Amarieth: El despertar

Capitulo 18

Damián

 

—bien, concéntrate. Abriré mi mente y dejare que mires algo y tú me dirás que viste —estábamos al sur de la isla, solo para que Ahmed este más tranquila, hace unos días que al parecer Jessie hablo con ella.

 

Ahora estamos aquí, entrenando su mente.

 

La mire como sus ojos se mantenían cerrados y una sonrisa al igual que Elliot, es raro que muestre algo de humor.

 

—le…le hiciste una broma… a Damián —los mire un rato más levantando una ceja cuando Ahmed se echó a reír, creo saber que recuerdo es.

 

—bien, ahora, vuelve a mirar —espero esta vez no le muestre nada que su mente no pueda tolerar.

 

—bien, Ahmed, necesito que seas abierta, solo relájate —ella parecía dudas, sus ojos lo decían, tenía tantas cosas en contra, pero está intentando confiar.

 

La mire como sus ojos se cerraron y tomo una respiración honda, tomando las manos de Elliot.

 

Los segundos pasaron tan lentamente que poco a poco vi las esquinas de sus ojos llenarse de lágrimas.

 

Pero no hay tristeza en ellas, intento limpiárselas con un movimiento entre su hombro y su pómulo.

 

—ahora, inténtalo tú —no sabía que era lo que estaba intentando enseñarle Elliot ahora, pero segundos después lo supe.

 

Cuando Ahmed enderezo su postura dejando la espalda recta, unas alas comenzaron a aparecer, estas no estaban del todo blancas e incluso algunas plumas eran de color negro al final.

 

Ambos la miramos con asombro y más cuando Elliot la ayudo a levantare, Ahmed aun no quería abrir los ojos, fruncía su ceño tensando sus hombros en el proceso de sus alas saliendo de sus omoplatos se extendieron demasiados kilómetros a lo largo y a lo ancho al igual que otro par de alas (estas muy blancas) que descendieron, y una luz brillante de líneas las cuales formaban una especie de venas de unos dos metros cada una.

 

Ambos nos quedamos mirando hasta que ella soltó el aire que tenía contenido y sus alas volvieron a desvanecerse, Elliot la sostuvo pues su rostro incluso palideció.

 

—¿Cómo hizo eso? —la dejamos descansar mientras ella recuperaba el aliento.

 

—solo le susurre en su mente como hacerlo —ella levanto la mirada para vernos y luego solo miro al cielo.

 

—no… no vendrá nadie ¿verdad? —parecía asustada a lo que ambos solo negamos.

 

—tranquila, nadie lo sabrá, pero debes aprender a controlarlo —

 

—ni que pudiera volar —ella, aunque intento burlarse el silencio de ambos le dio a entender que es una posibilidad.

 

—tal vez no en este plano, pero debes acostumbrarte a desprenderte de tu cuerpo y mantener ambas conciencias —ella presto atención y solo asintió más confiada, ambos le dimos espacio, y no podía creer lo que estaba mirando; su estado de conciencia estaba reflejando su alma, como una superposición, encajaban perfectamente.

 

—no… sientes nada fuera de lo normal? —no es que fuera la primera vez que vemos su superposición; es su alma pura intentando adaptarse a su cuerpo humano en este caso ambos son simétricamente similares, solo por un pequeño detalle y al parecer ella misma ya lo está notando, su cabello no es nada largo pero el cabello que posee su alma es extremadamente largo, al parecer ya lo noto, sonrió cuando ella incluso coloca su mano sobre ese collar que está en su alma, este aun brilla ligeramente, con la luz natural no se ve, pero ahora mismo siendo ambos seres sobrenaturales si puedo notarlo.

 

—es… es normal esto? —ella se señaló aun acariciando su cuello “vacío”, es más que obvio que quiere sentirlo de este lado, pero no puede, sigue siendo humana.

 

—tal vez… muy dentro de ti lo extrañes —intento explicar Elliot metiendo las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón alejándose y sentándose bajo el árbol.

 

—en realidad lo que más extraño es tener mi cabello largo. —su confesión con un puchero en su rostro me hizo reír, así que le di palmadas suaves en su cabeza.

 

—entonces lo recuperaras, dale tiempo. —la impaciencia era algo característico en los hermanos de esta familia, pero al parecer se resignó a ello y lo ato en una coleta caída a un lado.

 

—¿seguimos? —vi el rostro de Elliot, ahora es mi turno.

 

—quiero intentar algo que tal vez ya sepas —ella parece entusiasmada por aprender y por lo que puedo notar Jessie hizo un gran trabajo al involucrarse, después de todo, es la hermana mayor.




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