Amarieth: El despertar

Capitulo 7

Las cosas parecían empeorar desde esa noche con Maddy, había veces que podía intentar recordar cosas alejadas de ese ser de ojos azules, pero entendí poco a poco que mi mente debía adaptarse, aceptarlo y dejar de dudar de todo.

 

—entonces de allí vienen los ojos azules de Jessie. —Murmure para mí acostada sobre la cama, me sentía sola, tranquila pero sola.

 

—¿entonces porque yo soy peli castaña? —Sabía que mi cuerpo astral era más bajita que Jessie, mi cabello estaba por debajo de mi trasero y mis ojos eran castaños, a veces lo podía mirar al espejo después de un sueño lucido podía ver como ese castaño claro se quedaba allí durante unas horas hasta que me calmaba y luego volvían a ser cafés oscuros.

 

Seguí pensando en cómo podía ser mi madre ¿Quién se casa con un hombre como ese? De todos modos, lo averigüe mientras estaba en el transporte público.

 

El recuerdo vino intenso y fuerte, su color de cabello no era nada normal, incluso si intentabas conseguirlo con algún tinte para cabello jamás llegarías a ese tono de avellana con chocolate, brillante y tan largo, incluso parecía demasiado joven para ser la madre de todos mis hermanos de todas maneras ¿los seres celestiales pueden tener hijos? ¿Cómo le hacen? Trate de no desviarme de mi hilo de pensamiento, el recuerdo de ella me hizo contener las lágrimas, la mitad de mis hermanos eran peli negros, guapos eso sí, me sentía el patito feo, aunque era un complejo humano.

 

Algo me decía que esa mujer era de un rango alto, pero era demasiado dulce para estar con un hombre como mi “padre”, pero ahora podía ver las diferencias, algunos de mis “hermanos” solo los que podía recordar, tenían los ojos claros, otros el cabello entre rubio y castaño, los risos los habíamos sacado de él al igual que algo que me negué a decir en voz alta.

 

Maddy había dicho que era un ser peligroso además de que yo tenía demasiado de su actitud.

 

¿acaso ser intolerante y explosivo eran atributos de un ser de luz? Estaba claro que lo que pensaba de los ángeles queda muy pequeño.

 

Eso me llevo a otro recuerdo…

 

Estaba entrando en aquella casa y escuche un grito y sonidos de algo filoso chocando.

 

Llegue a una velocidad que es inusual para los humanos, llegue al lugar y estaba ese hombre, mi padre con una armadura dorada y uno de mis hermanos rubios tirado al suelo, saque mi propia espada bloqueando el ataque y enviándolo unos metros lejos, él me miraba como si no creyera lo que veía, su propia hija lo estaba apuntando, por segundo voltee a ver a mi madre, ella fue la que grito, mi hermano estaba herido en el suelo, y mi madre estaba sosteniendo a mi gemela cubriéndola para que no le hicieran daño, yo lo mire con enojo y el volvió a intentar atacarlo y en un acto de valentía quizás bloquee sus ataques pero era demasiado fuerte y demasiado alto, no podía escuchar bien ni mis propias palabras pero era más que obvio que era mucho más fuerte que yo, aunque estaba bloqueando el filo de su espada toco mi brazo pero no permití que el dolor me detuviera y por un descuido casi me golpea con la espada de nuevo pero esta vez fue otra espada la que se atravesó en su camino y ahora si su estado de shock era peor, allí estaba Jessie, levante mi espada pero ella me grito que sacara a mi hermano de allí y eso hice, ¿Qué fue lo que hizo este pobre hombre para que padre quisiera matarlo? No quería saber las razones y seguro eran tan estúpidas que no me iba a cambiar de lado, habíamos prometido que como hermanos nos protegeríamos, nunca nos deberíamos a él, sin importar que.

 

Allí estaba yo impulsándome hacia atrás mientras lo abrazaba y aparecía con él en otro sector de la casa, sabía que de alguna manera él estaba afectando mis saltos.

 

Oh si, podía abrir portales.

 

El dolor y el recuerdo de ese momento me siguió durante días, durante horas.

 

La emoción de ese momento la tenía a flor de piel, el recuerdo fue el más intenso hasta ahora.

 

—será que… si sigo teniendo recuerdo así… —Me frote las manos en la cien, entonces por acto reflejo, en mi brazo cerca de llegar al codo estaba una cicatriz y arriba un tatuaje.

 

¿lo raro?

 

Yo no tengo tatuajes ni cicatrices.

 

Todo desapareció segundos después pero aun podía sentirlo bajo mi piel.

 

Así que aun llevo la cicatriz de ese día.

 

¿mi hermano estará bien?

 

Seguí caminando rumbo a casa hasta que mi madre le dio por decirme que fuera por pan, así que tuve que salir de nuevo y mientras estaba en la fila de la panadería, pude ver mi reflejo en los cristales, un hermoso collar con una mariposa pequeña azul brillante aparecía, pero cuando lleve las manos a mi cuello yo no llevaba nada puesto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.