Amarieth: El despertar

Capitulo 11

DAMIAN

 

Samuel no ha respondido ninguna de nuestras llamadas y no hemos mencionado el hecho de que Ahmed está aquí.

 

—cuando llegue seré yo quien hable— Leonard solo gruñía muy alterado, detrás de él Leire no le gustaba como estaba actuando tan protector con la mujer que, aunque era su cuñada no le agradaba.

 

—tienes que calmarte, porque si tu actuaste así, él cuándo dije que Theo la buscara también perdió la cabeza —le comente con calma, pero el hombre estaba como un volcán a punto de hacer erupción.

 

Todos nos quedamos alerta cuando su energía se sintió en la isla, Elliot se puso en frente para que se detuviera, en cuanto a mí, sali a la puerta a recibirlo, pero Chloe me siguió a paso rápido tomando de mi brazo.

 

—¿crees que vayan a pelear? —su dulce voz preocupada, me gire a verla tomando su mano dándole un ligero apretón.

 

—Ahmed debe quedarse aquí, ellos dos deben arreglar sus diferencias—ella solo asintió comprensiva y se soltó de mi agarre cuando vio a Samuel caminar con cierta elegancia, era teatral cuando quería serlo, pero su rostro se tornó confundido, la energía de Leonard era palpable.

 

—¿Que está pasando? —la pregunta llego también con cierta desconfianza, como siempre.

 

—trajimos a Ahmed ayer—confesé y el frunció más su ceño mirando la puerta detrás de mí. —yo creo que nos debiste decir ciertas cosas— intento pasar por mi lado, pero coloque mi mano sobre su pecho.

 

—¿porque no lo dijiste? —él miro mi mano con asco quitándola de un manotazo y volvió a intentar llegar a la puerta.

 

—porque creo que tampoco nos dijiste que tenían un pasado… deberías cuidarte de Leonard—mi tono de advertencia parecía no afectarle, pero apenas entro a la casa Leonard casi se le lanza encima y él no hizo nada para impedirlo.

 

Todos nos quedamos esperando algún ataque, pero Leonard lo tomo de la chaqueta y la camisa blanca

 

—¿quién mierda te crees que eres? —su tono furioso nos hizo acercarnos con cautela, Elliot y yo éramos casi como Co-capitanes aquí y también los únicos con el suficiente poder para detener a este par.

—creo que es estúpido que hagas esa pregunta, ahora suéltame, debo ver cómo está tu hermana— su tono era calmado y casi parecía divertido.

 

Sentí que estaba usando su poder, pero no sabía exactamente qué estaba haciendo pues no lo estaba aplicando en Leonard.

 

—tuviste mucho tiempo para hacerle demasiadas cosas… sería divertido verte siendo juzgado —Leonard tenía una sonrisa maliciosa, pero de un momento a otro este lo empujo bastante lejos llevándose consigo a Elliot.

 

—ya… basta!! —grito alguien desde el pie de la escalera, era Ahmed, pero su cabello estaba extremadamente largo, esa no era ella.

 

Era su cuerpo astral.

 

Todos nos giramos para verla y la vi sostenerse las manos en la cabeza.

 

—no es asunto tuyo, hermano, fue mi elección, yo le pedí que lo hiciera —confeso la chica, pero se veía más molesta y parecía luchar con su mente.

 

—Cariño… regresa —ese tono dulce que uso Samuel me tomo por sorpresa, subió de manera sobrenatural hasta tomar a Ahmed por los hombros, pero este lo alejo y lo golpeo directo en la entrepierna, era algo contradictorio pues luego lo tomo de las mejillas y lo beso.

 

Así que este par eran tal para cual.

 

Samuel se llevó tan rápido a Ahmed que ni a Leonard le dio tiempo ir tras ellos, pero cuando llegamos a la habitación su cuerpo seguía allí y los sonidos que estaban saliendo de sus labios no eran para nada de alguien con dolor.

 

Chloe se sonrojo y salió de la habitación, solo yo y Leonard nos quedamos y este hizo un pequeño llamado, algo que solo un alma podía escuchar y no desobedecer para que regresara a su cuerpo, pero mientras más rápido pasaban los segundos más tiempo pasaban esa parte astral de Ahmed con Sam en lo que parecía su propio escudo.

 

Sam tenía muchos trucos bajo su manga, entre ellos el crear ilusiones, sus escudos eran algo que parecía no tener chiste a primera instancia, pero era bien sabido que le encantaba jugar a “no tener la ventaja”.

 

Vi algo de eso en Ahmed, además de la energía oscura que los rodeaba a ambos apenas estuvieron juntos.

 

No era normal que un ángel como ella tuviera esa clase de energía, estaba claro que mi informante decía la verdad, ella era a quien buscábamos.




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