ojos por varios segundos...
Sentía que amaba a Sonash pero algo lo perturbaba cada día, aparte de sentir culpa por la muerte de su esposa y de sus hijas esos sentimientos estaban presente día a día, noche tras noches, meses tras meses y así hasta el día de hoy.
No había cura para calmar ese tipo de sentimiento, eso lo pensaba él. Pero estaba en un error, sí tenía cura su dolor, sí tenía calma y eran los brazos de esa joven inexperta y sin experiencia que lo amaba con locura sin importarle todo lo que apenas empezaba a conocer de él.
No había día en el que Narel no pensara en su vida pasada en ese hogar que descuidó y que nunca puso como algo importante hoy en día pesa más que una construcción sobre su hombro el haber descuidado tanto a esta mujer y a estas niñas.
...
Llegó la noche y las dos jóvenes después de haber hablado tanto y Sonash después de haber contado sus cosas, su amiga ya estaba al tanto de todo lo que estaba pasando, aún así Roshan la apoyaba no era muy gustosa de su novio pero como buena amiga La cuidaba y le daba consejos.
– Ok, No hablemos más del accidente y de los problemas que tengas con este tipo quiero que te relajes y disfrutemos de esta noche.
– Yo estoy bien solo es un dolor algo pequeño pero del resto estoy bien. Así que salgamos necesito verme con él y por si quieres preguntar claro que su amigo va.
Roshan gritó como loca y Sonash se tapó los oídos al escuchar ese grito tan fuerte.
– Me vas a dejar sorda con ese grito, ¡Estás loca!, ¿Qué pasa contigo? toma tu bolso y vámonos ya es tarde nos están esperando o me están esperando porque este chico no sabe que tú vienes. Y tampoco le dije nada a Narel
– Es mejor así, ya sabes que a tu novio no le caigo en gracia, pero a mí no me importa él, Me interesa su amigo.
Ambas caminaban bajando las escaleras.
– ¿Has pensado si tiene esposa?, deberías de pensar en eso antes de ponerle interés a lo que sea que sientas por él.
– No había pensado en eso, pero da miedo que tenga a alguien en su vida y yo aquí soñando despierta ¡Qué locura la mía! tendré que averiguar eso hoy...
...
Llegaron a un restaurante bar, un lugar muy discreto para pasar por desapercibidas ya que las noticias sobre una supuesta relación con un famoso hijo de un gran magnate estaba rodeando los canales de farándula.
Narel se puso de pie al ver a su chica, frunció el ceño al ver a su amiga detrás de ella.
– ¿¡Y esta loca que hace aquí!?. Bufó
Sonash sonrió al verlo, aceleró sus pasos y al tenerlo al frente lo abrazó y lo besó.
– Te amo. Susurró
Narel sonrió
– Yo también te amo mi pequeña.
Y no mintió el de verdad la amaba, cuando la tenía a su lado sentía que no era el mismo.
– Si estás preguntando qué hace ella aquí. Dijo Sonash refiriéndose a su amiga – Pues mi padre no me dejaba salir sola y traerla conmigo era otra opción.
– Está bien, Karim vino conmigo. Está hablando con un amigo sentémonos los tres mientras él viene y pidamos algo de comer, tomemos algo primero. Hizo una seña con su mano.
El mesero se acercó.
– ¿Desean algo? Preguntó el joven.
Narel miró a las dos chicas.
– ¿Tiene cerveza joven?. Pregunto Roshan
– Claro que sí
– Bueno. Pues yo quiero una cerveza y mi amiga no puede tomar licor, ¿Entendido?, soy su par de ojos cuidándola aparte de que ya tiene encima.
Narel sonrió
– Tu amiga está loca, no sé cómo la soportas todo el día. Susurro
Sonash sonrió burlona.
– Por favor no empieces. Respondió en voz baja.
– Yo quiero un capuchino bajo en azúcar por favor. Ordenó Narel.
– Yo ordenaré lo mismo un capuchino por favor. Ordenó Sonash.
Roshan blanqueó los ojos al escuchar la orden de su amiga.
– Quiero que sepan que son bastante irritantes okay se pasan.
El mesero se alejó y al poco rato regresó con la orden.
– Gracias. Dijeron al tiempo los tres.
Roshan notó que estaba de más entre ellos dos y se levantó de la mesa, tomó la cerveza y dijo.
– Los dejaré solo y me iré hacia la barra a tomarme mi cerveza nos vemos en un rato.
Su amiga le sonrió y asintió en modo de respuesta.
Roshan se dirigió hacia la barra sin notar que se había sentado en un banco donde al lado estaba un amigo de Kerim quién en ese momento no estaba ya que estaba recibiendo una llamada, por supuesto de su esposa.